¿Alguna vez has dejado que un tipo barbado meta tu pito en su garganta profunda en algún sendero del bosque? ¿Has sido manoseado por un papá a quien le gustan los devaneos discretos debajo del viejo abeto? Si respondiste afirmativamente a alguna de estas preguntas, posiblemente seas un homosexual promiscuo que merodea por ahí buscando sexo. En otras palabras, un cruzado legítimo en una misión acalorada en busca de pito. Y mientras aplaudimos que lo hagas, por Dios, no queremos estar cerca de donde se lleve a cabo. Podríamos, en todo caso, dejarnos convencer de ver fotos, sólo si un fotógrafo competente hace un buen álbum.
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Afortunadamente, Chad States lo ha hecho posible para todos aquellos a quienes les guste sorprender a dos hombres maduros gruñiendo como aquél tipo que se coge a otro en Amarga pesadilla, excepto que en este caso ambos (¡o los tres!) realmente sí desean chillar como cerdos. Cruising es un viaje voyeurista hacia el secreto del mundo de la intimidad anónimo-a-anónimo. La manera en la que Chad usa la luz, el follaje y la composición hacen de Cruising (lo que él mismo define como una “historia de amor”) extrañamente romántica, a pesar de que se sienta como una versión de ¿Dónde está Waldo? con Waldo sustituido por un güey peludo con al acecho entre los arbustos.Fotos de
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