FYI.

This story is over 5 years old.

Música

Camino a la perdición (o casi)

High On Fire y su encontronazo con la Ley.

Foto de Christoph Voy Matt Pike, guitarrista y líder espiritual de High On Fire, ya dejó antes una profunda huella a bordo de los legendarios Sleep. Editaron tres discos densos y monumentales, pusieron el stoner doom patas arriba y, de repente, partieron peras entre rumores de crisis nerviosas, estudios bíblicos y reclusiones monásticas. Pike se lió la manta a la cabeza, reclutó una nueva sección rítmica y, en un momento de inspiración luciferina, se dio cuenta de que Discharge haciendo versiones de Iron Maiden habría sonado de puta madre. Tenía razón, por supuesto, y la vigencia de esa premisa ha sido lo mejor de los nueve años que lleva girando en furgoneta por todo el mundo tocando en salas de toda calaña y reventándonos las cabezas. High On Fire es, sin duda, una de las bandas más currantes del planeta. Los interceptamos en Berlín para charlar sobre los peligros de la carretera. Vice: ¿Cuál es la cosa más jodida que has visto o has hecho en la carretera? Matt: Le di esquinazo a una tía en el aeropuerto hace poco pero, bueno, creo que hecho cosas más chungas que eso. Y quizá no debería hablar de ello. Roadie: Cuéntale lo del laboratorio de metanfetamina y los helicópteros. Des: Vale, una vez estábamos conduciendo en dirección a Los Angeles y nos detuvimos en una parada de camiones… Matt (interrumpiendo): ¡Hostia puta! Des: …y supongo que miré de la forma equivocada a un garrulo californiano o yo qué sé… Matt (interrumpiendo otra vez): No, tío, lo que pasó es que George y yo empezamos a hacer el gilipollas, peleando medio en broma medio en serio, y un pavo se quiso meter por medio y George y él se acabaron enzarzando. Des: Así que ese tío seguramente llamó a su hermano que trabaja en la Patrulla de Carreteras de California y, cuando nos volvimos a poner en marcha vimos un helicóptero que venía hacia nosotros apuntándonos con un potente foco y, bueno, básicamente cortaron la autopista, nos sacaron de la furgoneta y nos estuvieron apuntando con todo tipo de armas como unos 40 minutos. Matt: Eran como un comando de la DEA o los SWAT. Nos apuntaban con unos fusiles de combate que parecían M14, tío, no eran armas normales. Esos tipos estaban realmente dispuestos a freírnos. Salí de la furgoneta sin camiseta y sin zapatos, en plan “Vamos, tíos, ¿cómo puedo suponer yo amenaza alguna?”. Des: Abrieron el trailer y metieron a un pastor alemán, y a dos de nosotros nos dejaron esposados en los asientos traseros de un coche de la policía. Entonces nuestro tío del merchandising va y me dice “eh, tío, ¿dónde debería esconder la marihuana?”, y yo le contesté “¿Por qué no cierras la puta boca? ¡Tienen micrófonos aquí dentro!”. Fue entonces cuando vi que el perro seguía husmeando dentro del trailer, pero lo único que hizo fue volverse loco con un trozo de esponja que yo tenía dentro del bombo. Vice: ¿Encontraron la maría? Todos: ¡No! Matt: Y había latas de cerveza por todas partes porque nos habíamos pasado todo el viaje emborrachándonos. Yo creo que eran concientes de que la habían cagado hasta el fondo con nosotros, se habían pasado tres pueblos con todo ese numerito, y por eso ni siquiera nos multaron por conducir borrachos. Un ayudante del sheriff se acercó a Des en plan “Mira, tío, si queréis emprender alguna acción legal, aquí tenéis mi tarjeta”. La habían cagado bien cagada. Des: En realidad buscaban metanfetamina. Matt: Algo gordo. Fue una pasada. Vice: JO-DER. NATHAN