Wert la vuelve a liar con el 3+2

Un matrimonio con camisetas verdes de la PAH grita "No al 3 más 2" acompañados desus tres hijos de 7, 12 y 17 años: "Estoy aquí porque ahora mismo si mis hijos quisieran ir a la Universidad no podría pagarla", explica Silvia, la madre, rodeada de un grupo de gente cada vez mayor. Son casi las 12h en la Plaça Universitat de Barcelona, el toque de queda para las más de 100 localidades que se sumaron ayer a la huelga del 26F por todo el país. Un grupo de 15 chicos sostenía una pancarta que rezaba: "No al 3+2. El hijo del obrero a la universidad" y uno de ellos, estudiante de Ciencias Políticas en la UB, se lamentaba: "Es patético lo que nos están haciendo. He pagado 1800 euros este curso por ir a la Universidad. ¿Cómo voy a pagarme un máster?". La convocatoria fue secundada por miles de personas, la mayoría de ellos estudiantes, y en Madrid tan solo provocó un incidente aislado entre la policía y un grupo de personas. Según el Gobierno, las protestas fueron "minoritarias" aunque las asociaciones y sindicatos de estudiantes aseguran que la participación superó el 80%.

Vídeo vía eldiario.es

En su segundo día de huelga, los manifestantes reclamaron la retirada del polémico decreto 3+2, una readaptación del Plan Bolonia, que permite a las universidades acortar los grados a 3 años de carácter más generalista y complementar la formación con 2 años de máster. Una medida, además, que se aprobó el pasado 30 de enero a golpe de decretazo sin consenso ni diálogo.

Borja Latorre, uno de los portavoces del Sindicato de Estudiantes (SE), afirma que "este decreto ataca a la Universidad pública y encarecerá el precio de los estudios", si se tiene en cuenta que el precio de un máster en España cuesta mucho más que un año de grado. Aunque el Gobierno insiste en que los alumnos podrán escoger libremente si hacer un máster o no, el SE defiende que el 3+2 "devalúa el grado" y marcará una "diferencia de clases", ya que solo podrán estudiar máster quienes puedan costeárselo. "El Estado está privatizando la educación, el 3+2 es una forma de ahorrar dinero a las Universidades y que sea el ciudadano quien pague en función de sus recursos. Eso es injusto", explica Latorre a VICE.

La Conferencia de Rectores de las Universidades Españoles (CRUE) ha pedido al Gobierno una moratoria de dos años en la implementación del 3+2, cosa que desde las asociaciones de estudiantes y sindicatos consideran "insuficiente". "Los rectores son la casta universitaria y lo único que han planteado es que la universidad se privatice de aquí a 2 años. Ellos entienden la facultad como su empresa. Hay que pedir la retirada del 3+2, no más tiempo", argumenta Latorre.

El Gobierno asegura que este nuevo plan pretende "homogenizar" los estudios universitarios dentro del marco europeo. La mayor parte de países de la UE ya se adaptaron al modelo 3+2 con la aplicación del Plan Bolonia salvo contadas excepciones como España, Chipre, Turquía y Eslovenia, que optaron por el modelo 4+1. ¿Por qué pocos años más tarde se opta por un modelo que se antes se declinó? "No se entiende", afirma Rafa Merino, profesor de Sociología y coordinador del Grupo de Investigación en Educación y Trabajo de la UAB. Para Merino se trata de "otra más", una reforma "chapucera" que llega sin posibilidad de diálogo y cuando aún no ha dado tiempo de evaluar los resultados del Plan Bolonia. Las primeras promociones de Bolonia están insertándose ahora en el mercado laboral.Para él, el problema no es tanto la "estructura" del modelo como las "becas que lo acompañan" y "las tasas universitarias" de España en relación a otros países.

El informe del Observatori Universitari hace visible estas diferencias: en España el precio para estudiar un curso de grado oscila entre los 700 y 2600 euros de media mientas que en otros países como Noruega, Finlandia o Dinamarca la universidad es gratuita ­–los costes se sufragan a través de los impuestos–, o en Francia, por ejemplo, donde estudiar una carrera cuesta de media unos 180 euros por curso. En el caso de los másteres, España también es uno de los países con un coste más elevado (alrededor de 3000 euros como mínimo) solo superado por países como Grecia, Eslovenia, Hungría, Irlanda, Reino Unido o Chipre, según apunta este informe. Según las cifras manejadas por el Sindicato de Estudiantes, 45.000 estudiantes españoles se han visto obligados a abandonar los estudios en los últimos años por el incremento de las tasas.

Es el caso de Marian, que estaba ayer en la manifestación de Barcelona acompañada de sus amigos. Tiene 19 años y ha dejado el primer año de Filosofía a medio curso porque se acaba de enterar que le han denegado la beca. "Vivimos yo y mi madre solas y no tenemos ningún ingreso. Como saqué un 5,48 en la Selectividad me he quedado a las puertas de recibir la beca", argumenta. El nuevo requisito impulsado por Wert fija un 5,5 la nota mínima.

Desde que Wert está en el ministerio le acompaña un currículo de medidas y recortes lo bastante polémicos: menos inversión en educación, un encarecimiento del 66% de las tasas universitarias y una pérdida de más 75 millones en becas, además de la polémica ley LOMCE o el nuevo currículo de religión que recoge el BOE desde este martes. No es extraño que el Barómetro del CIS del pasado mes de enero lo sitúe como el político peor valorado de la historia con una nota de 1,36. Ha sacado peor nota incluso que el año pasado.