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nba 16-17

¿Ahora sí podremos disfrutar el juego de los Lakers como se debe?

Los jóvenes Lakers buscarán limpiar su imagen sobre la duela de los últimos años. ¿Pero hasta qué punto lo lograrán?
Jake Roth-USA TODAY Sports

¿Qué hace que un equipo de la NBA valga la pena ver jugar? La respuesta es diferente para todos.

Tal vez disfrutes ver a un equipo pasar el balón creativamente por toda la duela, moviéndose, marcando, haciendo pantallas, hasta crear espacios para poder tirar. Si esto es algo parecido a lo que te gusta ver, existe un súper equipo en la Bahía de San Francisco del que a lo mejor has escuchado.

A lo mejor sólo disfrutas ver jugar a uno de los mejores jugadores de la liga hacer su trabajo. SI esto te mueve, te sugiero ver a LeBron James y a los Cavaliers de Cleveland, a Russell Westbrook y el Thunder de Oklahoma City, a Damian Lillard y los Trail Blazers de Portland, o a James Harden y los Rockets de Houston. Tal vez lo que disfrutas es una defensiva ruda y una filosofía sin jugadores estrella. Si este es tu caso, échale un ojo a los Celtics de Boston, Hornets de Charlotte, o al Jazz de Utah.

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¿Te apasionan las clavadas, la precisión ofensiva, y todo un equipo que se la pasa quejándose con el árbitro durante 48 minutos? No te pierdas a los Clippers de Los Ángeles. ¿Te interesa ver a un buen equipo cambiar de identidad rápidamente? Cámbiale al partido de los Grizzlies de Memphis. ¿Te atraen los equipos con astutos veteranos que por décimo año consecutivo planean sudar la camiseta? Bueno, siempre podrás contar con los Spurs de San Antonio o los Mavericks de Dallas.

Leer más: El musical animado de los Warriors es la mejor forma de arrancar la temporada de la NBA

Quién sabe, igual si eres de esas personas que disfrutan perversamente ver jugar a un pésimo equipo, te recomiendo a los Nets de Brooklyn. Es broma, no los veas jugar. Mejor pon atención a Luke Walton y los jóvenes Lakers. Déjame explicar el porqué.

Mucho antes del arranque del circo armado la temporada pasada para despedir a Kobe Bryant, los Lakers lucieron como la peor franquicia de la liga. No sólo eran malos bajo las órdenes de Byron Scott —contratado como entrenador en 2014—, sino que también rompieron el récord de la franquicia con más derrotas en una temporada en el primer año de Scott, y al siguiente lo superaron.

No es divertido ver a un equipo que simplemente no puede detener a sus contrincantes y que tampoco puede anotar puntos. Así fueron los Lakers del 2014 al 2016. Terminaron en el lugar 23 en efectividad a la ofensiva y en el 29 en efectividad defensiva durante la campaña 2014-15, de acuerdo con NBA.com. Un año después, se dedicaron a empeorar, terminando en el puesto 29 y 30, respectivamente. Raras veces robaron balones, y su resistencia de espaldas a la canasta era casi inexistente. Cuando los partidos son prácticamente un entrenamiento para el conjunto contrario, es imposible disfrutar cualquier deporte.

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La situación empeora cuando tu entrenador deja en la banca a jugadores emocionantes como D'Angelo Russell y Larry Nance Jr., todo para darle más minutos a Lou Williams (quien no juega del todo mal pero no ayuda a los Lakers en mucho) y Roy Hibbert (cuya última buena temporada fue en la liga amateur). Si van a jugar mal, mínimo dale una razón a los fans para que no se aburran, y encuentra una forma para no discutir públicamente con el futuro de la franquicia (Russell).

Es hora de empezar el espectáculo. Foto por Kirby Lee-USA TODAY Sports

Por fortuna ya pasó. Ahora, el relajado Luke lidera a los Lakers, y está listo para ser amigable y apoyar a los jugadores de su equipo. Además va a dejar que los "niños" jueguen libremente, corran y se diviertan. No serán un gran equipo aún —se necesitan algunos años para lograrlo—, pero al menos serán dignos de verlos jugar.

Por primera vez, Russell tomará las riendas del equipo. Su temporada como novato se vio opacada por la discusión con Scott y el vídeo vía Snapchat de Nick Young, pero de todas formas mostró algo de su talento. Russell promedió 16.8 puntos, 4.4 rebotes, y 4.2 asistencias cada 36 minutos (sólo 11 novatos más desde el año 2000 han alcanzado estas cifras), y encestó el 35 por ciento de sus intentos de triples por juego. Denle la pelota y déjenlo jugar, y tal vez puede mostrarnos más cosas.

No olvidemos a los "niños" de este equipo. Uno de ellos es Brandon Ingram, quien es comparado injustamente con Kevin Durant. Es muy seguro que Luke Walton saque de la banca a Ingram para iniciar el año, facilitando su transición y para probarlo contra defensores suplentes. Tiene sentido dado su delgado cuerpo (2.06 metros y 86 kilos), pero su habilidad para anotar es tal que podría ver resultados desde el principio. Poco a poco se ganará un lugar en la alineación titular, de eso no hay duda. Es demasiado talentoso como para no hacerlo. Los partidos de pretemporada no dicen nada, pero Ingram acumuló 33 puntos en tan sólo 16 tiros en dos juegos en contra de los Warriors de Golden State.

Brandon Ingram. Foto por Jake Roth-USA TODAY Sports

Los Lakers gastaron 136 millones de dólares en liderazgo experimentado y una sólida defensiva durante la baja de temporada con la incorporación de Timofey Mozgov y Loul Deng, bajo contratos de cuatro años que no tienen mucho sentido pero que de todas formas ayudarán al equipo. Mozgov nunca se recuperó de su cirugía de rodilla en la temporada baja y perdió su lugar titular en los Cavaliers la temporada pasada, pero está de regreso en L.A. y debería ayudar a aliviar los malestares que aquejan la protección del aro. Si hay algo que ningún entrenador de la NBA puede enseñar a sus jugadores es lidiar con la altura, y Mozgov es bastante alto. Por su parte, Deng ha sido desde hace mucho tiempo uno de los mejores defensores de perímetro, e incluso aunque haya bajado un poco su rendimiento, es una mejora significativa para suplir el lugar de Kobe Bryant. (Lo siento fans de los Lakers. Amé al verdadero Kobe pero de unos años para acá fue sólo un fantasma). Deng también ayudará a los "niños" del equipo a madurar de una forma no sociópata.

¿Qué tan bueno será este equipo? No mucho. Los equipos con jugadores jóvenes suelen ser malos a la defensiva. Tal vez ni siquiera quieran ser un buen equipo considerando que le deben una selección entre los mejores tres lugares a los 76ers de Filadelfia como resultado del intercambio de Steve Nash (y subsecuentemente el intercambio de Brandon Knight/Michael Carter-Williams). Pero es más que seguro que jueguen rápido y sin ataduras, se van a llevar bien (Walton se asegurará de esto), y le darán esperanzas a los fans para el futuro.

En ocasiones, especialmente cuando has tocado fondo durante unos cuantos años, la esperanza es suficiente para hacer que un equipo valga la pena ver jugar.