Por qué este Seis Naciones se parece extrañamente a 'Toy Story 3'
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algunos cuentos sobre rugby

Por qué este Seis Naciones se parece extrañamente a 'Toy Story 3'

Llega una nueva edición del torneo Seis Naciones de rugby, una competición que esta vez tiene cierto aire a vejestorio lleno de polvo. ¿Encontrarán sus participantes a un Sheriff Woody y a un Buzz Lightyear que lo refloten?

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Vuelve el rugby después de los meses —demasiado largos— que han pasado desde el final del Mundial que ganaron los All Blacks. El Seis Naciones, nuestro festival europeo anual de balón ovalado, pantalones cortos y frentes ensangrentadas, se pone en marcha de nuevo el sábado 6 de febrero con el partido entre Francia y la teóricamente débil Italia.

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En cualquier otro año esto sería emocionante, pero no podemos dejar de pensar que el pasado Mundial dejó el rugby europeo con una terrible sensación de abandono… por no decir fracaso lamentable. No es ningún secreto que la mayoría —si no todos— de los países europeos no consiguieron impresionar a nadie durante el torneo del pasado otoño: los anfitriones, Inglaterra, dejaron tanto que desear que su paso por la competición solo puede ser recordado como la caída de las hojas de los árboles en invierno.

Y sin embargo, estamos muy contentos. Llamadnos masoquistas, pero nos encontramos ante la posibilidad de ver la ruptura violenta de la mediocridad generalcon la que jugaron las selecciones europeas.

Con esto en mente, el Seis Naciones de rugby se parece a un momento de Toy Story 3: las selecciones están viejas y maltratadas; todos los personajes de su alrededor —Australia, Nueva Zelanda, Sudáfrica y sobre todo Argentina— han crecido. La gente se pregunta si es posible recuperar lo que había antes, y nosotros pensamos que sí se puede. Al final y al cabo, Toy Story 3 no era ni de lejos lo más fresco del cine, pero aún así proporcionó nuevas ideas que sirvieron para revitalizar una franquicia en franca decadencia en ese momento.

Gales echó a Inglaterra de la Copa del Mundo… y esa es toda la motivación que los de Eddie Jones deberían necesitar para volver con más fuerza que nunca. Foto vía PA Images.

Realmente creemos que este Seis Naciones va a hacer mucho por el rugby europeo. No dejéis de verlo porque ya lo habéis visto otras veces: miradlo porque nunca habréis visto una competición tan impredeciblemente sangrienta.

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Para hacer una analogía más con temática deportiva, el Seis Naciones es como la Premier League de esta temporada: aparentemente, cualquiera puede ganar a cualquiera.

Italia, que está bajo la presión de Georgia por conseguir un lugar en el torneo, tiene algo por lo que jugar por primera vez desde que empezaron a competir el año 2000. El rugby italiano ha sufrido un lentoderrumbe durante los últimos años, a pesar de acabar en cuarto puesto en 2013; su entrenador, Jacques Brunel, quiere acabar con esta mala imagen convocando a hasta diez jugadores nuevos.

Entre las incorporaciones destaca Andries Van Schalkwyk, de 30 años de edad y nacido en Sudáfrica, que ha jugado una excelente temporada en el Zebre italiano en el torneo Guinness Pro12. Viendo el buen nivel de juego demostrado por el hemisferio sur, importar jugadores de allí parece una buena decisión. Además, al haber italiano cabe añadir el regreso de tres jugadores de peso como George Biagi, Giulio Bisegni y Kelly Haimona: su primer partido contra Francia será un buen momento para avaluar esta posible mejora.

El único país europeo con una razón legítimapara creer que las cosas están yendo en sentido ascendente es Escocia, cuya aparición en los cuartos de final de la Copa Mundial fue sin duda más de lo que podrían haber esperado. En el pasado Seis Naciones, Escocia no tuvo nada que hacer en ningún partido: sin embargo, su recuperación es real, ya que perdieron los cuartos de final por 34-35 ante Australia —les robaron cruelmente un lugar en las semifinales por una decisión manifiestamente incorrecta— y ahora pueden mirar hacia adelante en el Seis Naciones.

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El primer partido de Escocia en este torneo será contra Inglaterra, que está justo un lugar por encima de ellos en la clasificación mundial. No sería sorprendente si las posiciones se invierten pronto.

Escocia estuvo muy cerca de conseguir colarse en las semifinales de un Mundial dominadas por el hemisferio sur: en este Seis Naciones podrían resarcirse. Foto vía PA Images.

Si hablamos de Inglaterra tenemos que destacar a su nuevo entrenador Eddie Jones, que hizo maravillas con Japón en la Copa Mundial: bajo su guía, los 'brave blossoms' consiguieron una histórica victoria frente a Sudáfrica. Los nipones, no obstante, perdieron precisamente ante Escocia por un abultado 45-10.

Para los ingleses, el pasado Mundial fue un mes asqueroso. Stuart Lancaster ejemplificó la miseria inglesa con su postura: a menudo se quedaba mirando al infinito como si le hubieran vendado los ojos y obligado a jugar a destrozar la piñata… siendo él mismo quien estaba colgado.

