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Nada detiene al básquetbol sirio

Platicamos con Tane Spasev, coordinador del Programa Juvenil de la Federación de Básquetbol de Siria.

Foto cortesía de Tane Spasev.

Entrenar a un equipo de jóvenes deportistas no es fácil, y se complica todavía más cuando los familiares de los jugadores están muriendo en una guerra civil. Es justo en esa situación en la que Tane Spasev, coordinador del Programa Juvenil de la Federación de Básquetbol de Siria, se encontraba el año pasado. Este entrenador, originario de Macedonia, llegó a Siria justo cuando estallaron las protestas, en marzo de 2011. Tane siguió con su entrenamiento a pesar del conflicto, y en septiembre llevó a un grupo de jóvenes a un torneo en Jordania. Ahora que está de regreso en Macedonia, lo contacté para preguntarle sobre su experiencia con estos muchachos.

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VICE: ¿Te preocupaba la situación política antes de que la violencia se extendiera por el país?
Tane Spasev: Cuando llegué, en junio de 2011, la situación en Damasco no era menos segura que en cualquier otra gran cuidad del mundo. Los restaurantes estaban llenos y las tiendas estaban abiertas. La “situación” en Homs, Hama, Dara y esos lugares era algo distante que sólo veíamos en televisión. Todo eso cambió en diciembre y enero, cuando dos bombas suicidas estallaron en Damasco. Las cosas no volvieron a ser las mismas después de eso.

¿Cómo fue tu experiencia entrenando a los chicos para el torneo de Jordania?
Siete de los 12 chicos en el equipo eran de Alepo, y no te puedo des- cribir las emociones por la que atravesamos durante nuestro periodo de preparación, mientras la situación se deterioraba cada vez más. Uno de los chicos de Alepo perdió a su padre por un paro cardiaco, y su familia no quería que regresara porque las carreteras no eran seguras.

Mi equipo y yo tuvimos que darle la noticia al niño, y fue una de las cosas más difíciles que he tenido que hacer en mi vida. El resto de los chicos estaban en shock. Después de eso, otro chico escuchó que su novia había muerto. Intentábamos proteger a los jóvenes de la situación lo más que podíamos. Me sorprendía lo mucho que amaban el básquetbol y lo determinados que estaban para ir al torneo y jugar este deporte que tanto querían. La situación los hizo madurar en cinco meses. Estoy orgulloso de haber tenido la oportunidad de entrenarlos y darle algo de felicidad a sus vidas.

¿Crees que veremos a un jugador sirio en la NBA en el futuro próximo?
Bajo circunstancias normales, creo que Siria podría tener un jugador en la NBA en los próximos cuatro años. Tenemos un jugador que nació en 1990 y mide más de dos metros, y jugó muy bien en el último mundial de básquetbol en China; tenemos otro jugador de dos metros que nació en 1993 y que corre como Kevin Garnett. Como dije, el talento existe. Estoy seguro de que algún día habrá un jugador sirio en la NBA, y espero que ese día llegue pronto y llene de alegría a la comunidad basquetbolera en Siria y a la maravillosa gente de ese país.

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