México es el país Sui Géneris por excelencia, y eso se extiende a todo lo que ocurre aquí, incluyendo los Raves. Los Raves en México han tenido una evolución bastante peculiar hasta llegar a su estado actual, el cual es muy curioso y es todo un submundo. Aquí una breve reseña histórica:Si bien hoy en día se puede disfrutar en México de versiones glamurosas del Rave tales como EDC o Electric Zoo, en sus albores no era así … Para empezar, no había lana de por medio, simplemente se organizaban como eventos y foros de expresión, estoy hablando de tiempos inmemoriales (los grandiosos 90s), muchos de nosotros (incluyéndome) no lo vivimos en carne propia, pero cuentan los que tienen mayor edad que era un esplendor de buena onda, música, locura y P.L.U.R. auténtico.
Todas las personas que son un poco mayores que yo, me cuentan del inigualable performance de DJ Chrysler, era más que tocar discos, era tratar de llevar un mensaje hacia una generación, ese era el mentado espíritu Underground del que se habla hoy en día pero ya no está vigente.A mediados de los 2000s ocurrió una transición hacia el club, el Rave dejó de ser el espacio por elección ya que los estándares cambiaron y el público anteponía aspectos como la calidad del equipo de sonido y la cercanía a la libertad y autenticidad que ofrecía el Rave. Pero la escena Rave seguía viva, sólo que fue tomada por nuevos actores asociados con otras corrientes (bastante corrientes) musicales como el Psy-Trance. La audiencia de los Raves también cambió mucho, pasaron de ser entusiastas de la música a una generación de jóvenes autodestructivos que sólo les gusta el degenere y la putrefacción.Hoy en día el Rave tiene dos caras, con la proliferación del EDM se volvió cool ir a los Raves, y ahora también los niños y las niñas bien quieren ir a reventarse, pero con el permiso y la lana de sus papis obviamente, y a escuchar en vivo al DJ que vieron en MTV. Pero la otra cara de la moneda es algo muy bizarro, son auténticos circos que te hacen reír y llorar.Los chavitos que acuden a este tipo de eventos se les conoce en la inframundo como Orcos (sí como los del Señor de los Anillos), son unos auténticos guerreros que disfrutan poniéndose hasta el chipote y que no conocen la saciedad y que la fiesta nunca les va a alcanzar, son tan hedonísticos como tóxicos, son capaces de irse de fiesta 3 días, perder el conocimiento y volver a casa con un presupuesto de $100 pesos.
Tú puedes elegir, puedes ir de Rave con los juniors y tomarte unas selfies con tu coctelería fina en vaso desechable o te puedes ir a guerrear con los orcos y tomar agua de los charcos. Yo creo que ambos tienen su encanto, en uno te puedes ir a fresear y cantar todos juntos a la mera usanza de los Justin Bieber o puedes ir y hacer el experimento antropológico de tratar de sobrevivir a un Rave en el Ajusco o las Pirámides.Sin duda hay eventos masivos de música electrónica bastante interesantes, como el Festival Mutek, pero eso no cuenta como un Rave porque no tiene el mismo espíritu aventurero.La juventud de hace 20 años buscaba un espacio para expresarse y ser ellos mismos, la juventud de hoy ya sea que sean fans de Skrillex o 1200 Micrograms busca revelarse, aunque sea de una forma ficticia, y quieren lograrlo reventando como ejotes, es la generación de las redes sociales y el ocio desmedido, son los que llegaron al Rave porque lo vieron en Internet y ahí es donde quieren pasar todos sus fines de semana.No se puede añorar el pasado, más bien hay que entender el presente (o intentarlo), sé paciente con los chavitos a tu alrededor que se quieren ir de Rave, si tienes un hermanito, primito o sobrinito que sea Orco o Kandi Raver, invítalo a que te acompañe cuando venga tu DJ favorito, cuéntale por qué te prende y notarás el cambio poco a poco. Recuerda esa máxima que reza: A la juventud se le orienta, no se le reprime.
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