Filibusterismo con Willie D - Legalicen las drogas

El consumo de drogas ilegales es una epidemia global. La Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito concluyó, en su Informe Mundial sobre las Drogas 2011, que unas 272 millones de personas de entre 15 y 64 años consumieron drogas el año anterior. Lo que implica que tenemos más pachecos de los que imaginamos, viajando por ahí. Apuesto que no sabías que más personas mueren por el abuso de medicamentos recetados que por heroína y cocaína combinadas, pero esa es otra historia…

Todos sabemos que Estados Unidos no habla en serio cuando dice que pretende ganar la "Guerra contra las drogas". Piénsalo. Si Estados Unidos tiene la inteligencia militar y el poderío para invadir un país y rastrear a su presidente hasta un agujero en una granja perdida, es evidente que podrían evitar que un barco, camión o avión cargado de droga cruce sus fronteras.

El problema es que hay demasiadas personas con intereses en el mercado de las drogas ilegales; no sólo en Estados Unidos, sino en todo el mundo. La primera línea de corrupción son los empleados del gobierno, como la patrulla fronteriza y los inspectores, quienes se hacen de la vista gorda y aceptan sobornos de los cárteles y otros traficantes. Una vez que las drogas llegan a las manos de los dealers locales, los policías corruptos, políticos, grupos de interés y compañías que invierten en las prisiones, aceptan sobornos y empiezan a vivir a expensas de las personas condenadas por crímenes relacionados con las drogas, y de sus familiares.

Los que apoyan la Guerra contra las drogas respaldan su causa señalando que el crimen, los defectos de nacimiento, y las presiones financieras que padecen los servicios de salud, son producto del tráfico de drogas. Sólo en México, 34,612 personas fueron asesinadas por violencia relacionada con las drogas en 2011. Cuando las personas escuchan este tipo de reportajes o leen sobre un asesinato brutal resultado de un negocio con drogas que se salió de control, o de un crimen cometido por un sujeto drogado, le dan a los defensores del movimiento antidrogas todas las armas que necesitan para decir: "¿Lo ven?, por eso necesitamos encerrarlos a todos y arrojar la llave por la ventana".

Si Estados Unidos realmente quiere erradicar el problema de las drogas ilegales, tienen que dejar de enviar estos mensajes confusos y bipolares. Por un lado permiten que las drogas entren a su país, y por el otro castigan a los individuos que la usan, venden y distribuyen. No tienen ningún problema para atrapar y encerrar a la base de la cadena alimenticia, pero rara vez atrapan a los peces gordos. Desde que este artículo fue publicado, el mundo se ríe de Estados Unidos porque pueden ver la hipocresía. Sería mucho más fácil vender el proyecto de la guerra contra las drogas si Estados Unidos hiciera las cosas bien en su propia casa para empezar. Mi propuesta para acabar con esta locura es la siguiente:

El plan de Willie D
¡Legalizar esas madres! Venderlas en los mostradores, poner restricciones de edad y cobrar impuestos como se hace con el resto de las drogas legales. La idea de un Estados Unidos libre de drogas o, para tal caso, de cualquier país libre de drogas es, como diría Mike Tyson, ridícula. El mundo está frío y el infierno caliente; la gente lidia con la adversidad de diversas formas. Algunos corren o meditan para aliviar su estrés. Algunos, como yo, preferimos coger. Después están aquellos que simplemente quieren ponerse pendejos. No puedes evitar que alguien que quiere ponerse hasta el pito lo haga, así como no puedes evitar que el sol salga en las mañanas. Por lo tanto, mientras la sociedad quiera seguir quemándose el cerebro, el tráfico seguirá existiendo sin importar la severdiad de las consecuencias. Simplemente hay demasiado dinero involucrado.

La legalización de las drogas reduciría los costos a tal grado que los dealers se quedarían sin negocio; nunca podrían competir contra los precios de Walmart. De igual forma, los crímenes relacionados con el mercado de las drogas se verán reducidos, como sucedió después de la Prohibición. Además, el dinero destinado a la persecución de los crímenes por drogas se podría destinar al presupuesto anual y así ayudar a financiar programas de rehabilitación y prevención sin la necesidad de recurrir a fondos externos.

Los narcotraficantes se van a encabronar, pero después de un rato se les pasará. Muchos de los traficantes que conozco tienen mentalidad de empresarios, y no les molesta trabajar horas extra. Si aplican esa misma ética de trabajo a un negocio legal, serán imparables. El empresario promedio sería incapaz de competir con ellos. ¿Cuántos empresarios conoces que estén dispuestos a sacrificar a sus familias o su libertad por dinero?

Estados Unidos, hay más personas en tus prisiones por crímenes relacionados con la drogas, que ciudadanos en algunos países. Al igual que un hombre cojo intentando patearle el trasero a alguien, esta pendejada nunca va a funcionar. Intenten algo más.

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