Durante los años finales de la década de los sesenta y principios de los setenta se estableció la división entre el rock blanco de bandas como los Stones, Beach Boys, Pink Floyd y el rock afroamericano que siguió su cauce evolutivo encabezado por Sly Stone, James Brown, Betty Davis y George Clinton con un sonido que llamaron Funk.Por su parte el jazz tuvo múltiples escarceos con el rock principalmente a través de Miles Davis, la Mahavishnu Orchestra y Weather Report (ambas asociadas a Miles) que incorporaron un sonido eléctrico a su estética: las intervenciones de guitarra de John McLaughlin representan el sello de la época. Están documentadas las anécdotas protagonizadas por Betty Mabry en las que introduce a Miles al sonido de Sly Stone y James Brown. Herbie Hancock en su celebrado álbum Headhunters incluyó una rola de nombre "Sly" honrando a Sly Stone y evidenciando su influencia.
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El otro híbrido entre el jazz y el funk-rock es el que encabezaron los músicos que formaron parte de las disqueras Blue Note, Impulse y CTI. En ambas participó el genio del productor Creed Taylor, primero fundando Impulse y luego CTI (Creed Taylor International por sus siglas en inglés). El impacto de ambos sellos en el éxito del jazz-funk setentero está ampliamente documentado.Buena parte del éxito de ambos sellos radica en que Taylor fue capaz de reunir a un conjunto de músicos en el estudio que no tiene parangón. Nombres como Bob James, Deodato, Idris Muhammad, Ron Carter, Jack DeJohnette y Billy Cobham son sólo algunos de los pesos pesados que trabajaron para Taylor durante el clímax de CTI.Además de que el sonido jazz-funk se convertiría a la postre en un elemento indispensable para los productores de hip hop durante la niñez y adolescencia del género pretendidamente originario del Boogie Down Bronx, también influyó en músicos de otras latitudes.Si bien Tim Maia es considerado la piedra angular del soul-funk brasileño es importante mencionar la influencia de sellos como Blue Note y CTI en el funk del país sudamericano. Con Deodato, Walter Wanderley y Airto Moreira grabando en los Estados Unidos los músicos brasileños comenzaron a utilizar el sonido jazz-funk de Lou Donaldson, Quincy Jones y George Benson como inspiración.Dentro de los músicos brasileños que tuvieron éxito mezclando el jazz-funk americano y ritmos oriundos de Brasil podemos mencionar al subestimado pianista Dom Salvador cuyos álbumes son altamente codiciados por los cazadores de vinilos.
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Otra banda oscura que incursionó en el funk instrumental es la Aquarius Band y una de sus rolas más celebradas "Sultana" que incluye prominentes percusiones brasileñas que acompañan un teclado y guitarras súper funky.El hijo del célebre músico precursor brasileño Luis Gonzaga llamado cariñosamente Gonzaguinha es otra referencia en interpretación del jazz-funk brasileño que incorpora elementos de bossa y samba. Gonzaguinha falleció a principios de los noventa en un accidente automovilístico pero sus composiciones proveyeron del toque funk a Elis Regina y María Bethânia quienes echaron mano de su trabajo.Otro buen ejemplo es la rola "Big Splash" de Som Orlando Silveira y su banda que utilizaron elementos de la rola "Hey! Last Minute" de la banda funk mayormente instrumental originaria de Nueva Orleans The Meters.La combinación entre jazz-funk-rock y ritmos brasileños es una fórmula inagotable e infalible. Para los buscadores de discos encontrar ejemplares de este sonido resulta prácticamente como encontrar el Santo Grial además de que las pocas reediciones recientes han sido realizadas exclusivamente para el mercado brasileño. Así que si alguna vez mientras andan de rodillas respirando polvo milenario se encuentran con un disco de los nombre mencionados no duden en guardarlo.FB: GranRevancha / Twitter: @revancha_df / Instagram: revancha_df.