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clásico en brasil

El clásico brasileño entre River y Boca: Una leyenda tropical

El Clásico entre Boca Juniors y River Plate no solo se vive con gran pasión en Argentina. También en Brasil, con la creación de dos clubes similares.
Foto: Taringa

El 6 de mayo de 2013 fue una fecha histórica para el fútbol brasilero. Ese día, en el pequeño estado de Sergipe, al Norte del país, y en un partido válido por el campeonato estadual, se jugó el gran clásico argentino…pero en suelo de samba y carnaval. En aquella jornada, Sociedade Boca Júnior Futebol Clube, de la ciudad de Estáncia, se enfrentó por primera vez a Sociedad Esportiva River Plate de Carmópolis, y el juego terminó 0-0. Luego, por la segunda fase del torneo, la victoria quedó en manos de los "Millonarios" por 2 a 1. Aquellos dos partidos dieron origen a la leyenda del "Superclásico" en un alejado rincón del "Sertao" (el desierto nordestino): se filmó una película sobre el partido (incluso fue seleccionada al Festival de Cine de Berlin 2014, uno de los más importantes del mundo), se creó un sitio web, los dos conjuntos salieron en todos los portales de noticias del continente, y hasta se mencionaba, incluso, que un jugador del "verdadero River", el de Buenos Aires, iba a visitar el lugar. Sin embargo, como toda leyenda, y aunque su aura aún perdura, en un momento el partido se desligó del terreno de lo "real" para pasar a fomar parte de un "mito", y nadie sabe si alguna vez estos dos "archirrivales" se volverán a ver las caras. ¿Por qué? A continuación, te contamos las razones.

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Por el lado de Boca, la historia es la siguiente. El club nació en 2004, a partir de la pasión de su fundador y presidente, Gilson, por Diego Armando Maradona. Tanto es el fanatismo de este hombre por el equipo de la Ribera que, incluso, a su hijo lo llamó Riquelme, como Juan Román. LA FIFA y la CBF, sin embargo, no autorizaron a que el nombre del club brasilero fuese el mismo que el del argentino y por eso, la institución fue bautizada como "Boca Júnior", sin la "S" final. En 2011, el conjunto, que jugaba en la Segunda División de Sergipe, se trasladó de su ciudad inicial, Cristinápolis, a Estáncia, buscando mejores condiciones para afrontar el torneo. En 2012, entonces, ascendió a la Primera División estadual y así, en 2013, por primera vez, se enfrentó a su "histórico" rival. Luego, al final de ese año, descendió de nuevo a la Segunda y en 2014, volvió a ascender. Este año, logró el objetivo de mantenerse en Primera y así, el "Sergipano" 2016 lo encontrará de nuevo en la élite regional, y con ansias de soñar un poquito más, tal vez con destronar al Confiança, el club más grande del estado, que suele clasificar a la Serie D del "Brasileirao" y también disputa la Copa do Brasil…

Respecto a River, la historia es diferente y un poquito más trágica, aunque también, en su período de esplendor, más exitosa. Lo maravilloso, de todas formas, es que el club se fundó a partir de la idea del propio presidente de Boca, que quería tener un gran rival en el estado. Entonces, en 2006, São Cristóvão, una institución deportiva que ya existía desde 1967 en la ciudad de Carmópolis, fue comprada por un empresario que, debido a la sugerencia de Gilson, le cambió el nombre y la razón social: nacían así los "Millonarios" de Sergipe, que también nombraron a su estadio como "Monumental". Pero no se trató sólo de una "broma", o de una anécdota pintoresca; muy lejos estuvo de eso: desde su creación, el equipo de la banda roja en el pecho no paró de crecer y hasta llegó a sorprender a propios y ajenos a nivel nacional… hasta que finalmente, después de dos años de gloria y apogeo, de un día para el otro, desapareció.

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En 2009, River Plate ascendió de la Segunda a la Primera y, en sendas campañas históricas y en un hecho sin precedentes para el fútbol sergipano, se consagró dos veces seguidas, en 2010 y 2011, casualmente el año en que su homónimo argentino descendía a la Segunda División, como campeón estadual (el hecho es más meritorio aun teniendo en cuenta que el 90% de los campeonatos de Sergipe son ganados por equipos de Aracaju, su capital). En la Copa do Brasil de 2011, incluso, dio una de las mayores sorpresas de la historia del fútbol del Nordeste, al vencer a Botafogo de Rio de Janeiro 1-0 en la primera ronda de la competencia en un estadio completamente lleno con 45.000 personas.

Sin embargo, a partir de ese año, todo empezó a empeorar. El municipio de Carmópolis, que era el principal sponsor del equipo, comenzó gradualmente a retirar su apoyo, debido a la pérdida de ganancias con el petróleo y así, el conjunto, situado en una ciudad de apenas 10.000 habitantes, se fue quedando sin nafta. En 2014, con mucho pesar, Ernando Rodriguez, presidente del club, anunció entonces que por dos años abandonarían las competencias oficiales y así, al menos hasta hoy, River dejó de existir. Pero, al menos, quedaron en la memoria cercana de sus pocos hinchas aquellos años maravillosos, y también esos dos famosos Superclásicos que llamaron la atención de todo el país…

En 2016, si River Plate vuelve a presentarse, entonces, de nuevo, las esperanzas de tener un "Superclásico brasilero" en el estado de Sergipe volverán a existir. Mientras, al menos, los "torcedores" de Boca Júnior pueden soñar con otro partido importante, que, en Argentina, también despertaría la atención de todos: en la Serie B estadual, actualmente, uno de los animadores del campeonato es la Associação Desportiva Independente Futebol Clube, de la ciudad de Simão Dias. Sí, además de "Xeneizes" y "Gallinas", el Nordeste de Brasil también tiene sus "Diablos Rojos"…