¡A Ismael Arciniegas lo mató Colombia!

Al colombiano Ismael Arciniegas, ejecutado en China, lo mató la realidad colombiana, el panorama. Es una víctima social y aunque eso no lo excluye de su responsabilidad, el país entero debe reflexionar sobre el panorama que los ciudadanos tienen al frente: ¿existe otro?

RIP, hermanito: todos somos buenos. Y sí, porque todos nacemos con la pureza, llegamos al mundo como una esponja a absorber lo que la vida nos dé, y en Colombia a algunos les da balazos, escupitajos, correazos y gritos, y así comienza a escribirse esta catástrofe, esta cadena que va desde la corrupción de nuestros gobernantes hasta la irresponsabilidad de los papás y mamás  al criar a sus hijos.

¿Cuándo el país se dará cuenta del gran potencial que tiene su gente? Ismael Arciniegas Valencia era un padre de familia que por ganarse 5.000 dólares cayó preso desde el año 2010 en una prisión China, pasó estos años en una celda pequeña y después perdió su vida. ¿Qué habrá pensado estos años? ¿Cómo se habrá sentido?  Seguro que se arrepintió, creo yo, porque el encierro hace eso, y en todos esos pensamientos seguro le habrán llegado a su mente preguntas de por qué pasó lo que pasó.

Pero después de todo ese sufrimiento, sería interesante pensar en el paradero de los verdaderos dueños de esa cocaína, los funcionarios que permitieron que esa mula pasara los controles del aeropuerto, el amigo o amiga que lo puso en contacto con la banda de traficantes, ¿Toda Colombia: dónde estaba toda Colombia en ese momento? La humanidad está permitiendo que unos se vayan al carajo, porque aquí lo que importa es salvarse uno mismo.

¿Pero los otros?

Hemos exportado nuestro mal ejemplo, nuestra sed de dinero para hacer cosas normales, para pagar necesidades básicas de la gente: una casa, salud, sobrevivir en el mundo del desempleo, de las escasas oportunidades. ¡Qué hostil que ha sido para muchos!

La familia de Arciniegas ahora está destrozada. Y este hecho se suma a todo lo que el narcotráfico ha hecho con ellos, con miles de familias que han perdido seres queridos, hijos tirados en las ciudades, mamás preocupadas por ellos.

No más, Colombia, ya no más con eso, ya se ha sufrido bastante. Es momento de asumir responsabilidades y, entre todos, todos aprovechar este fatídico evento para cambiar nuestra ruta. Esa maldita cocaína nos ha cobrado ya suficiente. A la mata sagrada la hemos pisoteado.

Que en paz descanses, Ismael Arciniegas Valencia, que todos los tuyos cojan de ejemplo tu muerte para salir adelante, para escribir otra historia, para transformar la vida. Saludos a los que están presos, a los que están a punto de viajar cargados de drogas, saludos a los que en la casa no tienen para un almuerzo, saludos a usted que lee esto y que a pesar de todo sigue en la lucha. Reflexión ya.

* Documentalista, fotógrafo. Su Instagram lo puede ver acá.