Cada vez que digo que nunca haré algo, es como si el universo me lo mandara directo a la cara, por eso cuando vi que el tipo que conocí andaba en moto recordé las muchísimas veces que había dicho y me había dicho: "nunca en la vida voy a salir con un man que ande en moto". En principio, eran mis estereotipos los que hablaban, luego era la rabia la que hablaba (claro, yo como conductora de carro odiaba a todas las motos que siempre se atravesaban por todos lados) y últimamente era mi cabeza calculadora y probabilística la que me hacía convencerme de que eso, desde ningún punto de vista, iba a ser una buena idea.Esta columna es parte de la alianza de contenidos entre VICE Colombia y Corpovisionarios. Vea más aquí.
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