Historias de DJs: La primera vez que salí de mi rancho
Ilustración: Jazbeck

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Música

Historias de DJs: La primera vez que salí de mi rancho

Salí a tocar por primera vez fuera de mi ciudad, no me pagaron y terminé en un motel de Tijuana.

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Siempre se tiene que empezar en algún lado y de alguna forma. Que más quisiéramos que al comenzar todo fuera un sueño color de rosa, pero muy difícilmente es así cuando hablamos de construir una carrera en la música. En esta ocasión el joven productor mexicano Jayrick nos cuenta una de sus primeras anécdotas cuando esto de hacer música se volvió algo más que un simple hobby.

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Todo ocurrió aproximadamente hace 3 años, cuando recibió por primera vez en su vida una invitación para tocar fuera de su ciudad natal. Como toda buena anécdota de DJ, todo empezó con un viaje a la ciudad de Tijuana, la ciudad del tequila, sexo y marihuana ¿Qué podría salir mal?

Con toda la ilusión y con su propio dinero, Jayryck acompañado de su papá, emprendió camino para el magno evento, donde le habían prometido como venue el Parque Madero, uno de los principales de la ciudad. A su llegada se encontró con la sorpresa de que un diluvio había paralizado la ciudad y que seguramente habría que cambiar de lugar el evento, sin conocer aún al organizador de la fiesta, acordaron reunirse en una plaza, la cual se convirtió en el hogar temporal de Jayrick quién en compañía de su papá espero más de 3 horas en que el organizador pasará por ellos.

Finalmente conocieron al organizador por primera vez, quien no dio explicaciones de su retraso o disculpas por dejarlos esperando tanto tiempo. Sin más que decir, el promotor les dijo que ya tenía el lugar del evento y que se moverían hacia allá inmediatamente. Aquí fue cuando la ilusión se empezó a desmoronar, cuando se acercaban al venue se dieron cuenta de que cada vez entraban más a la zona menos agraciada de la ciudad, donde las sexo servidoras y borrachos abundaban por las calles sin parar. Aun conservando la buena actitud continuaron con su camino. Era la primera vez que su música lo llevaba a algún lado, nada malo puede salir de esto.

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Sin agüitarse, por fin llegaron al venue, que para su sorpresa no era nada, pero en serio nada de lo que habían prometido. Para empezar le habían prometido el parque principal de la ciudad y ahora se encontraban en un antro de dudosa procedencia, pero ¡hey! nadie empieza tocando en el Hakkasan de Las Vegas. Sin que esto lograra tumbar aún sus ganas de tocar, dejó que la noche fluyera. Los demás DJs del line up empezaron a tocar, recordemos que era 2013 y que el electro estaba a todo lo que da en el país. Conforme avanzaba la noche Jayrick noto que el lugar seguía tal cual como cuando lo abrieron: vacío. Llegó el momento de que Jayrick hiciera lo que mejor sabe hacer, a pesar de que cuando se subió al escenario sólo había en el público 5 personas y su papá, claro y el staff del lugar.

Su set término y no le fue nada mal, las 5 personas del público le pidieron que se tomará una foto con ellos.

Tras quitarse el mal sabor de boca de la experiencia, llegó el momento de un merecido descanso. Para esto tenía que contactar de nuevo al organizador, para preguntarle por un hotel y para recibir su pago, ya que el trato era ir a tocar siempre y cuando le pagarán los viáticos. El organizador con toda amabilidad los guió hacia un hotel… bueno mejor dicho motel. Al llegar lo primero que notaron Jayrick y su papá era lo mal que estaba ese sitio y las prostitutas que entraban y salían. El motel contaba con cierto renombre, pues en ese mismo lugar habían matado a alguien digno de mencionar en los periódicos locales. Dejando atrás el olor y aspecto del lugar, decidieron quedarse ahí, cuando llegó el momento de decirle al organizador que pagará el cuarto él respondió "Uy… ahorita no traigo ¿No pueden pagar ahorita ustedes y mañana les paso el dinero?". A regañadientes no tuvieron otra opción que pagar ellos y retirarse a descansar en un cuarto con paredes rayadas, rasgadas y manchadas; eso sin mencionar el baño salido directo de las películas de Hostal.

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Al fin era un nuevo día y todo podía salir mejor que el día anterior, pero por algo Murphy dijo "Si algo puede salir mal, probablemente saldrá mal". Como ya era de esperarse el organizador nunca más se volvió a presentar para el pago, dejando a Jayrick con un mal sabor de boca, pero con una anécdota de la que aprendió mucho más. En retrospectiva, Jayrick agradece mucho el apoyo de su papá en lo que es su pasión y en que haya insistido en acompañarlo en esa ocasión, porque no sabe qué hubiera sido de él sin dinero y varado en la ciudad de Tijuana en ese entonces.

Cuando inicias una carrera en la música electrónica siempre empiezas con la mejor actitud, eres un ser inocente en el que los hombres malos no existen. Este tipo de anécdotas donde el organizador incumple con los tratos y deja sin paga a los artistas son más comunes de lo que nos gustaría aceptar, siempre esta el promotor que se quiere aprovechar de los nuevos talentos y llevarse todas las ganancias detrás del trabajo de horas y horas en el estudio, con tan sólo la promesa de que se serán escuchados.

Sin duda alguna, la escena nacional necesita de unidad para que este tipo de aventuras no se repitan más, Jayrick aprendió a las malas lo que es querer salir adelante con la música. Muchos se hubieran echado para atrás si les pasa algo similar, pero se les olvida que la música no es una carrera, es un maratón, donde sólo los más pacientes y apasionados son los que disfrutarán del podio. Uno nunca sabe, hace tres años estabas tocando para 5 personas en Tijuana, pero hoy puedes estar estrenando tracks con los mejores sellos como Nest HQ y MMAXVAC, haciendo llegar tu música a todo el mundo. Sí la música para ti es una carrera de velocidad y popularidad, tal vez deberías volver a pensar si en verdad esto es para ti.

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