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Cultură

Este año, llegarán más escombros del tsunami en Japón a las costas estadunidenses

Y muy probablemente también lleguen a México.

Mike Sirofchuck sostiene una colección de matamoscas encontrada en la isla Kodiak, Alaska, los cuales se cree vienen de un contenedor volcado por el tsunami de 2011.

Cuando el trágico tsunami azotó Japón en 2011, las consecuencias se sintieron en todo el mundo, literal y figuradamente. La crisis en Fukushima llevó a una conversación global sobre los pros y contras de la energía nuclear, y a que países como Alemania y Japón apagaran sus reactores nucleares. Pero una de las consecuencias poco comentadas del terremoto es que durante los últimos dos años, los océanos y la Costa Oeste han estado plagadas por una impresionante cantidad de basura japonesa.

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Los escombros (desde unicel hasta refrigeradores) han aparecido en todo lados, desde Hawái y California, hasta British Columbia y Alaska. En particular Alaska. Chris Pallister, presidente de una ONG en Alaska dijo a NPR que las cosas son tan graves en algunas costas de Alaska que es como “estar parado sobre un vertedero allá afuera”.

(Click en la imagen para alargar) Mapa de los escombros, resultado del tsunami, a partir del 12 de julio de 2012. Los avistamientos confirmados de escombros dejados por el tsunami están marcados con triángulos rojos, los potenciales están marcados con círculos amarillos. (Mapa realizado por el Centro de Investigación y Respuesta Costera, Universidad de New Hampshire, cortesía de NOAA).

Y según la NASA, todo va a empeorar. Unos 20 millones de deshechos fueron acarreados por la corriente tras la catástrofe, y aunque una buena parte de estos se hundieron, el resto avanzó hacia el este con la corriente oceánica del Pacífico Norte.

Cuando el Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA modeló la corriente, predijo acertadamente que la primera ola de basura llegaría a Alaska en septiembre de 2011. Sin embargo, la basura seguirá llegando a la costa, al menos hasta 2016; y se espera que la mayor cantidad de deshechos, lleguen este año, en 2013.

Scott Sutherland resalta que el gobierno de B.C. tiene un acuerdo con los gobernadores de Alaska, California, Oregon y Washington para limpiar el problema. Sin embargo, NPR reporta que los fondos estadunidenses para el manejo de desperdicios por el tsunami fueron desviados para lidiar con el problema de Sandy; lo que implica que ya no hay más apoyo del gobierno para futuras campañas de limpieza.

Todo ese escombro representa un importante amenaza ambiental; una parte es tóxica (contenedores de gas, productos de limpieza y otros cocteles químicos). Y los animales han comenzado a alimentarse de la basura indigerible que llega a las costas.

Para complicar las cosas todavía más, el gobierno estadunidense no quiere decir que el escombro proviene del tsunami a menos que tenga marcas evidentes como caracteres japoneses intactos. Se asume que los productos genéricos son parte de la basura que llega a la Costa Oeste todos los años, lo que evita que se asignen fondos para limpiar el problema.

La basura se sigue acumulando; es el efecto dominó de una tragedia de grandes proporciona, que todavía se siente años después, de múltiples y casi “imperceptibles”, maneras.

Fotos por Loren Holmes, Chris Pallister (Gulf Keepers of Alaska).