Derivados del río Fox de Peter HoffmanCombinar un negativo de película con un material poco convencional es una forma estupenda de crear arte, pues no solo se obtienen imágenes abstractas y fascinantes, sino que también te da la oportunidad de jugar con peligrosas substancias químicas o hacer algo por lo que en otras circunstancias te tomarían por un completo majareta.Este proceso también puede añadir una calidad sobrenatural a una imagen, cuando los negativos de la película reaccionan con la sustancia que el fotógrafo o artista le ha puesto en contacto.Para demostrarte lo impresionantes que pueden llegar a ser los resultados, te ofrecemos a continuación unos ejemplos y te animamos a que lo pruebes en casa, siempre bajo la supervisión de un adultoAlto voltaje y productos de limpiezaEl artista Phillip Stearns utiliza películas de color instantáneo y les aplica alto voltaje después de empaparlas con diversos productos de limpieza doméstica (vinagre, legía y ese tipo de cosas) para su serie titulada nada menos que Epitelio pigmentario retinal y otras tecnologías de la visión, reales o imaginadas. Los resultados parecen medusas manchadas de tinta o imágenes de un extraño mundo submarino visto a través de un microscópico. [vía]Fotos cortesía de Phillip StearnsGasolina, fuego y aguaPara la serie Derivados del río Fox Peter Hoffman decidió transformar las fotos que hizo del río Fox River en Chicago empapando los negativos con gasolina y prendiéndoles fuego. Luego los sumergió en agua para evitar que se destruyeran por completo. [vía]Fotos cortesía de Peter HoffmanTracto digestivo humanoLos estudiantes Luke Evans y Josh Lake se tragaron cuadrados de película de 35mm y luego dejaron que sus cuerpos hicieran el resto para su serie De dentro hacia fuera. Esta gran aventura provocó unas marcas en la película, que luego se recuperó y escaneó con ayuda de un microscopio electrónico.Fotos cortesía de Luke Evans y Josh LakeTracto digestivo de una cámara polaroidSi alguna vez has comprado una cámara rota, te habrás sentido molesto. Sin embargo, el fotógrafo William Miller decidió utilizar esta desgracia a su favor. La Polaroid SX-70 tenía un defecto que hacía que la película se atascara en las tripas del mecanismo de este clásico de los 70. Tras averiguar cómo podía controlar eso, creó una serie de imágenes eternas titulada Polaroids fallidas, llena de belleza distorsionada y fantástica. [vía]@stewart23rdTraducción de Rosa Gregori.
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