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Hanshin Tigers: El equipo japonés de beisbol con los mejores fanáticos del mundo

¿En qué otra parte del mundo se ondean banderas en un partido de beisbol y se alienta al equipo con todo y una banda de música?

Los Hanshin Tigers de la Liga Japonesa de Beisbol Profesional son conocidos en Occidente como los Red Sox de Boston del lejano Oriente. Pero a veces este tipo de comparaciones, basadas en rivalidades y número de campeonatos, pasan por alto peculiaridades que forman parte de la esencia de un equipo. Por ejemplo, los aficionados son parte importantísima de la identidad de una organización, sea del deporte que sea, y sin duda los Hanshin Tigers pueden presumir a la grada más entretenida y entregada que hay en el beisbol profesional.

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La comparación con los Red Sox de este lado del mundo nace por la fuerte rivalidad que los Tigers sostienen con los Yomiuri Giants o, también, conocidos como los Yankees de Japón. Pero si hay algo que este equipo nipón puede restregarle a la MLB en su cara es la pasión con la que se viven sus partidos. Los cánticos de los fans y sus diferentes actos que se realizan en el transcurso del partido hacen sentir a cualquiera que visita el Estadio Koshien en un lugar diferente, pues el ambiente que se vive es más parecido al de un estadio de futbol de los Supercampeones.

¿En qué otra parte del mundo se ondean banderas en un partido de beisbol y se alienta al equipo con todo y una banda de música?

La entrega de los aficionados es evidente al cantar en unísono la canción del equipo Rokko Oroshi

El himno del equipo, Rokko Oroshi, es una canción popular de la región de Kansai que los niños cantan incluso antes de aprenderse el himno nacional japonés (dicen), y cuya traducción es algo cercana a "El viento de la montaña Rokko". Este himno de batalla se entona siempre que los Tigers juegan, pero sobre todo cuando se enfrentan a los Yomiuri Giants, el acérrimo rival.

Además de su característica energía, los fans de los Tigers tienen la peculiar y colorida tradición de inflar globos y lanzarlos por los aires al inicio de la séptima entrada. ¿Qué más se puede pedir?

Los globos, en su mayoría de color amarillo y blanco, (los colores del equipo) llenan el Estadio Koshien, y los estadios de la liga nipona con excepción del Tokyo Dome, casa del rival, porque las medidas en dicho estadio son demasiado estrictas, por no decir aburridas.

En ocasiones resulta intrigante cómo la mayoría de los japoneses parecen llevar a la realidad un mundo que solamente vemos en el anime, en especial para un deporte que los estadounidenses se han encargado de hacer más serio y monocromático. Quizá la única diversión en las gradas de la MLB la provocan los extravagantes experimentos gastronómicos y uno que otro chistosito que invade el diamante de vez en cuando. Deberíamos aprender más de la hinchada de los Hanshin Tigers de este lado del mundo.