Cajas solares: música mágica y climática

El otro día descubrimos las Sun Boxes (Cajas Solares) de Craig Colorusso y nos quedamos fascinados, pero nos parecía un poco feo escribir un artículo diciendo "no sabemos cómo funcionan, pero suenan de puta madre", así que le pedimos a Craig que escribiera algo.

En noviembre de 2008, mi viejo amigo "Sexy" David Sanchez-Burr me llamó y me dijo: "¡Ey! Haz algo solar, iremos al desierto".

En junio de 2009, Dave y yo fuimos a Rhyolite Nevada con nuestro colega Richard Vosseller para trabajar en el Museo al Aire Libre de Goldwell. Organizamos un evento llamado "Off The Grid", cuyo objetivo era crear algo utilizando energías renovables. Así nació Sun Boxes.

Compuesto por 20 altavoces solares (cada uno emite una nota diferente), cada caja tiene programada una nota distinta para que suene continuamente mientras haya energía. No tiene baterías incluidas, así que tanto los participantes como el clima alteran la obra. Cuando se nubla, el volumen disminuye o se apaga por completo.

El volumen de las Cajas Solares es lo suficientemente alto como para envolver al participante, pero hay espacio como para que se cuelen los sonidos ambientales en la mezcla. En Turner Falls pasó una ambulancia con la sirena encendida y se creo una mezcla impresionante. La playa Menemsha en Martha's Vineyard nos ofreció una sinfonía de olas rompiendo todo el día.

Creo que el punto de partida fue el ímpetu. Aunque tengo muy buenos recuerdos de cuando tocaba en grupos e iba de gira, quería hacer algo donde el público pudiera sentirse parte de la obra. Quería ofrecer música sin esa barrera entre el público y el artista. Los participantes estás literalmente rodeados de Cajas Solares. Las personas son parte del espectáculo, no son un grupo de personas dentro de una sala mirando a un grupo. Mi arte no es valioso, no tiene que ser visto a través de un vidrio blindado. Mi arte está hecho para que las masas vivan en él.

Siguiendo este concepto, lanzamos la aplicación Sun Boxes, la cual permite que los participantes puedan escuchar el audio ellos solos o reclutar a otras personas para convertir sus teléfonos móviles en Cajas Solares. Veinte personas pueden recrear la obra. Me gusta la idea de que la gente pueda incorporar en sus vidas una versión de las Cajas Solares.

Me gusta apreciar cómo se desenvuelven las cajas en los distintos lugares a los que voy, debido a las nubes y todo eso. Este no era el plan original de la obra, pero es importante reconocer que a veces uno no obtiene el resultado que quiere cuando quiere. Mola que te lo recuerden, especialmente de una forma tan estéticamente agradable.