El dolor físico no es capaz de intimidar a la inigualable Marina Abramović, pero la angustia espiritual es otra cosa. En 2012, la artista viajó hasta Brasil en busca de un bálsamo para sus “problemas emocionales y personales”. Esta cruzada que le sirvió para encontrar la cura y la inspiración artística quedó plasmada en el documental Marina Abramović in Brazil: The Space In Between. Mientras recorre el país, visitando herbolarios y chamanes, sectas religiosas y hasta un cirujano psíquico, Abramović va en busca de nuestros antiguos remedios, como beber ayahuasca en medio de la jungla, que ella describe como “la peor experiencia de mi vida”. La cinta está disponible en Vimeo desde la semana pasada, y la puedes ver aquí abajo:
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Abramović, una de las artistas de performance más famosas del mundo, nunca ha tenido reparos en utilizar su cuerpo como base para su trabajo. Algunos de sus primeros trabajos se centraron en retos físicos, como metiendo 20 cuchillos entre los dedos de sus manos (Rhythm 10, 1973). Otras obras posteriores, como su famosa estancia de tres meses en el MoMA (The Artist Is Present, 2010), se centran en hazañas mentales y emocionales. “No hago cosas privadas, nunca las he hecho”, dice a The Creators Project. “Creo que para mí es muy importante que mi vida se convierta en un libro abierto para todo el mundo”.
The Space In Between no es ninguna excepción. Abramović participa en rituales que la dejan en una posición vulnerable y expuesta. En una de las escenas, donde aparece desnuda y cubierta de barro, la artista se esfuerza por romper un huevo que supuestamente ha la energía negativa de su cuerpo. Su grito gutural, mientras aprieta el huevo entre las palmas de las manos, es desgarrador. Sin embargo, someter a su cuerpo a estos sufrimientos está lejos de ser un acto masoquista. Para ella, es una forma de purgar el alma para poder crear algo nuevo.“Creo que una idea se presenta como un holograma, sale de la nada”, dice Abramović en el documental. “Me encanta vivr en el espacio de en medio. El espacio de en medio, para mí, es uno de los mejores lugares donde puede estar un artista. Ahí es donde dejas todas tus costumbres y te abres completamente al destino. Cuando todo es tan vulnerable, estás abierto a nuevas ideas, porque estás fuera de tu zona de confort”.
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En The Space In Between podemos ver el proceso creativo de Abramović. El film está dirijido por Marco Del Fiol, un cineasta que lleva más de 15 años documentando el trabajo de artistas contemporáneos como Olafur Eliasson, Isaac Julien y Marepe.
Aunque su vida y su trabajo se entrelazan de forma inevitable, algo que puede que no siempre quede patente en su performances es la humanidad de Abramović, y uno de los méritos de The Space In Between es que la muestra fuera de su arte, como una persona compleja y curiosa en busca de respuestas, como el resto de nosotros.“Quería vivir esta experiencia en un momento difícil mi vida. [El público] tiene que ver que si yo puedo sanarme, ellos también. Me convierto en un ejemplo para ellos”, dice Abramović. “Yo logré sanarme, pasé por esa experiencia y ahora soy libre. Y la verdad es que nunca me he sentido mejor que ahora. Estoy en un buen momento de mi vida”.
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