La Chica Kern de la Semana – Cece

Cada semana, Richard Kern nos invita a ir a su apartamento, donde nos zambullimos en una caja enorme llena de fotografías de archivo de su larga y azarosa carrera. La modelo de hoy es Cece, una parisina que no tenía problemas en lavarse el tetamen en el fregadero en plan Susan Sarandon.

VICE: ¿A quién tenemos aquí?

Richard: Me parece que la llamaba Cece.

Y le gusta lavarse las tetas en el fregadero.

Sí. Esto es auténtico. Vino a un cásting para Shot By Kern en París. Hacía poco tiempo que había empezado a trabajar como becaria en VICE y su novio le dijo, “Oye, ¿por qué no te dejas caer por ahí?” Total, que se presentó al cásting y yo… vaya, que me quedé con la boca abierta cuando le vi las domingas. Hicimos un vídeo increíble. Por desgracia fue el programa, Shot By Kern, el que se quedó el vídeo, no yo [risas]. ¿Por qué no lo grabaría yo? Bueno, me parece que yo rodé unos dos minutos. Joder, ¡tendría que haber rodado más! Bueno, el caso es que es una chica que… En fin, que estoy pensando en volver a París sólo para hacerle unas fotos. Así de buena era. Conseguí un material cojonudo de ella. Y ella no se cortaba ante nada.

¿Esto no estaba preparado de antemano? ¿Lo de lavarse las tetas en el fregadero?

No. Simplemente le dije, “Oye, tienes unas tetas grandes y preciosas, ¿podrías lavártelas en el fregadero?” Hay una escena en Atlantic City… ¿Conoces la película? ¿De Louis Malle, con Art Carney y Susan Sarandon? En una de las mejores escenas está Art Carney, un hombre mayor, mirando por la ventana. Ve a la Sarandon, que llega a su casa desde el trabajo, y se pone a lavarse las tetas en el fregadero. Susan Sarandon también tiene unas buenas domingas. Bueno, pues eso se me ocurrió [risas].

De ahí la inspiración.

Sí. Me acuerdo perfectamente de esa escena.

¿Las chicas americanas dicen no a cosas como ésta más que las chicas con las que trabajaste en tu tour europeo?

En el tour hubo una chica italiana, Juliana, a la que le pedí lo mismo –porque lo que eran tetas tampoco le faltaban –y me respondió que ni de coña. Entonces le pregunté, “¿Pues te podrías lavar los pies?” “Ni de coña”. “Y la cara, ¿te puedes lavar la cara?”Acabó lavándose la cara, pero se mostró muy incómoda durante toda la sesión. Nunca había hecho nada parecido, y a medida que le hacía fotos se ponía más y más alterada.

Empezó a pensar en su padre y todo eso.

Sí. De hecho, su padre la llamó durante la sesión. Creo que eso fue lo que la acabó de alterar.