Las mujeres de Gaza no abandonan sus sueños
Doaa en la habitación de una amiga. Las chicas que no están casadas tienen pocos sitios donde puedan ser ellas mismas. Las habitaciones y los coches particulares se convierten en santuarios donde pueden cantar y bailar sin ser juzgadas por la gente o por sus propias familias. Todas las fotografías por Monique Jacques

FYI.

This story is over 5 years old.

Palestina

Las mujeres de Gaza no abandonan sus sueños

Mónica Jaques, con su proyecto 'Gaza Girls', pretende empatizar más con la región.

En 2012, la fotoperiodista turca Monique Jaques viajó a la Franja de Gaza para investigar a fondo la Operación Pilar Defensivo, uno de los innumerables conflictos entre las Fuerzas de Defensa de Israel y Hamás. Lo que debía ser una misión de ocho días se convirtió en un proyecto personal de cinco años. Gaza Girls: Growing Up in the Gaza Strip (Chicas de Gaza, crecer en la Franja de Gaza) ofrece detalles sobre las vidas de mujeres jóvenes que crecen y llegan a la mayoría de edad en la convulsionada región. A Jaques le motivó la tenacidad, determinación y pasión que mostraban las chicas a pesar de las adversidades a las que se enfrentaban a diario.

Publicidad

Nisreen Shawa, trabajadora de la fundación Palestinian Medical Relief en la escuela Hamza Bin Abd-el Muttalib, donde realizan terapia artística y ejercicios con las niñas después de los bombardeos

"Gaza es un territorio peligroso, y crecer aquí no es fácil. Es un distrito de 72 kilómetros cuadrados, aislado por imponentes muros de hormigón, montones de alambres de espinos y soldados extranjeros patrullando hasta el último rincón", recuerda Jaques sobre el tiempo que pasó allí. "Tras años de bloqueos militares y de restricciones para viajar, el territorio ha quedado aislado y hermético al resto del mundo. Por la noche te adormece el zumbido constante de los drones, siempre vigilando. Desde la playa pueden verse las luces de Israel, una tierra que nunca pisarás, pues las barreras y la vigilancia son extremas".

Una chica presume de sus uñas pintadas con la bandera de Palestina después de unos bombardeos recientes

Doaa en la habitación de una amiga. Las chicas que no están casadas tienen pocos sitios donde puedan ser ellas mismas. Las habitaciones y los coches particulares se convierten en santuarios donde pueden cantar y bailar sin ser juzgadas por la gente o por sus propias familias

Horas después de finalizar un enfrentamiento entre Hamás e Israel, los habitantes de Gaza retoman sus vidas. Las tiendas abren y las familias salen a ver el destrozo provocado por los bombardeos

El resultado es un escrutinio y una presión constantes. La Franja de Gaza, casi dos veces más grande que Washington D.C. y hogar de más de dos millones de personas, está superpoblada y, según explica Jaques, en alguna ocasión se la ha comparado con una prisión al aire libre. Viven muy cerca unos de otros, y extensas familias habitan bajo un mismo techo, hay poca intimidad. "A eso añádele que su religión es el islam conservador, y que las familias son aburridas y lo único que hacen es cotillear unos de otros. Esto hace que las chicas, que intentan saber qué quieren ahcer de su vida, se sientan muy presionadas", comenta Jaques.

Publicidad

Un centro de estética en Gaza, donde las mujeres van a arreglarse el pelo, las uñas y maquillarse para las bodas. En muchas familias, a una mujer no se le permite que un hombre ajeno a la familia la vea sin velo, así que los centros de estética son solo para mujeres

Para Jaques, el objetivo de este proyecto no fue solo encontrar a chicas jóvenes para fotografiarlas y punto, sino crear lazos con ellas. "Me lo tomé con calma, hablé con las chicas y las conocí bien antes de empezar a fotografiarlas. A muchas de ellas las he conocido con el paso de los años, y siempre estoy conociendo gente nueva". Como no tenía plazo de entrega del trabajo, Jaques pudo dedicarle el tiempo que necesitó para hacer el proyecto más personal. Su parte favorita ha sido volver a Gaza para ver cómo han crecido y cómo han cambiado sus vidas. "Hace dos semanas, cuando volví, ¡una de las chicas que había fotografiado había tenido un bebé!".

Estudiantes de medicina de la Universidad Islámica se toman un descanso en el ala de maternidad, en el hospital Al-Shifa (Gaza)

Jaques espera que Gaza Girls muestre una de las caras menos conocidas de un conflicto realmente complicado, y que la gente comprenda mejor a esta región y sienta más empatía. "Al fin y al cabo, ellas solo son chicas como tú y como yo", expresa Jaques. "Están viviendo una situación terrible, pero sueñan igual que nosotras".

Yara y su hermano esperan a que su padre vuelva con un kebab como regalo justo después de que haya acabado un conflicto

Después de interactuar y conocer a las chicas de Gaza, Jaques descubrió que las jovencitas a quienes fotografió compartían muchas similitudes con ella cuando era más joven. Se interesaban por la ropa y el maquillaje, y querían gustar a los chicos en el colegio. "Ellas tienen el deseo de viajar y explorar, de ser independientes, como me pasaba a mí a su edad", dice Jaques. "Pero mientras en el resto del mundo tenemos la posibilidad de descubrir esos sueños y hacerlos realidad, ellas no pueden".

Publicidad

Puedes comprar 'Gaza Girls' aquí , y seguir a Clara Mokri y Monique Jaques en Instagram.Sigue hacia abajo para ver más fotos de 'Gaza Girls':

Hadeel Fawzy Abushar, 25 años, graba una canción en un estudio en Gaza. Pocas cantantes forman su propia familia, y el gobierno no valora su profesión. Hadeel se inició en el canto a los doce años, siguiendo los pasos de sus hermanas, todas cantantes

Madleen Koolab lleva a los gazatís a dar paseos en su barco, el cual utiliza durante la semana para pescar, los jueves por la noche. Es típico dedicar esa noche a la familia

Para muchos gazatís, el mar es el único lugar donde no se acuerdan de que viven aislados. Sabah Abu Gahnem, de 14 años, y su hermana hacen surf a primera hora de la mañana a las afueras de Gaza. Las hermanas suelen quedar primeras en muchas competiciones celebradas en la Franja pero no han salido nunca de la región para competir

Maniquís exhibiendo la ropa que hay en una tienda cerca de la calle principal de Gaza

Dos chicas miran la puesta de sol en el puerto de Gaza. Vivir en Gaza es duro, pero siendo mujer lo es mucho más

Yara y sus amigas preparan un baile durante un apagón. El carbón es escaso en Gaza, y muchas familias solo reciben entre seis y ocho horas de electricidad al día

Un teléfono en forma de labios y una alfombrilla para rezar en la esquina durante un apagón

Una mujer camina al lado de un mural que se opone a la violencia doméstica fuera del hospital Al-Shifa. Según un estudio del 2012, un 37 por ciento de mujeres sufre violencia machista por parte de sus maridos

Niñas jugando a fútbol en un pueblo del norte de Gaza, Beit Lahiyah. Las mujeres en Gaza suelen practicar todo tipo de deportes hasta los 16. En ese momento, la familia las obliga a dejar el deporte para empezar a buscar marido.