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d'artagnan de san nicolás

André-Pierre Gignac, de ser el criticado 'Big-Mac' al temible D'Artagnan de San Nicolás

En Francia se burlaban de él diciéndole 'Big-Mac' por su supuesto sobre peso. En México, fue la apuesta más beneficiosa y grande que se ha hecho en años
Foto: Imago7

Cada seis meses se celebra en México el Régimen de Transferencias, mal llamado DRAFT, en el que los equipos de la Liga Bancomer MX y el Ascenso MX anuncian sus compras y ventas de futbolistas. Un 'tianguis' que funciona para que diversos promotores mundiales ofrezcan, algunos a precio de saldo y otros en cifras desorbitadas, a los jugadores que representan.

En cada uno de estos eventos, surgen nombres de jugadores importantes a nivel mundial, los cuales son supuestamente ofrecidos a los clubes aztecas para contratarlos. Así, en algún instante sonó David Beckham, Alessandro del Piero, Raúl, Diego Forlán o Robinho, entre muchos nombres. Futbolistas que trascienden por su importancia, pero que por una cuestión deportiva o económica terminan sin llegar a México.

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Por eso, cuando a mediados de junio del presente año sonó el nombre del francés André-Pierre Gignac para llegar a los Tigres de la UANL, absolutamente nadie creyó que la transferencia se generara. Y es que los nombres anteriormente citados definían una situación: futbolistas en declive y con edad alta. Sin embargo, en el caso del atacante de la selección gala, era todo lo contrario pues apenas tenía 29 años de edad y se encontraba en el mejor instante de su carrera con un 'grande' de la Ligue 1 como lo es el Olympique de Marsella.

Gignac venía de ser el cuarto mejor delantero en Francia durante la temporada 2014-2015. Había anotado 21 goles con el equipo del argentino Marcelo Bielsa, solo detrás de Alexandre Lacazette del Olympique de Lyon, así como de Zlatan Ibrahimovic y Edinson Cavani del PSG. Si bien nunca ha sido el delantero titular de Didier Deschamps en la selección francesa, si era un constante convocado para alternar el eje de ataque junto a Karim Benzema u Oliver Giroud.

Aquel 17 de junio de 2015, todo se develó. El que había sido solo un rumor, se confirmaba como una realidad. Tigres, uno de los equipos más poderosos económicamente de América, había contratado a André-Pierre Gignac para que fuera su gran figura en el torneo azteca, y su emblema internacional en el segundo semestre de la Copa Libertadores.

La incredulidad era palpable. La duda persistente. ¿Cómo un delantero de primer nivel, en un extraordinario momento de su carrera, apuntando quizá a su último gran contrato en Europa, con la carta de libertad y con ofertas de Inglaterra, España, Italia y Turquía, prefería venir a una liga de segundo o tercer nivel como el balompié azteca? Muchos creyeron que el francés vendría de vacaciones y a pasar un buen rato en Monterrey a cambio de un sueldo millonario, pero no fue así. Gignac vino por que él lo quiso, y a México llegó para conseguir lo que nunca antes había hecho en su vida: ser campeón.

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Increíble el recibimiento, gracias a todos los Libres y Lokos, a los Incomparables y a la ciudad Mty! Vamos a hacer grandes cosas #SoyTigre
— Gignac Andre-pierre (@10APG) junio 18, 2015

En Sudamérica todos hablaban de Tigres. A unos meses de la llegada de Ronaldinho a Querétaro, transferencia exitosa a nivel económico, pero un rotundo fiasco en lo deportivo, parecía que la apuesta de los regios era muy arriesgada y podía ser similar a la del crack brasileño. Su nivel no dejaba duda alguna, pero la adaptación a un futbol tan distinto al europeo era lo que mantenía un halo de incredulidad.

Tras dar un par de entrevistas a su llegada a México, posar con la playera de Tigres y asegurar que no venía más que a seguir incrementando logros en su carrera, la afición felina lo comenzó a adoptar como uno de los suyos, como su crack y su botón de acceso a algo grande en Copa Libertadores.

Fue el 22 de julio, a unas semanas de iniciar el Apertura 2015 cuando Gignac se dio a conocer en México. Un cabezazo potente en el partido de vuelta por las semifinales de la Copa Libertadores ante Internacional de Porto Alegre le dio al francés su primer tanto como jugador de Tigres. Lo hizo además en el Volcán Universitario, ante un clima cálido en Monterrey con la efervescencia de los 'Incomparables' como se le conoce a la hinchada del cuadro norteño.

Primer gol de Gignac en México. Foto: BBC

A partir de ese instante, todo fue dulzura. La directiva de Tigres se había comprometido a darle un equipo de elite a Ricardo Ferretti con André-Pierre Gignac como la cereza en el pastel. Por donde se le viera, ese club felino pintaba para hacer algo grande en Sudamérica y en México. Aquí, sin temor a dudas, eran la mejor plantilla que se había armado de cara al torneo azteca.

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Gignac no mintió. Vino a meter goles. Pero también, llegó a esforzarse, a sacrificarse, a correr como el que más y apoyar a sus compañeros. Su solidaridad y buen carácter en el equipo rápidamente le dio el cariño de la plantilla y seguidores. Y en otros lados, aceptaron que el francés dejó de ser una apuesta arriesgada para ser una contratación segura. ¿Por qué el resto no hace lo mismo que Tigres? ¿ Por qué otros no contratan a su Gignac?

El galo fue la contratación del torneo. El mejor. No le alcanzó para ser campeón de América en la Copa Libertadores, se quedó ahí, muy cerca ante un viejo lobo de mar como lo es River Plate. Pero en México, en la Liga, se volvió el referente de ataque y uno de los máximos goleadores del torneo. En total, metió 15 goles en 21 partidos de Liga y un tanto más en el torneo continental durante cuatro encuentros.

Pero más allá de todas esas satisfacciones que generó partido a partido, la contratación de Gignac estaba enfocada en títulos. Qué mejor que con un gol suyo, Tigres lograra ser el monarca de México. André-Pierre fue el anotador de ese solitario tanto en Ciudad Universitaria que le permitió a su equipo conquistar su cuarta estrella en la historia, y a él, su primera estrella en su currículum.

Hoy Gignac es un ídolo de México. Los aficionados de Tigres le dedican cánticos, sus hinchas le ponen a sus hijos el nombre del francés y él, como un buen ser agradecido, les devuelve el cariño con la seña de los 'Libres y Lokos' en pleno partido de Francia en el Stade de France. Casi nada.

Aquel día de los ataques terroristas en Paris, Gignac marcó gol y festejó con la seña de los 'Libres y Lokos', barra de Tigres

Su arribo se suma al de otras figuras que llegaron a México bajo un cartel importante y consiguieron ser campeones con sus equipos. Los últimos, el chileno Iván Zamorano y el argentino Claudio López, ambos con las Águilas del América.

Y además, abre la discusión sobre por qué no llegan más jugadores como él a México. Cada semestre, se contratan a decenas de futbolistas extranjeros que nunca terminan de rendir y que en seis meses terminan yéndose por la puerta de atrás de la Liga. Gastos poderosos que terminan siendo una mala inversión. Bien dicen, que lo barato sale caro.

Si un buen gasto representa traer a futbolistas como Gignac, ojalá los demás 17 clubes de México se arriesguen como lo hizo Tigres. Traer a un goleador que juega y hace jugar, que enseña y que se gana con su esfuerzo el cariño de la gente y el sueldo que le pagan. Hoy, disfruta de su título, ese que hace seis meses nadie pensó que un jugador como él pudiera levantar.