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Último pick del draft

Mr. Irrelevant, la historia del último elegido en el DRAFT de la NFL

Como cuando fuimos niños y jugábamos en el parque, siempre elegiamos a los mejores. Pero, ¿qué pasa con los que se quedan al último?
Foto: Craig Ruttle / AP

La gran discusión a unas horas del DRAFT es saber qué jugador será elegido como la opción número 1. Expertos en la materia analizan si Jared Goff irá a parar a los Rams de Los Ángeles, si Carson Wentz acabará jugando para los Eagles de Filadelfia o si Laremy Tunsil será el primer jugador no quarterback que será reclutado en el evento más importante de futbol americano tras el Super Bowl.

Dicha elección del DRAFT nos recuerda un poco nuestra infancia. Aquellos momentos en que salías con todos tus amigos al parque para echar una reta de algo, futbol, tochito, beisbol o retas de basquet. Siempre, sin temor a equivocarnos y con la finalidad que los partidos fueran equilibrados, elegían los dos mejores jugadores; uno a uno iban formándose los equipos, hasta que al final, te encontrabas a los peores, al flacucho, al enfermizo, al torpe o al gordito, el típico niño que sí, tenías que elegir porque no te quedaba de otra, pero cuyo destino anticipabas, estaría en la banca o muy lejos de ser participe del marcador.

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En el DRAFT de la NFL ocurre lo mismo. Solo que aquí, aquel último jugador en ser seleccionado tiene un nombre: Mr. Irrelevant o el "Sr. Irrelevante".

Kelvin Kirk de la Universidad de Daytona, fue el jugador que inició la tradición del Mr. Irrelevant en el año de 1976. Foto: Springfieldnewsun

Desde el primer DRAFT, el cual se llevó a cabo en 1936, todas las miradas están puestas en la primera selección colegial, en el equipo afortunado que se llevará al mejor jugador universitario, el cual se convertirá en ídolo — o en el mayor fiasco de la campaña — y que será el arma para que una institución perdedora pueda acceder a la postemporada, pero también desde hace 80 años, siempre hay un "último elegido". Fue en el año de 1976 con Kelvin Kirk de los Steelers de Pittsburgh que ese Mr. Irrelevant tuvo un primer nombre; a partir de ese entonces, al jugador número 256 se le da un triste reconocimiento que normalmente, no tiene un buen augurio.

Pocos futbolistas con la etiqueta de Mr. Irrelevant han conseguido brillar en la NFL. Vamos, como en la reta en el parque con nuestros amigos, difícilmente llegan a jugar y suelen ser víctimas de retiros prematuros. Un buen ejemplo es el Mr. Irrelevant de 2015, el cual fue elegido por los Cardinals de Arizona en la séptima ronda: el totalmente desconocido tight end de Louisville, Gerald Christian quien fue definido por expertos en el sitio de la NFL como "un buen atleta, aunque un tanto limitado".

Christian tuvo actividad en el último juego de pretemporada frente a los Broncos de Denver, sin embargo sufrió una lesión en la rodilla que lo acabó colocando en la lista de ausentes a lo largo de la campaña. No vio un solo minuto de actividad con los Cardinals de Arizona.

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El último "gran" Mr. Irrelevant fue el pateador de los Chiefs de Kansas City, Ryan Succop, quien fue elegido en 2009 y que estuvo en la institución hasta 2013, año en el que los Titans de Tennessee consiguieron sus servicios. El último elegido de aquella generación está ubicado entre los 30 mejores pateadores en toda la historia de la NFL.

Si un día después del DRAFT hay una fiesta entorno al elegido número 1, pues Mr. Irrelevant tiene algo que presumirle a esa primera selección, la cual no es únicamente de 24 horas, sino de toda una semana, la Mr. Irrelevant Week, auspiciada por el ex receptor de la NFL, Paul Salata cuyo lema es "Hacer algo bueno por alguien sin razón alguna".

Salata creció en una familia pobre junto a seis hermanos más. Tuvo la fortuna de poder asistir a la Universidad del Sur de California (USC) como tight end. Llegó a la NFL de la mano de los 49ers de San Francisco donde actuó como receptor hasta que fue firmado por los Colts de Baltimore. Salata sabía de sufrimiento, por eso, se enfocó en premiar a los Mr. Irrelevant quienes a final de cuentas, también son chicos que se esfuerzan por cumplir su sueño de ser elegidos para jugar futbol profesional.

El lema de la Mr. Irrelevant Week es 'Hacer algo bueno por alguien sin razón alguna' de acuerdo a Paul Salata

Hoy, a sus 85 años de edad y con una carrera como actor en Hollywood en filmes como Los Diez Mandamientos o Cantando bajo la lluvia, Salata reconoce al último jugador elegido en la NFL con una semana en Newport Beach en California junto a un acompañante donde será parte de fiestas, banquetes, actividades deportivas, dictar conferencias de prensa y donde recibirá toda clase de regalos como relojes de oro, aparatos eléctricos, joyas o un jersey de cada uno de los equipos de la NFL, entre otros obsequios.

Gerald Christian, el último Mr. Irrelevant de la NFL no jugó un solo minuto en la pasada campaña. Foto: Foundation for the Undefeated

Además, Salata es el encargado de dar a conocer el nombre de Mr. Irrelevant en el DRAFT junto a su hija Melanie Fitch y a algún otro jugador o ex jugador que haya sido elegido en el último pick.

Anécdotas en torno a este personaje hay muchas. Quizá, el día de su elección y los meses previo al arranque de la temporada son los instantes de mayor gloria para el último elegido en el DRAFT. Ya con la campaña iniciada, inicia el olvido del jugador que no trasciende hasta que el círculo se cierra e inicia una nueva vuelta.

Todos sabemos quiénes están ubicados para ser los primeros elegidos en el DRAFT. Pero hoy, no sabemos a ciencia cierta quién será el último, el que se vaya de vacaciones a California por ser el Mr. Irrelevant de la generación 2016.