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De Mickey Rourke a Steven Seagal: los grandes charlatanes de las artes marciales

La lista de personajes que aseguran ser maestros de las artes marciales es larga y está plagada de lamentables estafadores: algunos son famosos, otros desconocidos, pero todos son igual de penosos.
Foto de Josh Hedges, Zuffa LLC vía Getty Images

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¿Conocéis al bueno de Steven Seagal, el afamado productor de películas de acción intragables? Seguro que sí. La semana pasada, el amigo Steven apareció en el UFC para presuntamente enseñar al luchador estadounidense Daniel Cormier una serie de técnicas letales que le ayudarían a vencer al campeón de peso mediopesado, Jon Jones.

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Seagal también apareció vistiendo lo que parecía su mejor pijama y una perilla al estilo Travolta como parte del séquito de Cormier en el evento UFC 182 el pasado 3 de enero.

En ambos casos pareció igual de ridículo.

Más lucha: Los oscuros orígenes de las artes marciales Shaolin

La continua insistencia de Seagal en demostrar que es un experto en artes marciales serio y legítimo, especialmente cuando está clarísimo que nadie le toma en serio, nos deja con muchas preguntas: ¿qué gana Seagal con todo este serial? ¿En qué beneficia a los luchadores? Y sobre todo, ¿por qué los demás luchadores permiten este espectáculo lamentable, cuando está claro que denigra a todo el UFC?

Las artes marciales tienen un componente de honor tradicional: mentir sobre la propia educación o los logros personales es un pecado imperdonable para un auténtico artista marcial. Los maestros de verdad detestan este comportamiento y lo condenan de forma activa. ¿Qué sentido puede tener que alguien tan conocido como Seagal intente hacerse pasar por lo que no es… y más en la era de Google?

Seagal, sin embargo, no es el primero que intenta pasarse de listo. Antes que él ya ha habido una larga profusión de personajes fraudulentos que han querido aprovecharse de las artes marciales para hacer fortuna. Veamos algunas.

Mickey Rourke, un boxeador de plástico

El actor Mickey Rourke apareció en todos los medios estadounidenses el pasado mes de noviembre de 2014 cuando "derrotó" al boxeador Elliot Seymour —un combatiente de 29 años que ostentaba un récord de 1-9— en un combate de exhibición en Rusia. Como os podéis imaginar, la pelea fue bastante regulera; posteriormente, Seymour admitió que se había dejado ganar por dinero.

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Esa fue la puntilla definitiva al supuesto pasado de Rourke como boxeador, que ya llevaba un tiempo en tela de juicio. La organización Golden Gloves —una entidad que gestiona el boxeo no profesional en Estados Unidos— y el propio padrastro de Rourke dudan de que el actor hubiese peleado demasiadas veces.

Este caso es particularmente triste, porque escuchando hablar a Rourke queda claro que él ama este deporte genuinamente. ¿Por qué narices se autoparodia a sí mismo de esta forma?

Juan Carlos Aguilar, el maníaco embustero

La historia del supuesto monje Shaolin Juan Carlos Aguilar levantó cierto revuelo en España hará unos cuantos años. Aguilar se marchó a China hace más de veinte años y regresó asegurando que era un gran maestro y un guerrero excepcional; la pena es que nadie le vio jamás en acción, ni fue capaz de presentar credencial alguna que probase sus afirmaciones.

Aguilar, que se presentaba a sí mismo como "un representante de Buda en la Tierra", llegó a aparecer en televisión —de hecho, le entrevistaron presentadores tan conocidos como Eduard Punset, Xavier Sardà y Pepe Navarro—, pero su caso terminó de una forma horrible: en 2013, el tribunal le condenó a 38 años de cárcel por asesinar con saña a dos mujeres en su gimnasio de Bilbao.

El mundo de las artes marciales, que desde el principio le había visto con gran escepticismo, no tardó en desvincularse completamente de él. Al final se demostró que Aguilar ni era monje Shaolin ni era maestro de las artes marciales: solo era un desgraciado que se hacía pasar por místico para llamar la atención.

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Los hermanos Thé y el cuento del bebé derretido

Y hablando de falsos Shaolin, no se puede obviar la figura de Sin Kwang Thé, un presunto Gran Maestro que lleva desde los años 60 enseñandoun arte marcial bastante discutible llamada Shaolin Do en Kentucky, EEUU. Thé asegura que domina más de 900 formas de un centenar de sistemas de lucha y afirma que su arte marcial tiene vínculos directos con el Templo Shaolin del Sur.

Según Thé, su maestro fue capaz de derretir un bebé en un entrenamiento con arena caliente que salió muy mal. Debió salir realmente muy, muy mal, pero bueno, eso es otro rollo.

Aún hoy, Sin Thé tiene defensores incondicionales, pero es difícil seguir manteniendo que sus artes son lícitas a la luz de las pruebas que han ido apareciendo con el tiempo: según el sitio web Bullshido, Thé ha manipulado sus credenciales y falseado tanto el origen de sus conocimientos como las capacidades que realmente posee.

Y por supuesto, esa historia del bebé no es más que un rumor inventado que Thé usó para llamar la atención. De hecho, Sin Kwang Thé tiene un hermano, Hiang Kwang Thé, que también se dedica a las artes marciales pero que tiene un relato muy distinto y que lleva muchos años desvinculado de Sin.

David Lang, el falso soldado brasileño

Seguramente se trate del segundo fraude más notorio de la historia del Jiu-jitsu brasileño. Según él mismo, David Lang es un brasileño-estadounidense que se mudó a EEUU a los 19 años siendo cinturón marrón, fue mandado a Afganistán dos veces con el ejército, y finalmente recibió el cinturón negro de manos de Wallid Ismail, una leyenda del Jiu-jitsu brasileño y del Vale tudo.

