Los aceites de oliva infusionados invadieron prácticamente todas las cocinas suburbanas de las mamás de mediados de los años noventa. ¿Recuerdas esas botellas ingeniosamente etiquetadas de romero, ajo y tomillo que se veían como si hubieran sido lanzadas de un avión de carga toscano de tchotchke?En realidad no sabían muy bien. Y eso es porque no se suponía que deberían hacerlo.Lamentablemente, eso le da al aceite de oliva infusionado una mala reputación, que es completamente inmerecida. Puedes realzar cualquier platillo con un buen trago de aceite de oliva con hierbas, incluyendo a nuestra querida amiga cannabis.
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Maya Isabel de OM Edibles nos enseñó cómo hacerlo, y no podría ser más simple.En primer lugar, es necesario descarburar tu marihuana. (Aunque no es del todo necesario, sí aumenta los tipos de compuestos que estás buscando en una infusión de cannabis). Una vez que el paso se ha completado, ya tienes la mitad del camino andado.Después, añade cualquier otro ingrediente que quieras (Maya recomienda jengibre o ajo) a un frasco de conservas con tu cannabis descarburado.Pon el frasco en una olla grande con agua caliente (con algo para evitar que el fondo del frasco toque el fondo de la olla) y simplemente deja cocer durante un par de horas a fuego lento.Después de eso, enfría los frascos y cuela tus mercancías usadas, y adereza tus platillos favoritos. (Recuerda que debes refrigerar el aceite después de cocinarlo para prevenir el botulismo.)Son buenos tiempos, por supuesto.