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Mujeres indígenas en Canadá y EU son víctimas de trata de personas

El hecho de que estos crímenes se estén llevando a cabo bajo las narices de las autoridades norteamericanas es preocupante y sorprendente, teniendo en cuenta que es un gobierno conservador y con mano dura a la comercialización de los seres humanos.

Las mujeres son vendidas para fiestas en barcos con bandera de EU.

Mujeres indígenas, niños y bebés son objeto de trata en el comercio sexual en buques de carga que cruzan la frontera de Canadá y Estados Unidosen el Lago Superior entre Thunder Bay, Ontario, y Duluth, Minnesota.

El próximo mes, Christine Stark —una estudiante de la Universidad de Minnesota-Duluth que está terminando su maestría en trabajo social— terminará una investigación del tráfico sexual en Minnesota, en el que recoge relatos de primera mano de las mujeres indígenas (en particular de las reservas del norte), que eran traficadas a través de fronteras estatales, provinciales e internacionales para ser esclavizadas en la industria sexual en ambos lados de la frontera.

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El trabajo de Stark inició en el 2001, cuando hizo un informe publicado por la Coalición de Asalto Sexual de Mujeres Indígenas en Duluth, titulado, "El jardín de la verdad. La prostitución y el tráfico de mujeres indígenas en Minnesota". A través del proceso de investigación y redacción de ese informe, Stark escuchó historias de la trata en los puertos y en los buques de carga de Duluth y Thunder Bay. Las numerosas historias y el hecho de darse cuenta de que se trataba de una cuestión que ha sucedido durante décadas, quizá siglos, obligó a Stark a profundizar en lo que está ocurriendo.

Ella decidió llevar a cabo un estudio introductorio: “simplemente porque tenemos estas historias circulando y queríamos reunir información y empezar a entender lo que ha sucedido y lo que actualmente está sucediendo en los barcos en torno a la trata de mujeres nativas y de las mujeres de Primeras Naciones [reservaciones en Canadá y EU a las que fueron confinados los pocos sobrevivientes al exterminio y ocupación]”, dijo Stark en una entrevista en Superior Morning, un programa matutino por la Radio CBC. "Escuchar a muchas mujeres indígenas hablar de las ‘putas de barco’, la prostitución en los barcos o las ‘fiestas en los barcos’, esto es algo que realmente estaba arraigado en la comunidad indígena y queríamos reunir información al respecto".

A través de su investigación independiente y el trabajo con la Coalición de Asalto Sexual de Mujeres Indígenas, Stark entrevistó a cientos de mujeres indígenas que han pasado por el trauma de la industria sexual del Lago Superior. Las historias que ella ha recogido son evidencia de una industria clandestina que está prosperando con el sufrimiento de las mujeres de las Primeras Naciones, que aparentemente no está expuesto.

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En un artículo escrito para el diario de Minneapolis Star TribuneStark describe el testimonio inquietante de una mujer anishinaabe que acababa de salir de un refugio después de haber sido golpeada por un proxeneta, quien era un hombre de familia blanca rica. Él solventaba sus gastos, la renta, y las necesidades básicas de sus hijos, pero los fines de semana, "traía a otros hombres blancos de las ciudades con fines de prostitución con las mujeres indígenas… hacía que ella actuara el papel de ‘doncella india y colonizador europeo’ con él durante el acto sexual".

"El puerto de Duluth es conocido entre los nativos como un sitio para la trata de mujeres indígenas de las reservas del norte". Y añade: "en un proyecto en curso enfocado en la trata de mujeres indígenas en los buques en Duluth, se encontró que la actividad incluye trata internacional de mujeres y jóvenes indígenas, incluidas las mujeres de las Primeras Naciones y las niñas traídas desde Thunder Bay, Ontario, para ser vendidas en los barcos… las mujeres indígenas, las niñas adolescentes y niños, e incluso bebés, han sido vendidos para sexo en los barcos".

El hecho de que estos crímenes se estén llevando a cabo bajo las narices de las autoridades norteamericanas es preocupante y sorprendente, teniendo en cuenta que es un gobierno conservador y con mano dura a la comercialización de los seres humanos. Sin embargo, la palabra traficar a menudo puede ser confusa.

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Hablé con Kazia Pickard, la directora de política e investigación de la Asociación de Mujeres Indígenas de Ontario en Thunder Bay. Su organización también ha estado investigando este tema. Kazia me dijo por correo electrónico: "La gente asume que el tráfico se realiza siempre a través de fronteras internacionales, sin embargo, la gran mayoría de las personas que son objeto de trata en Canadá son mujeres y niñas indígenas del interior de Canadá y, a veces a través de la frontera de EU".

En una entrevista anterior con la CBC, ella también apuntó a la posibilidad de que la trata de personas se ha llevado a cabo a través de las fronteras en el sur de Ontario. Pickard me dejó en claro que la gente se imagina cuando piensa en "trata de personas" a menudo no es precisa: "La mayoría de las mujeres que son objeto de trata en Canadá son mujeres y niñas indígenas. Nadie sospecha que haya personas o en contenedores de transporte o algo así".

En la mayoría de los casos es mucho más sutil. "Las mujeres pueden decir que [mantienen una relación con] un hombre, ha habido algunos informes de miembros de la familia reclutando a mujeres para el comercio sexual… por lo que no aparece de forma sensacionalista como pensamos [que es]".

Dicho todo esto, hay cerca de 600 mujeres indígenas que están actualmente desaparecidas o se cree que han sido asesinadas en Canadá, un número de la Real Policía Montada de Canadá —que están siendo acusados ​​mensualmente de abusos contra los derechos humanos de las mujeres indígenasha cuestionado públicamente.

Da algo de alivio escuchar a los miembros del Parlamento de Canadá (particularmente conservadores) como Joy Smith de Manitoba mostrar algo de compasión sincera. En general, la actitud del gobierno y su respuesta a la protección de las mujeres indígenas ha sido de indiferente. En julio, el gobierno federal desacató la petición para abrir una investigación sobremujeres indígenas desaparecidas o asesinadas, hecha los gobernantes de las provincias y territorios.

El informe de Christine Stark no puede ser ignorado. Si el gobierno es tan serio como dice ser sobre la trata de personas, no puede ignorar lo que está ocurriendo en Duluth y Thunder Bay de la misma manera que ellos han ignorado a los 600 mujeres desaparecidas de las Primeras Naciones. Ignorar este tema sería apuntar a una doble moral evidente acerca de la trata de las mujeres indígenas, muchas de las cuales están siendo abusadas.

Sigue a Dave en Twitter: @ddner