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Drogas

¿Cómo es alucinar de privación de sueño?

Una mirada a la ciencia detrás de la sicosis.
Image via Flickr user DonJinTX

Imagen via usuario DonJinTX de Flickr

Después de que el senado estadounidense prohibiera las técnicas de interrogación pos 9/11, empecé a leer un poco sobre la privación de sueño. Un documento desclasificado recientemente dice que "por lo menos cinco detenidos sufrieron alucinaciones perturbadoras durante prolongados periodos de privación de sueño". Esto me llevó a preguntarme cómo son esas alucinaciones y por qué quedarse despierto por tanto tiempo las causa.

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Para encontrar una respuesta contacté primero a Danny Eckert, especialista en neurociencia y sueño, y profesor asociado de la Universidad de New South Wales. Según él, necesitamos dormir porque durante el día, cuando las células respiran, producen desechos químicos. Aunque existe un debate sobre cuáles de estos químicos contribuyen a la fatiga, hay consenso sobre uno llamado adenosina. "Cuando la gente se queda despierta por mucho tiempo, la adenosina se acumula en el cerebro", explica el Profesor Eckert. "Y un exceso de este químico puede causar alucinaciones".

Si estudiaste biología en el colegio tal vez te acuerdes de que la respiración celular es el proceso en el que la glucosa se convierte en trifosfato de adenosina (ATP), un ácido que nuestro cuerpo usa como energía. Lo que es realmente interesante es que la adenosina —el eje molecular del ATP— nos pone a dormir. Es más, se ha demostrado que al inyectar animales con adenosina estos entran en un estado de inconsciencia casi inmediato, y que estimulantes como el café funcionan bloqueando los receptores de adenosina.

A pesar de esto, muchos científicos niegan que la adenosina puede inducir alucinaciones. De hecho, el Dr. Sean P. A. Drummond, un científico de neurología de la Universidad de Monash, insiste en que depende de una predisposición genética. "Si alguien es vulnerable a la psicosis, entonces la privación de sueño puede exacerbar los síntomas psicóticos", explica. "Al resto de la gente, esto no le sucede".

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Jess Vlaanderen, en el quinto dia de su experimento

Jess Vlaanderen, de Nueva Zelanda, experimentó quedarse despierta por prolongados periodos de tiempo. En 2012, empezó a investigar los sueños lúcidos mirando videos en YouTube hechos por Giz Edwards, un entusiasta del tema. Giz pasó mucho tiempo indagando en la intersección entre el sueño y las alucinaciones, y esto inspiró a Jess a mantenerse despierta por 110 horas —alrededor de cuatro días y medio— para después subir una serie a YouTube acerca de su experiencia.

Según Jess, su experimento era principalmente para evaluar su propia fuerza de voluntad y descubrir si era posible alucinar sin usar drogas. Descubrió que lo era. "Algunas de las imágenes me recordaron una experiencia con ayahuasca", dijo. "Me pareció ver un universo colorido y complejo al frente mío, aunque estaba despierta, era muy surreal".

Es como estar en una caricatura. La gente y los objetos se vuelven muy cómicos.

Jess también me contó que experimentó algo llamado ataque focal, lo cual se asocia normalmente con la epilepsia. La Librería Nacional de Estados Unidos lista síntomas como "miradas al vacío con ocasionales movimientos repetitivos, como pellizcar la ropa o morderse los labios", también incluye contracciones musculares y pérdida de la memoria. Efectivamente Jess admite que no se acuerda de su ataque: "Mi amigo me dijo que me fui. Que estaba moviendo la cabeza de lado a lado y hablándole a él al mismo tiempo. Después no podía parar de reír".

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Cuando le pedí que describiera su experiencia, me dijo que la necesidad de dormir era abrumadora, pero que las imágenes eran placenteras. "Lo mas fácil fueron las primeras 24 horas. Después se puso cada vez mas difícil. Es como estar en una caricatura. La gente y los objetos se vuelven muy cómicos, y aluciné bastante. Los carros flotaban, las sombras colgaban de los árboles, en la calle me perseguían los zombies. Creía poder controlar las nubes, que mutaban. Y cuando fui al supermercado los productos me seguían y las repisas tambaleaban".

Aunque era consciente de los riesgos, Jess nunca tuvo miedo de los efectos a largo plazo. Como mencionó el presidente de la Asociación Australiana del Sueño, el Profesor Nicholas Antic, la privación de sueño "es ciertamente peligrosa". Según él, "al dormir expulsas desechos del cerebro a través del sistema linfático y es muy peligroso que estos se acumulen".

Los efectos de la privación de sueño en la salud son bien conocidos por cualquier ser consciente del planeta; sin embargo, la mayoría de nosotros parece estar convencida de que no son tan fatales. En 2014, un devoto fanático de fútbol chino murió después de quedarse 48 horas despierto mirando el Mundial. La falta de sueño desembocó en una hemorragia cerebral que acabó con su vida.

La primera persona en documentar científicamente una muerte causada por la privación de sueño fue la médica y científica Rusa Marie de Manaceine. En 1894, estudió la privación de sueño en cachorros y encontró que la falta de sueño los mataba en cuestión de días.

A pesar de las desventajas, Jess recomienda la experiencia. Según ella, aprendió mucho de sí misma y su poder de perseverancia. "En verdad no pensé que mi mente fuera capaz de mantenerse despierta por 110 horas", dijo. "Y cada vez que he alucinado me vuelvo más cercana a mi espiritualidad. Mientras tengas un amigo cercano contigo para que te ayude cuando las cosas se ponen muy trastornadas, estarás bien".

El problema es que es muy difícil mantenerse despierto y, como todos sabemos, hay maneras mucho mas fáciles de alucinar.