Lo más preocupante para Inglaterra es que parecen haber pasado por alto la oportunidad de renovarse: solo fueron elegidos tres debutantes en la convocatoria de Jones, y futuras estrellas como Eliot Daly quedaron totalmente apartadas de una forma bastante inexplicable. Supuestamente, Jones no quiere hacer jugar a los jóvenes antes de tiempo para no quemarlos.

Sea como fuere, todo esto sugiere que, a pesar de jugar un Mundial terrible y tener un nuevo entrenador, Inglaterra seguramente vaya a ser el competidor menos interesante del torneo. Al fin y al cabo, Jones se convirtió en el primer entrenador extranjero de la historia del rugby inglés por una sola razón: obtener resultados. Su trabajo no es cuidar a niños.

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Francia, por otro lado, es un caso interesante. Guy Novés ha tomado las riendas después de que los 'bleus' fueran humillados en cuartos de final frente Nueva Zelanda por 62-13, la mayor derrota jamás vista en los cuartos de final de un Mundial. Francia está sin duda en el peor estado de todas las selecciones en el torneo: su juego en la Copa del Mundo era una mezcla abismal de aburrimiento y lentitud decepcionante.

Novés no es un precisamente novato: lleva entrenando al Toulouse desde 1993 y ha ganado 19 trofeos por el camino, entre ellos cuatro Copas Heineken. El galo, el técnico más veterano del torneo, es un hombre bastante arrogante que se dirigió a la prensa diciendo que estaba muy entusiasmado con su debut en el Seis Naciones. Estamos seguros que eso gustó mucho a sus jugadores. En un arranque de sinceridad, sin embargo, Novés aclaró que no era el Zorro y que no tiene una varita mágica… lo cual, suponemos, es bueno.

En el Seis Naciones, Novés no podrá contar con el experimentado capitán Thierry Dusautoir, que se retiró en invierno. El nuevo seleccionador dejó fuera de la convocatoria a algunas estrellas y se ha llevado a algunos jóvenes. Según sus palabras, Novés está decidido a volver a hacer de Francia un equipo ofensivo, séase, lo más atractivo de ver en el mundo del rugby: lo que tememos es que sea un equipo ofensivo, pero a la vez bastante lamentable. Imaginaos, qué sé yo, el Rayo Vallecano en uno de esos partidos en los que les meten 6-0: la intención es bonita, pero… pff.

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Irlanda busca desafiar la historia y conseguir su tercer título consecutivo. / Foto de PA Images

Gales, por su lado, tiene un equipo interesante. Los británicos son conocidos por el hermoso rygbi que juegan, aunque las lesiones les arruinaran todas las opciones que tenían de ganar el Mundial. Cuando vencieron a Inglaterra, por ejemplo, estaban jugando con multitud de suplentes.

Los galeses son, en realidad, favoritos para el torneo… y a la vez, el único equipo de la competición que puede poner la crueldad del destino como excusa. Gales, además, también tiene ejemplos que apoyan esta tesis: los dos últimos Seis Naciones que se han jugado después de un campeonato del mundo se los llevaron ellos, como un matón al que avergüenzan en clase y luego, al llegar a casa, destroza toda su habitación.

El último competidor es Irlanda, que defiende su título y que a priori parece un equipo sin motivaciones. No es que no jueguen bien a rugby, pero no tienen nada que demostrar: su Copa Mundial fue muy emocionante y tenían mucho potencial, pero llegó Argentina e hizo prevalecer su carácter apuntando directamente a la garganta de los irlandeses. En ese partido —y en el torneo en general— tuvo más importancia el éxito de Argentina que los fallos de Irlanda.

Tras la retirada de inspirador Paul O'Connell, que dirigió al XV del Trébol en distintos campeonatos, la responsabilidad de liderar a los irlandeses recae sobre Rory Best. El jugador del Ulster Rugby contará con tres compañeros en la selección: Andrew Trimble, Rob Herring y Luke Marshall estarán a su lado en la contienda. Irlanda tiene la forma y el pedigrí para volver a ganar, sobre todo con otros equipos en fase de transición.

No os desaniméis demasiado, sin embargo, si sois aficionados de otro equipo que no sea Irlanda: ninguno de los participantes ha ganado tres campeonatos seguidos, así que según la historia los irlandeses deben tropezar. Lo sentimos, queridos 'irish': no tenéis nada que hacer. Es imposible. 'Kaputt'. Lo dice la Historia, y lo que dice la Historia es imposible de rebatir… ¿no?

Resumiendo: Gales puede que no esté a la altura de las expectativas, y Francia e Inglaterra están en transición; con el resurgimiento de Escocia y una Italia con mucho que demostrar, este va a ser un gran torneo. Irlanda, además, no puede ganarlo.

¿Quién será el Sheriff Woody y quién será Buzz Lightyear? ¿Lograrán los equipos reflotar la saga? Que empiece el juego.

Sigue al autor en Twitter: @MrDavidWhelan