Las relaciones diplomáticas de Cuba están en manos de bandas metaleras

Para tocar en SXSW, un sinfín de músicos tienen que pedir vacaciones, comprar boletos de avión, y hacer todo lo posible por encontrar hospedaje cerca de Austin. Para otros, llegar al festival de música involucra otro nivel de sacrificio.

Cuatro días antes de su presentación del 16 de marzo en The Jr., las bandas cubanas de metal Ancestor, Agonizer y Escape salieron de Miami en dos camionetas atiborradas (17 personas más equipo) en una peregrinación de 20 horas hasta Austin, donde se convirtieron en los primeros grupos de metal extremo cubanos en tocar en Estados Unidos. No hay muchos vuelos de Cuba a Estados Unidos, y la mayoría hacen escala en Miami, donde hay un enorme comunidad cubana. Conseguir un vuelo directo a Texas es imposible. Poder hacer reservaciones ni siquiera es la parte difícil.

“Le mentimos al gobierno cubano sobre el tipo de música que tocamos en muchas de las formas que tuvimos que llenar para poder venir aquí”, dice Joel Kaos, bajista de Ancestor. “Todo este viaje ha sido difícil. El papeleo con nuestro gobierno tardó tres meses en ser aprobado. Después, una semana antes de llegar aquí, se cayó todo el viaje. Alguien en el Ministerio de Relaciones Internacionales no recibió un documento a tiempo. Pero a la mañana siguiente, la embajada llamó y todo se resolvió. Ha sido un viaje de locos”.

“Todo el proceso ha involucrado un sacrificio de parte de todos”, agrega el manager de Agonizer y Ancestor, Alex Sanchez Salazar, quien también es coeditor de la revista cubana de metal, Scriptorium. “Algunos músicos vendieron computadoras, otros vendieron equipo para conseguir el dinero para pagar por lo menos los boletos de avión y las visas. Pero estamos muy felices de estar aquí y sabemos que es una gran oportunidad para que la gente y los metaleros y todos nos vean, y aprendan sobre el metal cubano”.

El largo retraso en este intercambio cultural se debió a una complicada relación política entre Cuba y Estados Unidos, y a 50 años de embargos entre ambos países. Pero durante las últimas dos décadas, la escena metalera en Cuba ha crecido a puertas cerradas. Este año, Agonizer celebra su 20 aniversario como banda, Escape existe desde el 2000, y los miembros de Ancestor también llevan más de una década tocando black metal. Ahora, Escape, Agonizer, y Ancestor esperar romper la barrera que ha existido por tanto tiempo y derribar las puertas para que otros puedan salir.

“Estamos haciendo historia, hermano”, dice Kaos, con la voz llena de orgullo. “Es una aventura que nunca antes habíamos experimentado. Lo más especial de todo es que estamos representando a muchas otras bandas y músicos que no pueden estar aquí por problemas económicos en nuestro país natal. Son nuestros hermanos y estarán en nuestros corazones cuando toquemos en el festival”.

En varias ocasiones a lo largo del último año, parecía que las tres bandas cubanas se quedarían atrapadas en la isla, pero había una fuerza mayor que los jalaba hacia Estados Unidos. El periodista y escritor Dave Peisner abrió la puerta el año pasado cuando escribió una historia para la revista SPIN sobre la música extrema cubana. Los músicos en Cuba no pueden salir de su país a menos que tengan una presentación agendada, así que Peisner les habló sobre SXSW y sugirió una noche de metal cubano a los organizadores del festival, a quienes les entusiasmo la idea. Horas antes del concierto de este año, Peisner fue el moderador en el panel de discusión "Red Menace: Cuba's Heavy Metal Underground", en el que participaron músicos e individuos que ayudaron a organizar el evento.

Dos personas que lucharon fervientemente por el show fueron el ex tecladista de Escape, Jenny Hernández, quien emigró a Estados Unidos en 2010, y Tracey Noelle Luz, quien fundó la organización Unblock the Rock tras filmar un documental en Cuba sobre Escape llamado They Will Be Heard. El grupo de Luz trabajó con los músicos para conseguir las visas y les ayudó con el papeleo para el viaje. Unblock the Rock también pidió donaciones y vendió una compilación llamada The Red Album que incluía canciones donadas por Eyehategod, Supersuckers y Black Tusk para ayudar con los gastos.

También vital para el éxito del show fue Alicia Zertuche, coordinadora en SXSW, quien trabajó con abogados, miembros del congreso y la embajada estadunidense para garantizar que los músicos pudieran entrar al país. Para Kaos, el esfuerzo necesario para traer a unas pocas bandas de La Habana a Austin es simplemente ridículo.

“Mucho arte cubano llega a Miami y Estados Unidos todo el tiempo, pero el metal sigue siendo la música del enemigo en nuestro país”, dice. “Tenemos algunas escenas y conciertos, pero todavía es muy difícil grabar un buen disco y conseguir las oportunidades que tienen las otras bandas de música cubana tradicional”.

La razón principal por la que las bandas de metal cubano han desarrollado una reputación por montar grandes shows en vivo es porque suelen invertir muchas horas practicando para cuando se presenten nuevas oportunidades. “Las bandas cubanas no graban con tanta frecuencia”, dice Sánchez Salazar. “La mejor forma de grabar para una banda cubana es en el escenario. Hacen las cosas de manera muy precisa, porque la oportunidad para grabar un álbum no se presenta con frecuencia. No hay tantos recursos”.

Kaos dice que en La Habana es difícil encontrar nuevos estrenos occidentales y no puede depender del internet para descubrir a nuevas bandas, ya que todavía tiene un modem telefónico que tarda 30 minutos en abrir Gmail y Facebook. Es como si nuestro país estuviera 30 detrás del resto del mundo. Es como un rueda que gira hacia atrás”.

A diferencia de las bandas que asisten a SXSW para conseguir un contrato, Agonizer y Ancestor están más interesados en crear conciencia. “Queremos dar un gran concierto y exponer a la escena del metal cubano”, dice Sánchez Salazar. “Si logramos hacer eso, vamos a estar muy felices, y vamos a pasarla bien y a tomar mucho”.

Bandas de metal cubano de calidad que no pudieron hacer el viaje a SXSW: Tendencia, Combat Noise, Zeus, FireHaze, Protesys, Switch, Grinder Carnage, Resistenzia, The One Who Bleeds, Narbeleth, Spectral, SevenSins, Chlover.

Jon Wiederhorn es coautor del libro Louder Than Hell: the Definitive Oral History of Metal, que saldrá a la venta el 14 de mayo.

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