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Ediciones VICE

Dije que sí a todas las drogas que me ofrecían en Fallout 4

El PsicoJet se ha convertido en mi droga favorita.

El Psico Jet es una droga bestial. El tiempo se ralentiza y el páramo posapocalíptico y yermo de Fallout 4 de repente se llena de vivos colores y me invade una energía vigorizante que hace que decapitar asaltantes sea pan comido.

Mentats, Med-X y Musculeína. He probado todas las sustancias que existen en Fallout 4, lo que me ha permitido descubrir que, pese a los inconvenientes de la adicción, es una forma genial de jugar.

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El Psico Jet es mi droga favorita. Cuando estoy bajo sus efectos, siento que podría abatir a tres supermutantes solo con las manos. Mi personaje yonqui, Bill, realmente no está preparado para algo así, pero cuando está con el colocón, se podría comer el mundo con su armadura de tres al cuarto y sus armas de baratillo.

Tomemos como ejemplo este horrible enfrentamiento en el restaurante Drumlin. Cuando lo descubrí, un personaje sombrío de nombre Wolfgang y su compañera camorrista, Simone, estaban amenazando a la propietaria del local, Trudy, y a su hijo, Patrick. Según la versión de Wolfgang, Patrick estaba en deuda con él por unas sustancias que le había suministrado, y Wolfgang había venido a cobrar. Me ofreció dinero a cambio de que fuera yo quien cobrara la deuda y le dije que sí. En cierto modo, comprendo a Patrick y su problema, pero como consumidor de droga, estoy seguro de que entenderá por qué necesito esos tapones de botella (la moneda de cambio de Fallout 4).

Wolfgang, mi primer camello. Imagen: Bethesda

Pese a tener las pintas sombrías de un drogadicto, Bill es capaz de convencer a la gente para que hagan lo que quiere gracias a su altísimo nivel de carisma, un rasgo con el que es posible influir sobre otros personajes. No me costó convencer a Trudy de que pagara la deuda. Wolfgang me entregó los tapones de botella, que inmediatamente le devolví a cambio de todo el Jet que llevara encima. Después de meterme una dosis, no fue difícil cargármelos a todos con una minipistola que había encontrado en la ciudad anteriormente. Wolfgang, Simone, Trudy y Patrick. Los maté a todos, cogí todas las pertenencias de valor que tuvieran, las vendí en la ciudad más cercana y me compré más sustancias.

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Jugando así, había convertido a Bill en un verdadero cabrón.

Tal como yo lo imaginaba, Bill ya tenía un problema con la droga, probablemente debido a un tratamiento con fármacos prolongado para un TEPT no diagnosticado, de cuando estuvo en el ejército. Era padre de familia y alcohólico incluso antes de que se desataran los acontecimientos que dan pie a Fallout 4, pero cuando las bombas atómicas cayeron, el mundo terminó y Bill, que había perdido a su mujer y a su hijo, se sumió en un abismo.

En Fallout 4, hay personajes que salen del refugio para tratar de hacer del mundo un lugar mejor. Otros ansían convertirse en grandes villanos y acumulan poder y riqueza. Los hay que vagan por el páramo, sin rumbo, ayudando a los demás o actuando de forma egoísta, según les convenga.

Un chute de Psico. Imagen: Bethesda

Pero yo, en mi encarnación de Bill, tenía un propósito más definido. En cuanto salí del refugio, supe cuál sería mi meta: autodestruirme en aquella tierra destruida. Buscar y consumir cualquier sustancia que me encontrara y en la mayor cantidad posible.

Tras el incidente en el Drumlin Diner, descubrí que encontrar droga no era nada difícil. Abundaban las tentaciones como:

  • Jet, que ralentiza el tiempo, lo que te permite apuntar mejor para disparar a la cabeza.
  • Musculeína, que incrementa la fuerza y la resistencia.
  • Psico, con el que incrementas el daño que causas.
  • Med-X, que aumenta tu resistencia al daño.
  • Mentats, para adquirir más inteligencia y percepción.
  • Alcohol, en diversas formas, para mejorar el carisma.

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Mi querido Psico Jet tuve que cocinármelo yo mismo con una habilidad especial y una laboratorio químico, pero los ingredientes básicos se encuentran en todas partes. Los comerciantes de carretera, cuyas mulas de carga bicéfalas se divisan fácilmente desde lejos, siempre llevan algo. Hay una tienda en la capital del juego, Diamond City, en la que se puede encontrar la mayoría de estas drogas a la venta. Son caras, pero cuando tu único objetivo es drogarte, no resulta difícil reunir los tapones de botella necesarios.

Técnicamente, existe un coste mayor. Cada vez que consumes una sustancia en Fallout 4, corres el riesgo de desarrollar una adicción a ella. No conozco las cifras exactas para Fallout 4, pero en la entrega anterior, por ejemplo, el consumo de Psico conlleva un 10 por ciento de posibilidades de adicción, lo que provocaría la pérdida de un punto de percepción y de resistencia.

