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Fabricio Werdum pateó al entrenador de Travis Browne y fue muy gracioso

"Me dijo, 'Hijo de puta y cállate la boca'. Por mí, está bien, pero nunca menciones a mi mamá".
Photo by John David Mercer-USA TODAY Sports

Ver el primer round de la revancha entre Fabricio Werdum y Travis Browne en UFC 203 el sábado pasado, fue como ver una película de acción después de comerte un ácido. El límite de lo normal se opacó lo suficiente como para preguntarse si el pesado Werdum en realidad había lanzado una patada lateral voladora en los primeros segundos del combate —y la conectó— o cuando Browne había pedido tiempo fuera debido a una lesión en un dedo cuando los comentaristas explicaban que los tiempos fuera no existían en las reglas del MMA.

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Después de ese primer round, durante el cual Werdum llevó a Browne al suelo y casi encaja una sumisión, la pelea pasó a ser un asunto más pesado que llegó a la decisión e hizo que los habitantes de Cleveland comenzaran a abuchear. Antes de que el réferi levantara su mano, Werdum le hizo señas al público. Luego el entrenador de Browne, Edmond Tarverdyan se acercó a Werdum y comenzó a insultarlo.

Después de que Werdum lanzara esa patada frontal, algún productor debió gritar "noooo" mientras recordaba partes del evento Strikeforce: Nashville. Por más que el MMA normalice la violencia y el insultar al oponente, las peleas entre peleadores y el equipo técnico de sus oponentes sigue siento un tema tabú, y con justa razón. Seguro, para los demás es peligroso y fortalece estereotipos sobre el deporte, pero las peleas después de la pelea son redundantes: dos profesionales acaban de pelear, literalmente, y no es momento de hacer una imitación barata. Y tampoco es algo práctico ya que te puede hacer acreedor a una sanción de la comisión, aunque en este caso, según el reporte de MMA Fighting, la Comisión Atlética del Estado de Ohio no penalizará a nadie por la riña.

En la entrevista posterior a la pelea, entre solicitar un bono por pelea y una oportunidad de título, Werdum habló sobre el asunto. "Me dijo hijo de puta, 'Cállate la boca, hijo de puta'", dijo Werdum. "Dije, ¿qué? No, no, no. Por mí está bien, pero nunca menciones a mi mamá, ¿sabes? Así que mantuve la distancia, es un entrenador de boxeo. Vi en su mirada que quería golpearme, así que mantuve la distancia. Eso es todo".

Un reportero le recordó a Werdum el nombre de Tarverdyan, pero claro, gran parte de los involucrados en el MMA conocen su nombre, y sobra decir que no es muy querido. A pesar de tener gran experiencia compitiendo y como entrenador, se volvió entrenador principal de Ronda Rousey cuando la excampeona peso gallo era una de las atletas de mayor perfil y mayores ingresos en el deporte. Tanto así, que Bloody Elbow reportó que Tarverdyan había reportado no haber recibido ingresos y debía más de 700 mil dólares después de declararse en bancarrota el año pasado. Este año, la Comisión de California lo suspendió por tres meses y lo multó con 5000 dólares por falsificar una aplicación para ser esquina en 2015, en la que había omitido mencionar que en 2010 fue acusado de robo de identidad y resistirse a un arresto.

Hay más criticas relacionadas con su método de entrenamiento. Cuando enfrentó a Holm en noviembre del año pasado, el consejo que le dio a Rousey fue malo, y la hizo pensar que iba ganando la pelea. (La madre de Rousey, una de las críticas del entrenador, dijo "lo atropellaría con mi automóvil si la ley no me lo prohibiera"). Y aunque haya sido culpa de Tarverdyan o no, es parte de una narrativa conocida ya que muchos comentan que peleadores como Browne y Ellenberger van a su gimnasio y no mejoran sus técnicas. Con Jackson Wink MMA, Browne logró 7-2-1 en UFC durante cuatro años, mientras que con Glendale Fighting Club sólo ha conseguido 2-3.

No queda clara la razón por la que el entrenador confrontó a Werdum. La tensión entre ambos peleadores era evidente durante los careos previos a la pelea, pero cuando un reportero preguntó la razón de la pelea, Werdum dijo que estaba respondiendo a la hostilidad de Browne y que lo respetaba como peleador. En cuanto a Tarverdyan, no se sabe la razón por la que estaba tan molesto, gritándole "consejos" a Browne como "¡Ese hijo de puta es muy lento para ti!".

Cualquiera que sea el origen de la historia, ver a Fabricio Werdum lanzándole una patada a Edmond Tardervyan mientras éste tenía el rostro lleno de ira es muy gracioso. Eso es lo que pasa cuando los insultos van después de una pelea entre dos pesos completos. Edmond lució como un niño de primaria católica diciéndole a un monja que se callara antes de que ella tomara una regla para castigarlo. Se vio pequeño rodeado de dos gigantes como Werdum y Browne, y pareció encogerse un poco más cuando Werdum marcó la distancia.