De dónde sacaron sus nombres los clubes más famosos del mundo

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Música

De dónde sacaron sus nombres los clubes más famosos del mundo

Así fue que se cranearon los nombres de clubes icónicos como Berghain, Tresor, The Bunker, Trouw o Fabric.

Nombrar un club es importante. Antes de abrir vas a tener que bautizar el antro de alguna forma, obviamente con una gran fiesta hasta el otro día a modo de ceremonia. Tu elección se va a volver el epítome de la propuesta estética de tu sitio (si es que pensaste en alguna), y puede que juegue un papel importante en la popularidad que ganará el club. Algunos de los fundadores de clubes legendarios pensaron en esto cuando los abrieron, pero a muchos otros les importó poco o nada, y aún así, se volvieron instituciones en el perímetro electrónico mundial. Después de escuchar algunos de los nombres de este listado varias veces en muchas conversaciones, me dio por hurgar en el origen de estos y terminé haciendo pequeños recorridos históricos en varios países relacionados con la historia del nacimiento de grandes clubes que con los años se volvieron referencias globales.

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Whisky-à-Gogo, Paris, France

En algo debían distraer los franceses el estrés y el miedo que les generaba la ocupación alemana durante la Segunda Guerra Mundial, y no hubo mejor respuesta que la música. Sitios que no parecían sospechosos ante los alemanes, como las bibliotecas, empezaron a abrir en las noches de forma clandestina para que la gente se reuniera a escuchar discos de jazz, un género musical que los franceses tenían prohibido en ese entonces por sus influencias negras. Con el tiempo, la gente comenzó a llamar estas bibliotecas "librerías de discos", que en francés traduce "discotheques". De ahí la palabra.

Según muchos, Whisky-à-Gogo fue la primera discotheque de la historia. Un lugar que, debido a la abstención de la época y a lo novedoso de la idea, fue el primero en poner música grabada en el lugar, en vez de contratar bandas para que tocaran en vivo. La idea no cogió fuerza y no se replicó en otros lugares sino hasta los setenta, pero a pesar de eso Whisky-à-Gogo fue un lugar muy concurrido en su época. El origen de esta discoteca tiene varias teorías. El primero viene de un libro llamado "Whisky Galore", acerca de un barco carguero que naufragó con 10.000 barriles de whisky en una isla durante la Segunda Guerra Mundial. El libro tuvo un éxito tremendo y luego se convirtió en una película, "A Tight Little Island"; que cuando llegó a Francia, cambió su nombre por "Whisky-à-Gogo",nombre que le sirvió de inspiración a los fundadores de la discoteca. La segunda versión es más simple, y afirma que el nombre provino de las etiquetas de whisky que decoraban el interior del lugar, una explicación más simple. En Los Ángeles replicaron esta discoteca con el mismo nombre, pero en un formato de bandas de rock en vivo, con el que se volvieron muy famosos.

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Berghain

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Considerado por muchos como uno de los actuales templos del techno en el mundo, Berghain es un punto de peregrinación clubber obligado, a donde van a pagar penitencia miles de feligreses enfundados en negro de arriba a abajo, cruzando los dedos para lograr pasar el filtro del lugar, igual de legendario. La mayoría de personas que se la pasan hablando de este club no tienen idea de que es un reencauche que nació en 2004 de las cenizas de un club previo: Ostgut, el cual existió de 1999 a 2003 y también perteneció al sello del mismo nombre.

Ubicado en Berlín, entre los distritos de Kreuzberg (que antes pertenecía a Berlín Occidental), y Friedrichshain (que antes pertenecía a Berlín Oriental), el nombre de Berghain es producto de su locación, pues es una composición de los nombres de estos dos distritos, una palabra hechiza que en español traduce "bosque de la montaña". El nombre más irónico para lo que sería un edificio enteramente hecho de concreto y metal.

Fabric, London

El mítico club londinense nació en 1999 gracias a Keith Reilly y Cameron Leslie, que convirtieron un montón de tuberías utilizadas para almacenar carne en un club de música electrónica que aún sigue activo. Tener un sitio de fiesta diferente a todo lo que se veía en Inglaterra en ese entonces fue lo único con lo que soñó Reilly por muchos años, que cuando encontró el lugar donde se iba a fundar The Fabric, ya había vendido sus dos casas. Al final la logró, y Fabric se convirtió en uno de los mejores clubs del mundo, con una extensa gama musical que acoge a todo tipo de público.

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En un homenaje que Resident Advisor le hizo al club por sus diez años, Reilly cuenta que si hubieran nombrado apropiadamente el lugar, le habrían puesto "La Bóveda", o "Los Arcos", por ese aire teneboroso y victoriano del lugar. "Yo quería ponerle un nombre que no significara nada", afirma Reilly en el artículo; "Quería que la gente se dirigiera a lo realmente importante del asunto, y lo realmente importante es saber quién toca y cuándo toca, por eso cuando le pusimos Fabric, sonaba bien desde el principio".

Goa, Roma

Este lugar empieza su historia luego del cierre de una vieja tienda de repuestos para motos y de la apertura de otro club, que fracasó aparatosamente. Luego de esto, cuatro amigos tenían un plan: echar a andar uno de los clubes más importantes de Italia y de Europa. Y eso hicieron con Goa, que se volvió famoso entre el público y los artistas por su sistema de sonido y porque lleva más de 17 años en el ruedo, haciendo fiestas electrónicas relevantes para su ciudad. Estos cuatro personajes decidieron ponerle Goa al sitio para homenajear a la isla india, y a sus famosos raves de psytrance de luna llena. Para ambientar aún más el nombre, decidieron decorar el club como una mansión india.

