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¿Y los abucheos para Arsene Wenger?: Análisis de la Liga Premier

En el análisis de la Liga Premier de esta semana nos preguntamos el porqué de la falta de abucheos dirigidos al estratega del Arsenal. ¿Qué podría significar?
Will Oliver/EPA

Al momento del silbatazo final en el estadio Vicarage Road, la parte de los aficionados visitantes se comportó de una forma inquietante. Conforme se fueron parando para salir del recinto, ni uno solo de los fanáticos del Arsenal abucheó. Como a estas alturas ya es costumbre escuchar consignas y cánticos de "Queremos a Wenger fuera" durante los encuentros de los "Gunners" —especialmente en sus primeros dos juegos contra Liverpool y Leicester— fue todo una sorpresa escuchar algunas señales de satisfacción de parte del grupo visitante del norte de Londres, e incluso algunos aplausos aislados. Por primera vez en la temporada, nadie quiso sermonear a Arsene Wenger. ¿Cuál es el significado de todo esto?

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Si conjeturamos apegándonos a las pruebas, podría ser que se debe al juego mejorado del Arsenal. Watford no fue precisamente el equipo más competitivo, pero el conjunto de Wenger se vio fuerte, organizado y creativo; Alexis Sánchez y Mesut Özil cerraron la victoria de 3-1 con un par de goles bien trabajados. Como es natural, los fans del Arsenal quieren ver jugar a su equipo de una forma competente y, por ende, obtener resultados decentes. Quién iba a creer que las cosas se darían de esta forma; claramente los jugadores no a juzgar por sus primeros dos partidos.

A pesar de que los tres puntos más que necesarios acabaron, temporalmente, con la ira de sus fans, el Arsenal necesita mantener su constancia. En sus próximos partidos se enfrentará a Southampton en casa y a Hull City de visita, y está obligado a llevarse los seis puntos. A estos compromisos le sigue el choque con Chelsea, lo que pinta para ser una derrota segura por un solo gol autoría de Diego Costa, momentos después de haber sido expulsado por sexta o séptima ocasión. Está escrito y no hay algo que Arsenal pueda hacer. Los fans pueden olvidar este tipo de cosas pero no los malos resultados ante conjuntos notoriamente inferiores.

A muy poco tiempo del anuncio oficial de los nuevos fichajes Shkodran Mustafi y Lucas Pérez, Arsene Wenger tiene la posibilidad de reconciliar el apoyo de sus fanáticos. A pesar de haber fichado jugadores hasta el último, como suele hacerlo, su disposición para acudir al llamado de las gradas y gastar algo de dinero siempre será bien recibida. Las noticias sobre estos fichajes han sido parte esencial de la reciente inexistencia de abucheos, y de la idea que el Arsenal ahora sí es un candidato más serio. Nadie sabe, tal vez le funcione la estrategia a Wenger. A lo mejor algún día la gente deje de abuchearlo —con todo y su terquedad— y se dé cuenta que Wenger no estaba del todo equivocado.