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Por qué los pasaportes de género neutro no garantizan la igualdad de derechos

Los Países Bajos aprobaron recientemente la expedición de documentos de identidad de género neutro, pero la medida no ha servido para garantizar la igualdad de derecho de estas personas.
Noor Spanjer
Amsterdam, NL
MA
traducido por Mario Abad
Storm Vogel
Storm Vogel. All photos by Lin Woldendorp

Hace poco, los Países Bajos se sumaron a una breve lista de países que aprueban la expedición de documentos de identidad de género neutro. La medida, sin embargo, no ha servido para garantizar la igualdad de derecho de estas personas.

En verano de 2017, el servicio nacional de ferrocarriles holandés (NS) anunció que dejaría de dirigirse a los pasajeros con la fórmula “Señoras y señores” y que usaría, en su lugar, “Estimados viajeros” [“viajeros” en neerlandés es una palabra de género neutro]. La noticia causó gran conmoción en su momento y en seguida cayó en el olvido.

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Pero el mayor logro para las personas de género fluido y no binario de los Países Bajos llegó en octubre de 2018. Tras una batalla jurídica de diez años, Leonne Zeegers, de 59 años, fue titular del primer pasaporte de género neutro del país, en el que la casilla del género estaba marcada con una X, en lugar de las habituales letras M y F (masculino y femenino). Leonne nació intersexual, lo cual quiere decir que su anatomía reproductiva no encaja con las definiciones clásicas de masculino y femenino. Ella se considera de género fluido y le da lo mismo los pronombres con los que se dirijan a ella.



Lo que sí le importaba era no tener la opción de identificarse con una categoría que no fuera la de masculina o femenina en su pasaporte. Por eso decidió interponer una demanda en un juzgado local. Su argumento era que verse obligada a definirse como “femenina” suponía una “distorsión jurídica totalmente ajena a la realidad. La naturaleza me trajo al mundo con género neutro”, dijo en una entrevista para el medio holandés NOS.

El caso de Zeeger estableció un precedente para el registro del género al nacer. El tribunal dictaminó que debía existir una tercera opción, la de “No se ha podido determinar el género”. Sin embargo, desde que se aprobara la decisión en 2018, solo se ha modificado el pasaporte de una persona.

Nanoah Struik, persona no binaria de 19 años, tuvo que defender su derecho a la polémica X en los juzgados. La razón es que el parlamento todavía tiene que recoger el precedente de Zeeger en la legislación del país, algo que, por desgracia, probablemente no ocurrirá en un futuro cercano. A principios de este año, los ministros neerlandeses Raymond Knops y Sanders Dekker anunciaron que preferían esperar a que se produjeran “cambios internacionales”, es decir, a que otros países movieran ficha primero.

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Storm Vogel

Storm Vogel, 34.

Y esto ha sido precisamente lo que han hecho otros estados europeos: Malta introdujo la X en los pasaportes en 2017, y la primera solicitud llegó en 2018. Dinamarca expide pasaportes con género neutro desde 2014 y Alemania, desde 2013. En Nepal existe la opción “O” (de “otro”), y en India, la “T” (de “tercer género”).

Tal como están las cosas actualmente, la única forma de obtener un pasaporte con género neutro en los Países Bajos es invirtiendo tiempo y dinero en una demanda judicial de resultados inciertos. En ese proceso se encuentra Storm Vogel, de 34 años. “Lo ideal sería que pudiera ir al ayuntamiento o, mejor aún, conectarme en línea y cambiar mi género por una X”, dijo Storm.

Sin embargo, ahora se ve en la obligación de ir a los tribunales y someterse a la evaluación psicológica de expertos, lo cual le parece inaceptable. “Ser de género no binario no es una enfermedad ni un trastorno mental”, añadió Storm. ¿Por qué necesito que un experto que no me conoce de nada me examine? ¿De qué me van a examinar? La única persona experta que me conoce soy yo”.

Storm Vogel

Lo consideran un asunto de derecho a la igualdad porque las personas cis no tienen que probar su género. Esa es la razón por la que Storm se niega a ir al psicólogo y asegura que seguirá luchando hasta que le cambien el pasaporte sin necesidad de ver a uno. Su caso lo está llevando de forma altruista el despacho de abogados Clara Wichmann.

En la mayoría de los países de Europa en los que se expiden pasaportes con género neutro se sigue considerando masculinas o femeninas a las personas no binarias en el registro civil. Así, por ejemplo, si te casas o te enrolas en el ejército, se te seguirá considerando hombre o mujer. Las únicas excepciones son Malta y Dinamarca.

La desigualdad resulta más patente a la hora de viajar a otros países. la Asociación Internacional de Lesbianas, Gais, Bisexuales, Transexuales e Intersexuales asegura que las personas con documentos de identidad con género neutro suelen “tener dificultades para entrar en otro país” y durante el proceso de solicitud de visados.

Según Storm, lo esencial es que el género con el que se les ha registrado es incorrecto. “Quiero sentir que se me reconoce, que existo”, asegura. “Aunque me parece estúpido que eso lo tenga que determinar un trozo de papel, sí que creo que influiría mucho en cómo me siento”.