El tipo que inventó los pop-up está creando un strip club virtual

Siento que debería decir inmediatamente que nunca he ido a un strip club. Bueno, no a uno físico. Cada vez que la idea de visitar un club de caballeros ha cruzado por mi cabeza durante una noche de alcohol, la imagen del piso pegajoso, los olores desagradables que te hacen desmayar y la idea de poner un billete en la ropa interior de una mujer mientras me mira un grupo de hombres lascivos, terminó por abortar el plan (no se si esto sucede realmente, pero entienden la idea).

Pero ¿Puede ser que la realidad virtual cambie completamente a los strip clubs?

Brian Shuster lo cree, el hombre al que llaman "​el príncipe de los pop-ups" por haber inventado este tipo de publicidad durante ​los embriagadores días del internet de los 90. Su compañía se llama ​Utherverse y está a punto de lanzar una versión para ​Oculus Rift del barrio rojo que crearon en línea, llamado ​Red Light Center, el que fue lanzado como un tradicional MMO el año 2006. La versión de Oculus Rift será lanzado el 21 de Enero con una versión demo gratis para descargar.

"La realidad virtual puede ser mejor que las interacciones en el mundo real y mitigar sus inconvenientes" me dijo Shuster. "Con la pornografía online puedes elegir cientos de miles de hombres y mujeres y encontrar a la que te excite más. Y admitámoslo, no existe una barrera social y es más fácil conversar e interactuar con las personas". "Al final del día es un gran cambio ir a un strip club virtual, ver el realismo de los avatares y saber que hay personas reales detrás de ellos" continua Shuster.

Ver a estos avatares salidos de ​Grand Theft Auto: San Andreas mientras sonríen y follan en RLC no me pareció excitante, pero puede ser porque los estaba viendo sólo en dos dimensiones (use la versión de escritorio). Pero si hablamos de realidad virtual, Shuster lo hace parece un éxtasis carnal.

En estos momentos RLC es una ​próspera comunidad virtual. Algunos usuarios comenzaron sus propios clubs y burdeles, mientras otros sólo los frecuentan por bailes digitales y sexo casual. Las mujeres y hombres que trabajan en RLC también son reales. ​Trabajan para terceras compañías, entran al sistema, se registran con un administrador de escenario y realizan bailes con desnudos y actos sexuales que son pagados en Rays, la moneda de este mundo virtual que se puede cambiar por dinero real.

En el ambiente de realidad virtual, me dijo Shuster, los usuarios tendrán la posibilidad de hacer esto y mucho más. O sea ¿Mientras los clientes utilizan Oculus Rift y deambulan por este mundo de maravillas sexuales cumpliendo cada uno de sus deseos, una mujer o un hombre estarán al otro lado del mundo virtual con el mismo aparato? "Exactamente" dice Shuster.

Pero los placeres de la realidad virtual en RLC no estarán reducidos sólo a la óptica. Shuster me dijo que su compañía está viendo la posibilidad de integrar tecnología háptica táctil para ​lograr que se sienta real.

Los aparatos hápticos utilizan robots sincronizados con un dispositivo de realidad virtual para hacer que tus acciones en el juego se sientan más reales. Brian Merchant de Motherboard ​probó (no completamente) un dispositivo háptico sexual que te masturba mientras follas con un carácter de videojuego, creado por la compañía japonesa Tenga. Merchant pensó que era muy raro y nada de sexy, pero Shuster hace que parezca incluso tierno.

"Habrá dispositivos hápticos no sólo para estimular los genitales, pese a que en eso serán realmente buenos" dice Shuster. "Los usuarios van a querer bailar, van a querer besarse y tomarse de las manos. Ahora parece un poco asqueroso darle un beso a un dispositivo háptico, pero en cinco años no lo será, sobretodo cuando cada pequeño espacio de tus labios llegue a tu compañero y cuando ella mueva su lengua y todo llegue a ti".

Adorable ¿Cierto? Bueno, puede que suceda en algún momento del futuro. De verdad no se qué es lo más desagradable para mi, si la idea de un strip club de verdad o uno virtual donde un robot toque mi pene. Se cual me intriga más, aunque ninguno de los dos sea particularmente excitante.