Leemos en un informe de una consultora, encargado por un gran superficie que vende tecnología y electrodomésticos, que el 83% de los españoles saben lo que es el Black Friday y que el 54% comprará algo durante este 'viernes negro' en el que los precios bajan (una media del 21%) y las tiendas se llenan de cartelitos anunciando rebajas, gangas y chollos, que, casi siempre, no son para tanto. Por eso hemos decidido salir esta mañana a la calle, esperando encontrar hordas de compradores ávidos de gastar dinero y pulir su tarjeta de crédito. Y, ¿qué nos hemos encontrado? Pues los carteles, básicamente eso. Carteles de Black Friday.
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Parece que esta tradición 'made in USA' no ha calado tanto entre los compradores, como decía el estudio. Que esta costumbre de los americanos de celebrar el viernes después de la cena de Acción de Gracias lanzándose a las calles para festejar la fiesta del consumo no encaja mucho con el carácter de por aquí. O que hay poca pasta en las cuentas corrientes. O que ya nos lo vamos a gastar todo en Navidad. El encargado de una tienda de ropa nos confirma que algo se nota, "pero vienen, poco a poco, y a lo lago del día". Mientras que los cuatro jóvenes, con gorra y look swagger que están a la puerta no esperam encontrarse rebajas, porque lo que iban a comprar eran las nuevas Jordan, que salían al mercado precisamente hoy. Y que no bajan de precio.En las tiendas de ropa, que se habían engalanado para la ocasión, incluso hemos visto un Dj, tampoco había tortas para entrar. Está claro que esto no es como el comienzo de las rebajas, donde hay imágenes de histeria colectiva y la gente saca las uñas, defiende su caza y su derecho a pillar la mejor oferta. Aquí hay pequeños grupos, gente despistada, algún fan de Star Wars, uno, que aprovecha el descuento para comprarse las películas, "antes de que salga la nueva" y poco más. Con Halloween, EEUU ha colonizado el mundo, pero lo del Black Friday, por ahora, no se va a convertir en la gran orgía del consumismo.
