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R. CRUMB. RECUERDOS Y OPINIONES A Crumb lo he loado tantas veces--lo hemos hecho todos--que no sé ya qué decir de este otro libro sobre el hombre más allá de recomendarlo vivamente. Los iniciados en la obra del viejo cascarrabias nacido en...

R. CRUMB. RECUERDOS Y OPINIONES

Robert Crumb y Peter Poplaski

Global Rhythm Press

A Crumb lo he loado tantas veces—lo hemos hecho todos—que no sé ya qué decir de este otro libro sobre el hombre más allá de recomendarlo vivamente. Los iniciados en la obra del viejo cascarrabias nacido en Filadelfia hace más de sesenta años, misántropo clarividente, dibujante superdotado, estandarte del

underground

original yanqui y admirable pervertido sexual, gustarán de escucharle una vez más confesarse aquí como lo hace siempre, con honestidad y caiga quien caiga, capitulado en grandes temas como el MIEDO, la CLARIDAD, el PODER o la VEJEZ. Los neófitos han de saber que la mirada del tipo es valorativa y desdeñosa, a menudo por defecto pero casi siempre bien fundada; que parte del eje del ego, contempla todos los miedos que conforman su naturaleza hipersensible y concluye en que el mundo ha derivado en poco más que una mierda pinchada en un palo y que la especie humana, en suma, es poco menos que un error. También recuerda su niñez, sus viajes en ácido, lamenta el advenimiento de la fama, reflexiona sobre lo visual, matiza acerca de la incapacidad de la mayoría de la gente no sólo para ver sino para “mirar”, y conviene con nosotros que la palabra “ARTE” es una patraña mayúscula, un camelo difundido por farsantes subvencionados e incapaces. Tomados y dispuestos en 2005 por el pintor Peter Poplaski, estos

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Recuerdos y opiniones

, en fin, entroncan no sólo con la película documental que dirigió Terry Zwigoff sino con toda la obra del autor, y cuentan entre sus aciertos con una maqueta minada de material inédito, fotografías, documentación histórica y una selección de historietas breves que van replicando y secundando las ideas y la memoria. Flaquea un tanto en el apartado de la rotulación (que en el caso de Crumb implica un plus de dificultad), un problema que hoy menudea con el acercamiento de varias editoriales generalistas al ámbito del cómic, pero el conjunto es un libro maravilloso, como todos los que llevan el nombre del autor, y la espléndida edición se redondea con la inclusión de un CD en el que escuchar al dibujante tocando el banjo en varios temas de música rancia interpretados por sus bandas The Cheap Suit Serenaders, la Keep-on-Truckin’ Orchestra, Les Primitifs Du Futur o la mismísima The Crumb Family.

RUBÉN LARDÍN

KARMA CHUNGO. EL BUDISMO BASURA EN 15 CUENTOS Y UN KOAN

Ji Ha Chol

CatáLogo

A toda presunta enseñanza de altura hay que pedirle unos mínimos para poder llegar a considerarla tal. Que te ponga la cabeza del revés es el síntoma claro de que aquello va a alguna parte o está removiendo principios. Luego ya estudiaremos las aplicaciones. Este opúsculo irreverente que no alcanzo a comprender en toda su entidad, una antología de parábolas que mantiene intactas moralejas zen como que “los pensamientos personales limitan, categorizan y complican”, tiene esa virtud primera de girarte la pelota a partir de lo que el prologuista Mike Ibáñez llama meditación compulsiva, sin contemplaciones y a caraperro. Sostiene Ibáñez, lúcido y santo varón, que el Junk Buddhism, el budismo chatarra o basura, “

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surge de una revelación provocada por los atentados de los taliban contra los Budas de Bamyan, las enormes estatuas Buda en territorio afgano destruidas en marzo de 2001 como un simbólico aperitivo del 11-S

”. El budismo, o más bien la soplapollez inercial que conlleva entender sus preceptos como dogmas y panaceas, queda al descubierto y vejada en esta sátira deslenguada, chabacana y mordaz, donde príncipes hindúes blanden cimitarras contra ermitaños, hombres honrados degluten paellas transgénicas y venerables monjes son incitados a romper bullates pubescentes. Karma Chungo inaugura así la colección cataLogos, una iniciativa del portal de libros de ocasión y descatalogados www.catalibros.com, que distribuye el librito en exclusiva a través de internet. El maestro Ji Ha Chol te lo cuenta clarinete: “

La historia, la leyenda conduce a una verdad profunda y lleva en ella un sentido eterno. ¿O es interno? ¿Externo? ¿De qué cojones estoy hablando?

RUBÉN LARDÍN

Pal D. Ekran

La Fábrica

La venganza mola. La primera vez que pude paladearla tendría unos 17 años. Fue en agosto. Vi cómo un reputado macarra de mi pueblo, alias León, aparcaba su moto de 500cc y se dirigía, cogidito de la mano de su novia culona, hacia una terracita en la que todo el garrulerío local, vestido de domingo, sorbía granizados de limón. León era el hijo de mala madre que cinco años antes, esto es, cuando yo tenía 12 y él 16, me había obsequiado con una pedrada en toda la cara en el patio del colegio. Rediós, cómo dolía. Aún puedo oír las risotadas de León y sus colegas. En fin, que tras estudiar detenidamente la rutina dominical de León, CINCO AÑOS después de la pedrada, le prendí fuego a su chanante Honda CB. Nunca supo quién había sido. Jódete, León. Jódete mil veces.

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Desde entonces he podido consumar alguna que otra

vendetta

a la par que en el estante de los DVDs se iban acumulando clásicos del revanchismo como

Death Wish

y

Hasta que llegó su hora

(con Charles Bronson),

La venganza es mía

(Ernest Borgnine) y

La venganza de Ulzana

(Burt Lancaster). He mantenido agotadoras discusiones sobre la Ley del Talión con mi novia medio budista y he leído con asco ensayos que degradan la venganza a la categoría de “pasión estéril” que en ocasiones “roza la psicopatía”.

Algo he aprendido en todo este tiempo: debo mejorar en materia de planificación, seguridad y ejecución y, por supuesto, debo ser más creativo. Os figuraréis, pues, la alegría y la avidez con las que devoré este

Manual de la Venganza

. Su autor, el noruego Pal D. Ekran, extracta aquí lo mejor de la

brainstorming

global que supuso alt.revenge. Se cura en salud diciendo que si nos tomamos el libro como una mera fuente de diversión intelectual, mejor. Pero alguien que invirtió seis años en la confección de tan didáctico, terapéutico e ingenioso catálogo de represalias (de todos los tamaños) me sabrá disculpar si algún día llevo a la práctica algunas de las ideas que he subrayado de los capítulos El Coche, Servicio Postal, Destrozar Bodas, Cosas Pegajosas y Cosas Que Explotan.

ALARMA SOCIAL

Disponible en The Watergate. Pl. Vicenç Martorell, 2. BCN. www.watergatebcn.com