Moog, Barcelona

Uno de los espacios más desarrollados del under catalán fue nombrado cuando se inauguró, en 1996, en honor al estadounidense Robert Moog, uno de los primeros fabricantes de instrumentos electrónicos en el mundo, cuya innovación e inventiva dio a luz sintetizadores como el Minimoog o el Moog Modular System.

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Haçienda, Manchester

Este lugar abierto por Factory Records, sello comandado por Tony Wilson y sostenido por las ventas de los discos de New Order, puede jactarse de ser una de las cunas del nacimiento del acid house y la cultura rave mundial. El nombre del sitio fue inspirado en el grupo de artistas e intelectuales IS, o la Internacional Situacionista, una organización revolucionaria que quería acabar con la dominación capitalista y tuvo activistas como el teórico Ivan Chtcheglov, que en su famoso texto Formulary for a New Urbanism escribió la frase "The Hacienda Must Be Built", un mensaje que se volvió consigna de batalla del grupo y más adelante del club. A la c de Hacienda la volvieron una ç para formar de alguna manera el número 51, la cifra asignada al club dentro del catálogo del sello discográfico.

Tresor, Berlin

Si Berghain es el templo del techno en el mundo, Tresor es la cripta. El sitio, fundado por Dimitri Hegemann después de cerrar otro club muy famoso de la época llamado UFO, cobró vida en 1991, cuando en plena reunificación alemana Hegemann encontró el sitio perfecto: las bóvedas debajo de un Wertheim, unos almacenes de cadena alemanes. El nombre, con la crudeza que caracteriza la estética de este lugar, traduce literalmente eso, "bóveda". Tresor ya no se encuentra en su lugar original, sino en una planta abandonada de energía, pero Hegemann y sus socios mantuvieron el nombre, que después de tantos años se volvió institución global entre los amantes del techno.

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Trouw, Amsterdam

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El establecimiento, que fue un restaurante bar y museo de arte de 2009 hasta comienzos de 2015, se ganó su nombre porque en años anteriores su espacio servía como planta de impresión del periódico Trouw de Amsterdam, una publicación que aún perdura, a diferencia del club. Trouw hizo historia en la ciudad holandesa por conseguir el primer permiso en la ciudad para abrir su establecimiento 24 horas, non stop.

Culture Box, Copenhagen

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Hace once años no había clubes de música electrónica en Copenhague, la capital de Dinamarca. Incluso pensar en una fiesta era complicado por esos días en la ciudad: tocaba conseguir permisos de todo tipo, arriesgarse a la quiebra, y buscar un sitio que se prestara para eso. Sin embargo, un parche que empezó con un par de personas y terminó siendo un combo de 300 personas, se reunía todos los fines de semana en busca de emoción, de alguna fiesta a la cual asistir. Los creadores de Culture Box no fueron indiferentes a las personas ávidas de fiesta electrónica en su ciudad, y quisieron un lugar en el que todas cupieran. Con esto en mente, empezaron la construcción de un sitio donde promotores, DJs de techno, de house, de dnb, y muchos más géneros pudieran convivir felizmente. "Un lugar donde desde el bar hasta el sonido estuviera cubierto por nosotros, y lo único que debías traer era tu gusto en música electrónica", me cuentan los que fundaron el sitio a través de Twitter. "Una caja vacía, para llenarlo de nuestra cultura". Así se creo el club que más ha fomentado el crecimiento de la escena electrónica en la capital danesa.

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The Bunker, New York

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Antes de que The Bunker se volviera The Bunker en 2003, era The Polar Bear Club, un lugar que en tres años logró acoger a héroes locales y artistas de talla mundial. Posteriormente evolucionó a The Bunker, donde en el segundo piso se hacían toques de bandas emergentes, y abajo, en la zona más oscura y protegida, era la fiesta hasta tarde. Fue este espacio el que le dio el nombre al lugar.

The Block

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Contra todo pronóstico legal y cultural, un personaje conocido como Trax ha mantenido abierto por siete años un club al sur de Tel Aviv, Israel. Después de un cierre histórico del club, donde las autoridades alegaban que existía microtráfico de drogas peligrosas como el GHB, utilizado para violaciones, Trax y su abogado emprendieron una campaña para defender su lugar, en medio de una cultura que sataniza la fiesta, y la considera un entorno de drogadicción y de fácil manipulación". En el juicio alguien se refirió a la defensa que Trax leyó como "la declaración de independencia de la vida nocturna", una defensa que convenció a todos de la continuidad del club, el cual, con los años, se volvió el refugio de muchos irsaelitas en la noche, un sitio donde no sentían vergüenza ni le hacían mal a nadie mientras bailaban.

Trax empezó este proyecto en 2008, inspirado en unas fiestas neoyorquinas de house que se llamaban Body and Soul. Sin embargo, la idea del nombre salió de Navad Ravid, un personaje famoso en la industria radial de Israel. Mientras Trax veía la construcción del club junto con Ravid, le contaba cómo se imaginaba el lugar: "yo visualizaba la atmósfera como la de un pueblo pequeño, o como la de un conjunto", afirmó el DJ en una entrevista con un medio israelita. Ravid le sugirió que lo llamara The Block, que en español traduce "la cuadra", y así lo hizo Trax, inaugurando uno de los clubes más famosos de Israel, no solo por su lucha sino por su monstruoso sistema de sonido, creado por las propias manos de su fundador.

Si sabes más historias ásperas sobre nombres de clubes alrededor del mundo, cuéntale a Nathalia por acá.