FYI.

This story is over 5 years old.

Cultură

Un nuevo Cadillac en la ciudad

Jorge Alderete, el artista que dibuja en vivo a Los Fabulosos Cadillacs.

Todas las fotos de Mauricio Castillo.

Chicago, Costa Rica, París. Viajes relámpago a Buenos Aires para sesiones fotográficas. De vuelta a Vértigo para arreglar pendientes de la expo entrante. Ensayo con Gallo Negro. Diseñar el boleto conmemorativo del metro. Contestarle a Calamaro un mail. Pruebas del libro más reciente. Llevar a los niños a la natación. La vida no le da un instante para aburrirse a Jorge Alderete. Y si cupiese un respiro, estoy seguro, el Dr. se las arreglaría para volverse Hyde e inventarse más ocupaciones. Me acuerdo cuando hace años todas las bandas que tocaban surf y garage en el Alicia soñaban (mos) con grabar un disco que tuviera una portada de Alderete. Su trazo se convirtió en la marca característica de aquella explosión selvática y playera que inundó el antiguo Distrito Federal a principios de la década pasada. Tiempo después, Jorge se cansó de estar detrás del escenario y saltó a tocar el theremin y a dibujar en vivo con su banda, Gallo Negro, un conjunto de chicha sicodélica que ensaya al oriente de la Ciudad de México. Nacido en Argentina pero chilango por añejamiento, el diseñador, ilustrador y músico no se cansa de juntar millas con sus múltiples proyectos. Aún así, Jorge se hace un tiempo en su agenda saturada (porque sigue siendo el mismo tipo entrañable de siempre) y se junta a charlar con VICE sobre el primer concierto que dará en casa ya como uno más de Los Fabulosos Cadillacs.

Publicidad

VICE:¿Cómo fue que te uniste a dibujar con Los Fabulosos Cadillacs?
Dr. Alderete: Había trabajado antes con ellos, en diseño e ilustración. Se acercaron porque conocían mi trabajo con las bandas de acá. Es curioso, porque de pronto, a partir de mi trabajo con LFC, allá en Argentina comencé a hacer trabajos para Calamaro o Melero, y acá la gente me relaciona más con el trabajo que he hecho para las bandas underground. Eso fue lo que vieron Los Cadillacs, más bien. En 2008 hice mi primera colaboración con ellos, el año que se volvieron a juntar. No nos conocíamos de nada. Digo, los conocía yo como cualquier persona, a través de su música. Y un día me llamó Flavio. Una locura. A raíz de eso (el diseño del CD doble + DVD La luz del ritmo), cada vez que venían a México me invitaban a subirme al escenario para dibujar y tal. La segunda vez que estuve con ellos en el Foro Sol, me invitaron a colaborar ya más de manera continua.


Relacionados: Es estudiante que se comió su cadera como proyecto de arte


Viviendo tan lejos debe de costar trabajo coordinar los ensayos, ¿cómo hacen?
Antes de la gira, allá en Buenos Aires, estuvimos ensayando lo básico durante una semana. Después la realidad es que tampoco ellos ensayan muchísimo. No todos viven en Buenos Aires así que es más bien una relación a distancia. Ahora, por ejemplo, para el último concierto en Luna Park se juntaron a ensayar tres días antes del concierto…

Publicidad

Más bien es ponerse de acuerdo, ¿no? Deben de tener ya muy puesto el mambo…
Sí, sobre todo porque era el segundo concierto de la gira en el Luna Park y había la intención de hacerlo totalmente distinto al primero. Del disco nuevo se tocaron distintas canciones y de los clásicos salieron unos e incorporaron otros, algunos que igual hacía 20 años que no los tocaban en Argentina. El Luna Park es un espacio muy especial, con mucha historia.

¿Tu trabajo en los visuales está muy ligado al espacio en el cual se presentan?
Varía poco, pero digamos que las especificaciones del equipo con el cual trabajo son siempre las mismas.