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La verdad sobre Lang, sin embargo, se hizo pública en 2010 cuando una cadena de publicaciones en la web especializada Underground empezó a indagar sobre su pasado y descubrió que Lang no tenía conexiones con Brasil, que había crecido educado en casa en los Estados Unidos, y que nunca había servido en el ejército. De maestro, nada de nada.

Por si fuera poco, Wallid Ismail nunca había sabido de la existencia de Lang: de hecho, el gran artista marcial emitió una declaración en vídeo al respecto negando cualquier vínculo tan rápido como se enteró de las afirmaciones del supuesto luchador.

George Dillman y el (supuesto) arte de noquear sin golpes

El maestro estadounidense del Kárate George Dillman lleva siendo una figura exitosa en la escena estadounidense de las artes marciales desde los años 60. Según él, enseñó a Muhamad Ali: lo único que puede demostrarse es que al menos compartió una extraña sesión de fotografías con el legendario boxeador estadounidense. Dillman se unió al Salón de la Fama de la revista especializada Black Belt en 1997 como Instructor del Año…

…aunque aún hoy sus logros son más que discutibles. Su presunto gran golpe es precisamente no dar golpe, y perdonad el juego de palabras: Dillman asegura ser capaz de noquear a una persona sin tocarle. Esencialmente, lo que dice es la homeopatía del mundo de las artes marciales mixtas, porque para más inri Dillman no ofrece ninguna prueba científica de que sus métodos funcionen. Al menos nos entretiene a todos mientras intenta ofrecer tanto pruebas como excusas.

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Count Danté, el aristócrata de mentira

Jim Timothy Keehan era un joven adinerado que solía boxear de joven. Posteriormente, Keehan aprendió técnicas de Jiu-jitsu en el ejército y se ganó su cinturón de Kárate siendo adulto. No obstante, aparentemente estos logros no eran suficiente para Keehan, así que cambió su nombre por Count Jerjer Raphael Danté, inventó un linaje noble para su familia, creó su propio sistema de artes marciales —llamado Dan-te en un alarde de originalidad—, y fundó la Sociedad de Peleas del Dragón Negro.

Danté comercializó su Dan-te ("el más mortal y más aterrador arte marcial conocido por el hombre") y a sí mismo ("el hombre más mortal que haya existido") en libros de cómic, y probablemente ganó un montón de dinero.

Como artista marcial, en cambio, lo más mortal que hizo fue iniciar una pelea con un 'dojo' rival que desgraciadamente terminó con el asesinato de uno de sus estudiantes. Para hacer eso podría haberse quedado en su casa calladito, la verdad.

Ashida Kim, el discípulo del estafador

Ashida Kim, autor ninja y personalidad de YouTube, tiene una historia en las artes marciales completamente imposible de descubrir. No hay registro alguno que cuente dónde o con quién entrenó, aunque si le preguntáis a él os dirá que lo hizo precisamente con Count Dante y con su Sociedad de Peleas del Dragón Negro. Ello tendría un mérito especial: le convertiría en el primer estafador de segunda generación de la historia de las artes marciales.

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Si os interesa que os entrene Ashida Kim sin moveros de casa, por cierto, estáis de suerte: este ¿maestro? ofrece cinturones negros por correo a quien los quiera. Y tiene vídeos en Youtube y todo. Un chollo.

Rafiel Torre, el enemigo número 1 del Jiu-jitsu brasileño

¿Cómo logra uno superar los "méritos" del mencionado David Lang y convertirse en el fraude más odiado de la historia del Jiu-jitsu brasileño y de las artes marciales mixtas?

Pues arreglando un combate… y después mandando asesinar a alguien.

Rafiel Torre, un luchador convertido en periodista, era una figura bastante querida en los albores de las MMA. Al principio, nadie debatía sus declaraciones cuando aseguraba ser un experto en Jiu-jitsu brasileño, pero las cosas empezaron a cambiar cuando decidió salir de su supuesto retiro para disputar un combate en la división King of the Cage. Torre ganó, pero quedó en evidencia: todo el mundo se dio cuenta de que en realidad no sabía nada de artes marciales.

Tanto su pasado como sus logros eran tan falsos como la pelea, que luego se demostró que había sido arreglada.

Por si fuera poco, Torre añadió el asesinato del marido de su amante a su historial. Inicialmente contactó con el luchador Gerald Strebendt para realizar el trabajo sucio, pero cuando este se negó, Torre se encargó él mismo de su víctima. Strebendt acudió a la policía poco después y les contó lo que sabía: a día de hoy, Torre está en una prisión estadounidense, condenado a cadena perpetua por asesinato en primer grado.

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Y, por supuesto, Steven Seagal

Antes de convertirse en una de las más grandes estrellas de acción de los 80 y 90, Steven Seagal era instructor de Aikido —el primer instructor estadounidense, de hecho— en Japón. Eso es verificable, pero sus entrenamientos ya son harina de otro costal. A pesar de que él lo afirme con contundencia, poca gente se cree que haya tenido ninguna influencia real sobre luchadores del UFC como Anderson Silva o Lyoto Machida. Se dice también que quiso hacerse amigo de Jon Jones y darle consejos, pero el campeón le rechazó.

A día de hoy, Seagal es uno de los chistes más entretenidos del UFC. Incluso Cormier, en el séquito del cual apareció en el evento UFC 182 como mencionábamos más arriba, no parece tomarse al actor demasiado en serio.

Seagal, en cambio, cree estar aportando algo a estos luchadores… y lo peor es que piensa genuinamente que los demás nos lo creemos.

En ambos casos, el pobre Steven da un poco de penica.

Sigue a la autora en Twitter: @fodderfigure