Parece una forma muy justa y sensata de representar las drogas en un juego. Si bien no cabe duda de que provoca estados alterados y puede aumentar el rendimiento de diversas formas, sabemos que no en la naturaleza no existen los atajos. Consumir anabolizantes, por ejemplo, permite un mayor desarrollo de la masa muscular, pero también puede provocar un aumento de la agresividad o atrofia testicular. De forma similar, las sustancias de Fallout 4 también tienen efectos negativos.

La primera sustancia a la que me volví adicto fue, lógicamente, la que resultaba más fácil de conseguir: el alcohol. No hay bar en el juego que no sirva whisky, vodka, cerveza, vino u otras bebidas, por lo que siempre estaba ebrio. No es que me refrenara con el consumo de sustancias, pero hasta el nivel 13 no me enganché a la primera de ellas: Med-X. La adicción al resto de drogas vino casi inmediatamente después.

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Mi adicción al descubierto. Imagen: Bethesda

Inicialmente, pensé que para mantener mis hábitos tendría que hacer cosas despreciables, como asesinar o robar a gente inocente como la que maté en el Drumlin Diner. Incluso mejoré las habilidades de sigilo, hurto y apertura de cerraduras de Bill para poder robar con más facilidad, pero no hubo necesidad. El páramo hay mucha gente que merece morir. Además, los asaltantes que atacan a los asentamientos pacíficos suelen ser llevar su propio cargamento de sustancias. Si limpiaba un campamento de asaltantes en una estación satélite abandonada, por ejemplo, no solo conseguía unas cuantas armas y otras cosas que podía vender por tapones, sino también cualquier droga o bebida que estuvieran consumiendo o se dispusieran a consumir antes de que apareciera yo y los matara a todos.

También pensé que me costaría más matar. Al asignar puntos a percepción, abrir cerraduras y carisma, no me quedaban muchos para poner en fuerza y en habilidades para el uso de armas de fuego. Sin embargo, suplí esa carencia con el consumo de drogas. Lo que me faltaba de fuerza, me lo daba la Musculeína. Si recibía mucho daño, tomaba Med-X. Cuando los enemigos me superaban en número, me metía un poco de Jet y corría en círculos alrededor de ellos. Y cuando todo lo demás fallaba, consumía todas las drogas a la vez. Eso lo hacía a menudo.

La vida tiene mejor aspecto con Jet. Imagen: Bethesda

Podría pensarse que, con la muerte de Mama Murphy, toqué fondo. Se trata de una anciana encantadora enganchada a la droga con la que te encuentras al principio del juego y a la llevas a tu primer asentamiento en una ciudad llamada Santuario. Murphy decía que las drogas le permitían ver el futuro, y sonaba bastante convincente, aunque yo sospecho que utilizaba ese pretexto para que yo le consiguiera drogas. Yo siempre llevaba algo encima y no me importaba compartirlo con ella y escuchar lo que tuviera que contarme sobre mi futuro. Supongo que era agradable tener a alguien con quien compartir el colocón. Sin embargo, una vez me pidió una dosis de Psico, se la di, y murió de una sobredosis.

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El resto de los habitantes de Santuario corrieron a su auxilio, pero ya nada se podía hacer, así que se quedaron todos mirándome, juzgándome.

Fue entonces cuando decidí que era el momento de que Bill se desintoxicara, lo que fue más sencillo de lo que debiera haber sido, incluso tratándose de un videojuego. Las adicciones en Fallout 4 se pueden curar de dos formas. Puedes tomar Addictol, que se encuentra disperso por todo el mundo. Es caro, pero no imposible de conseguir, y cura las adicciones de inmediato.

La otra solución consiste en ir a ver al bueno del Dr. Sun, en Diamond City, quien te quitará el mono por 100 tapones, sin problemas.

Finalmente, Bill se desintoxica. Imagen: Bethesda

Los experimentos con sustancias toxicológicas en Fallout 4 me enseñaron que no hay razón de peso para no probarlas, a no ser que no te apetezca interpretar a una escoria humana. Nunca las había probado en los títulos anteriores y, ahora que lo pienso, la única razón por la que no lo hice es por esa vaga convicción de que las drogas son malas. Cuando juego, especialmente títulos de rol como Fallout, me gusta interpretar al bueno de la peli ,y emborracharse y meterme de todo no iba muy acorde con la forma de actuar de un héroe.

Seguramente no vuelva a hacer las cosas horribles que hizo Bill, pero sí que me mostraré más receptivo al consumo de sustancias en el futuro, ya que pueden facilitarte mucho las cosas en los momentos más duros de Fallout 4 y su consumo no representa ningún problema que no pueda resolverse con un Addictol, una visita al Dr. Sun o con otro chute de Psico Jet.

Lit Up es una serie que explora la intensificación –y el embotamiento- del sentido de la percepción. Síguela aquí.

Traducción por Mario Abad.