Los Bears de Chicago se quieren deshacer de Jay Cutler (y no saben cómo)

En 2009, cuando los Bears entregaron dos selecciones de primera ronda, una de tercera, y cambiaron con Denver a Kyle Orton (seguramente con resaca) por Jay Cutler, parecía que la eterna y ridiculizada búsqueda del equipo por un mariscal de campo franquicia había finalmente terminado.

Ocho años después, Cutler es el líder histórico de la franquicia con más yardas aéreas y touchdowns, pero muy pocos se animarían a describir su legado en la Ciudad de los Vientos como un éxito rotundo. La Era Cutler estuvo marcada por cuestionamientos de liderazgo y dureza, algunos más justos que otros. Los Bears sólo llegaron a postemporada una vez y acumularon una marca mediocre de 51-51.

Cutler cuenta con todos los ingredientes de un quarterback estrella: un gran brazo, una esposa famosa, y una cantidad inimaginable de engreimiento. El problema es que no juega como tal. Su mejor temporada fue en 2015 bajo el cargo de Adam Gase, y ni siquiera en ese entonces pudo terminar en los primeros 15 lugares en índice de pases.

Antes del arranque de la temporada 2016, se asumió que sería el último año de Cutler con los Bears. Cutler se perdería 11 partidos y no jugaría muy bien en los cinco juegos como titular, lanzando cuatro touchdowns y cinco intercepciones, junto con dos pérdidas de balón. Chicago perdió cuatro de sus cinco inicios de temporada.

Resulta que ahora los Bears han dejado muy claro que quieren darle vuelta a la página. La franquicia comunicó a algunos periodistas esta semana que está buscando "enérgicamente" un intercambio.

Jeff Darlington de ESPN explica la situación.

Los equipos de la liga están ahora conscientes de la disponibilidad de Cutler, mientras que los Bears intentan obtener compensaciones para el draft por su QB titular después de ocho años, y se espera que las pláticas incrementen durante la semana del NFL Combine.

Puedo decir sin miedo a equivocarme que los equipos sabían muy bien de la situación de Cutler mucho antes de que el tema saliera a la luz. En cuanto al tema de su traspaso, decir que las pláticas incrementarán es una forma generosa de describir su situación.

Algo que complica la posibilidad de un intercambio es el hecho que Cutler puede echarse para atrás si no le gusta su nuevo destino. Su contrato no incluye una cláusula de no transferencia, pero ya que no firmó ningún bono o garantía monetaria en su contrato, simplemente puede negarse a jugar sin tener que dar algo a cambio. Por su parte, los Bears están confundidos. Soltar a Cutler les daría un modesto espacio de 2 millones en el tope salarial, y no amenazaría sus planes para armar el plantel este año. Es obvio que Chicago preferiría obtener algún tipo de compensación en el draft por él, pero es difícil imaginarse que puedan encontrar algo mejor que una selección a mitad de draft.

Dada la constante sequía de mariscales de campo con calidad en la NFL, incluso un tipo promedio como Cutler podría encontrar una buena oferta en la temporada baja. Sin embargo, este año el mercado de quarterbacks es un poco más robusto de lo normal. Aunque Tony Romo, Colin Kaepernick, y Tyrod Taylor están bajo contrato, se espera que los tres estén disponibles en poco tiempo. También existe la posibilidad que Kirk Cousins y Jimmy Garoppolo se unan a la fiesta. No es difícil argumentar que cualquiera de estas opciones resultan más atractivas que Cutler, y ni siquiera estamos contando la generación de mariscales de campo novatos de este año. En general, podría decirse que hay entre seis y ocho opciones más emocionantes en 2017 que Jay Cutler.