Ser novia de un DJ es lo mejor

Este artículo fue publicado originalmente en Thump, nuestra plataforma de cultura y música electrónica.

Algunas personas piensan que ser la novia del encargado de poner la música en las fiestas es un pésima idea. En términos simples, para algunos significa que si eres la acompañante sentimental del DJ estás condenada a sacrificar amistades, noches románticas y demás dramas que acosan nuestra contemporaneidad. Esto, prepárense para la verdad, es mentira. Aquí hay algunas razones por las cuales ser novia de un DJ no apesta, ¡es lo mejor!

Así es, las fiestas y festivales son tu nuevo patio de juego. No pasarás la noche en el sofá abrazada de tu novio porque estarás con él deambulando por el venue, compartiendo opiniones sobre cada detalle curioso que encuentras en cada mundo que es cada evento. La comparación entre las experiencias será inevitable. Tu novio y tú serán las mejores amigas para echar el chisme en la fiesta. Además, el trato VIP y acceso al escenario siempre serán más que bienvenidos.

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Es casi imposible conocer a todos en todos lados. Hay gente que lo hace, por convivencia o por trabajo; yo no tengo la fortuna(¿?) de contar con eso. Sin embargo, la calidez de la gente siempre te rescatará de los momentos más solitarios como el soundcheck o compromisos de medios y prensa. El ingeniero de audio puede resultar bastante chistoso; cualquier ente dentro del entorno de la fiesta puede ser tu salvación. Todos van a querer que tú también te la pases bien PORQUE ERES LA NOVIA DEL DJ. Además, siempre habrá uno que otro DJ solitario esperando al soundcheck; ellos también son tus aliados.

Una vez que empieza la música y los decibeles superan los que permite la ley, ya no es hora de socializar sino de bailar.

Los DJs tienden a ser consentidos por las marcas y por los fans. Todos los obsequios que son comida pasarán por tu paladar también. La ropa, si tienes la fortuna de compartirla con tu cómplice en la vida, también será tuya. Si no le quedó la playera que le regalaron y te gustó, es tuya. En las fiestas no te vas a preocupar por tus tragos, en cuanto lo vean en la barra todo se soluciona. Tu novio será el +1 perfecto para las fiestas.

Cada cabeza es un mundo y cada promotor es una cabeza, así que las fiestas nunca serán iguales entre ellas. Una semana estás en una bodega en la ciudad y a la siguiente en la azotea de un edificio al noroeste del país. La gente que se dedica apasionadamente a armar este tipo de espacios efervescentes, que unen a todos en la pista de baile, son definitivamente interesantes. Cada quien tiene su propio motivo, un punto de vista diferente respecto a lo que todos estamos construyendo. Si te piden ayuda, corre a ayudarlos; ellos pueden ser tus próximos amigos.

El alma de la fiesta es tu novio. Cada vez que él toca es una oportunidad para bailar como en tu casa con las canciones que ya conoces. Bailar frente a la consola como si no existiera ninguna materia física entre tu +1 y tú es algo que sólo sucede si tu novio es DJ. El cansancio puede ser un gran obstáculo pero cuando tu novio está listo con toda la energía para salir a encender a la gente, no hay más que seguirle la corriente. Al final, siempre vale la pena.

Ser un buen DJ requiere de un conocimiento musical de dimensiones bíblicas, de preferencia. Tu biblioteca de música crecerá gracias a que la obsesión y labor de tu novio inevitablemente la estará alimentando. Tu mundo musical expandirá horizontes hasta tierras jamás imaginadas. Este tipo de viajes siempre son mejores acompañados de la mano de alguien.

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