Nos quedaríamos cortos si dijéramos que el final del partido entre Lions y Packers de anoche fue épico. No, fue absolutamente legendario.Primero que nada tienes la conexión: Rodgers-para-Rodgers —quarterback Aaron al esquinero Richard, quien también asistió a la Universidad de California, aunque no al mismo tiempo—. Segundo, los Packers estaban 20-0 abajo en algún punto del partido. Después sucede que la jugada fue un pase Ave María de 61 yardas para touchdown que le dio a los Packers la victoria de 27-23 frente a los Lions, arrancando con cero segundos restantes en el reloj —después de una penalización controversial a favor de Green Bay por sujetar el casco de Rodgers al intentar una de aquellas jugadas tendencia de último recurso con 1,000 pases laterales—. Los ingredientes correctos estaban en la mesa para lograr un milagro. Y el milagro se dio.ICYMI…Wow.Wow.Wow.Wow.Wow.Wow.Wow. #MiracleInMotown #GBvsDET https://t.co/tIiCEzSrzY
— NFL (@NFL) December 4, 2015
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Ah, pero también falta el lado B. Hablamos del otro equipo, aquel que ahora tiene una marca de 4-8, y que por momentos pareció asegurar el juego desde el principio, pudo acorralar a la defensiva de Green Bay, y que después tuvo a los Packers en su propia yarda 21 con cinco segundos restantes en el reloj. ¿Se acuerdan? Devin Taylor habló el día de hoy y negó haber sujetado el casco de Aaron Rodgers.Calvin Johnson lo resumió a la perfección:También esto:61 yards. One Throw.This is how one of the craziest finishes in NFL history went down. #GBvsDET https://t.co/01AamoDd8J
— NFL (@NFL) December 4, 2015
Es tiempo de tomar el elevador al nivel de tus sentimientos. Hasta abajo.They had to sit down. — Sean Newell (@dontforgetmac)December 4, 2015