Tenemos que admitirlo: no somos fanáticos de los camellos. Cuando los miras por primera vez parecen caballos jorobados con problemas para caminar (y los caballos son bastante aterradores, a menos de que sean ponis). Pero después de que visitamos la única granja donde ordeñan leche de camello en Europa, nos sentimos arrepentidos por haberlos juzgado. Los camellos bebés son estúpidamente tiernos cuando te miran con sus pestañas largas y oscuras, las cuales sirven exclusivamente para tocarte el corazón (eso de evitar que la arena les entre a los ojos sólo es un extra). Y es increíblemente divertido ver cómo los recién nacidos se tambalean sobre sus largas patas.Busca el nuevo episodio en video de The Cute Show! con estos adorables camellitos de piernas largas, este mes en VICE.com.
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