¿Y qué tanto improvisas durante la tocada? ¿Tienes campo para ir cambiando de presentación a presentación o sigues una pauta ya establecida?
Y, a ver, funciona un poco como la música. Son las mismas canciones, hay una partitura, digamos. Después, sobre esa misma base se puede improvisar, incluso te diría que más que en lo musical. Lo mío tiene un mayor margen de improvisación. La música, si te pasas de improvisación, ya es otro tema. Yo tengo una base, una especie de miniguión que a veces se reduce a una palabra apuntada. Mi guía es muy básica pero la necesito. Sobre todo porque es una situación rara para un dibujante, ¿no? Estás ahí en medio con 10,000 personas enfrente y bueno, sí impone, hay una energía importante. No hay que dejar que esa energía se desborde. Es como enfrentarte a la hoja en blanco pero en un estadio repleto. Así que lo tienes que resolver en segundos. Tengo apuntada una frase, un disparador, quizá un dibujito, ahí, en el mismo setlist. Ya sobre eso me pongo a trabajar.

Publicidad

El Dr. lleva su libreta a donde quiera que vaya.

Los Cadillacs nunca han sido conocidos por ofrecer mucha innovación visual en sus conciertos, ¿cómo ha sido la recepción de este nuevo show en Argentina?
Muy buena. Finalmente para mí es algo que vengo haciendo con Gallo Negro hace unos años, pero allá le ha ido muy bien, es algo que no se hace mucho, sobre todo una banda como Los Cadillacs. Ahora que he estado en contacto con toda la gente del staff, con el stage manager que viaja con ellos desde hace 20 años, el sonidista y tal, me cuentan que nunca tenían nada visual preparado. Si iban a un festival, bueno, con el circuito cerrado que proveía el festival se arreglaban. Sobre la marcha. Ahora es una parte importante del show: hay una pantalla gigante que hace las veces de escenografía de la banda. Imagínate: en el Luna Park, que le caben unas 8,000 personas, la pantalla tenía 7 metros de alto por 14 de ancho. Era enorme y lució mucho.

¿Se han hecho buenos amigos desde esta colaboración? ¿Qué tal es la banda tras bambalinas?
Sí, terminas conviviendo mucho y tal. Siempre hay una relación laboral de por medio pero también se desarrolla una cercanía. Sobre todo la he estrechado con Flavio, que he ido a su casa en Mar del Plata y tal. Con el resto de la banda, ahí va, se va formando.

Hoy te toca jugar de local, ¿no?
Es raro. Por ejemplo a los músicos nuevos de la banda, que son los hijos de Flavio y de Vicentico, les pesa, en el buen sentido de la palabra, tocar en casa. Por más que no sea el lugar más grande donde tocamos, la localía siempre pesa. Yo creo que eso me va a suceder a mí acá y no tanto allá…

Publicidad

¿Qué viene para ti en lo que queda de este año?
Estamos por grabar disco nuevo con Gallo Negro (financiado con un crowdfunding). La idea es sacarlo a principios del año que viene. Y mi trabajo de diseño, que siempre sigue. Estoy terminando las imágenes de dos festivales, uno en Brasil, de música, y otro en Argentina, dedicado a la cultura custom. Con los Fabulosos sigue la gira. Se va armando conforme avanza la gira. Nos acaban de confirmar Colombia, por ejemplo. Más giras. El año que viene da, al menos para seguir un semestre en el camino. Y estoy pensando en hacer un update de Sonorama (el libro que recopiló 20 años de su trabajo).


Relacionados: Versos rayados: poemario en piel de Fausto Alzati


¿Algo de novela gráfica?
Mira, cuando termina Black is Beltza (novela gráfica con dibujos de Alderete y escrita por Fermin Muguruza y Karkaitz Cano) me llamó mucho hacer algo yo solo, es decir, escribir e ilustrar. En Black is Beltza estuve trabajando durante tres años. Un ratote. Por eso ni me apuro y estoy pensando bien para poder tomar una decisión consciente de lo que voy a hacer. Fue una gran experiencia y hubo mucho aprendizaje. Ha habido propuestas pero no sé. Quizá ahora tampoco me tardaría tres años pero sé que no es un trabajo corto. Y es que yo suelo resolver rápido. Mis proyectos suelen empezar y terminar en un plazo corto. A veces una semana. ¿Un arte de un disco? Hoy por hoy… He hecho artes de discos de un día para el otro…, y bien, si no sale como me gusta no lo entrego, pero a veces conoces tanto a una banda que es sólo cuestión de ponerse a dibujar y las cosas van saliendo.

Si quieres conocer más de la obra del Dr. Alderete, entra aquí.