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Cultură

Ser soltera a los 20, a los 30 y a los 40 años

Hablamos con varias generaciones de mujeres para saber qué opinan sobre la soltería.
Imagen vía usuario de Flickr MCAD Library

"Cuanto más inteligente es una mujer más le cuesta casarse". Esta es la conclusión a la que llegó un estudio publicado por el diario británico Sunday Times, después de entrevistar a 900 mujeres y hombres y hacer un seguimiento de sus vidas 40 años más tarde.

Cada día hay más "spinsters": mujeres que están orgullosas de ser solteras y no piensan casarse. El término es desgraciadamente tan nuevo que no tiene traducción al español. Lejos de ser una etiqueta discriminatoria el vocablo se ha convertido en un emblema para simbolizar una realidad social en constante crecimiento. La prueba de ello es que las cifras indican que los hogares unipersonales aumentan año tras año. En 2014 representaban el 24,2% del total de los hogares españoles. Pero por lo general aún hay más hombres que mujeres que viven solas, unas cifras que se disparan al llegar a la edad de jubilación. La esperanza de vida, más alta en mujeres que en hombres, provoca que el 40% de los hogares con un solo individuo en casa, sean precisamente los regentados por mujeres viudas que deciden vivir solas cuando sus maridos fallecen.

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Si hacéis el ejercicio de buscar "solteras" en Google veréis que las dos primeras páginas son única y exclusivamente dedicadas a webs de contactos para mujeres sin pareja. Con frases como "Te lo ponemos fácil en el amor" o "Parejas reales esperándote", se ilustra un mundo claramente obsesionado por las relaciones. Si bien es verdad que hace unas décadas, casarse y tener hijos parecía el ciclo "normal" de la vida, ser soltera es hoy el pan de cada día de muchas mujeres que disfrutan de su estado civil. La soltería no es para nada sinónimo de estar sola, vivir sin pareja no significa vivir amargada. Tener independencia y libertad económica, social y profesional sin la necesidad de estar vinculadas a un hombre es un estado que lamentablemente nuestras abuelas no contemplaban. La sociedad ha avanzado es esto, pero aún queda bastante por cambiar.

Son muchas las que aún son discriminadas por ser "solteronas" y a las que se les cuestiona si se les "va a pasar o no el arroz", una frase que curiosamente los hombres solteros escuchan menos frecuentemente. Para saber cómo lo viven nuestras protagonistas en cuestión, hemos entrevistado mujeres que representan tres generaciones distintas para reflejar la realidad de cada una de ellas: mujeres de 20, 30 y 40 años.

Dana Natera. 24. Estudiante de cine

Llevo 4 años sin una pareja estable. Creo en el amor, pero no como el que sale siempre en las películas. Pienso que ese solo se da una vez. La primera. Luego ya todo es mas maduro y realista. He estado con gente, incluso por varios meses, pero no me he enamorado.

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No entiendo cuando se habla de "mi otra mitad", como si no se estuviera completo sin alguien más. La gente está infeliz sola porque no está haciendo nada que le apasione. Creo que, más bien, la mayoría de las veces, estando con alguien estamos más infelices.

Lo mejor de estar en una relación es sentir que puedes contarle cualquier estupidez a esa persona, y sentir que puedes ser una versión genuina de ti misma. Pienso que la mayoría de personas en relaciones no son del todo verdaderas, sino todo lo contrario. Lo peor es tener que comprometerte tanto con algo que probablemente se va a terminar.

Aunque soy una persona que por lo general disfruta estando sola, a veces me pegan las cursilerías y me frustra pensar en lo difícil de conseguir algo real.

En esos instantes lo mejor que puedo hacer es cocinar una sopa de pollo.

Dentro de unos años me veo escribiendo guiones de películas y quizás dirigiéndolas. No pienso nunca en casarme y tener hijos. No es algo que me interese en estos momentos. Tengo otras prioridades.

Marta F. 34. Fotógrafa

Siempre he tenido parejas (desde los 20 hasta los 30) pero tanto mi vida laboral como de estudiante siempre han sido muy importantes para mí.

He ido dejando a mis parejas pero nunca he abandonado mis estudios ni he dejado que mis relaciones influyeran en ellos. Considero más importante formarse a una misma, adquirir seguridad y personalidad que tener un buen novio. Con la edad este sentimiento cada vez es más fuerte.

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Siempre había creído en las relaciones estables pero llega un momento en el que me agobio, necesito mi espacio, no tener que dar explicaciones y poder hacer lo que me dé la gana. A veces esta actitud hace sufrir a mis parejas y por ello prefiero estar sola y no hacer daño a nadie.

Sexo: el follar por follar es una mierda. Creo que lo ideal es compartir ratos con alguien que te guste de verdad pero que cada uno haga su vida. Alguien con quien compartir algo de magia (que si no también se echa de menos) pero sin que te sientas atada a él, sin preguntas ni celos ni tener que dar explicaciones.

Patsy B. (38 años) editora/traductora freelance

Tengo un tío de ochenta y pico años que siempre que me ve me dice: "¿todavía no te has casado? Si ya decías tú a los siete años que nunca te ibas a casar ¡y lo estás cumpliendo!"

No sé por qué, pero a mí todos esos rollos de casarse disfrazada de merengue gigante y bailar un vals delante de un montón de parientes que apenas ves el resto de tu vida y demás no se me ha pasado nunca por la cabeza, siempre me ha parecido un poco de telenovela todo. De hecho casi no he ido a bodas, aparte de la de mi hermano y mi hermana (cada uno con una pareja, no es que se casasen entre ellos, claro) cuando era adolescente (son ocho y nueve años mayores que yo), básicamente porque si no iba me despellejaban, y también a la de una amiga porque montó un fiestón del quince y estuvo bastante bien… Yo creo que sólo me casaría en Las Vegas. Por liarla. Aunque la única vez que estuve en Las Vegas ya la lié bastante (y puede que hasta me casase… ¿Hay algún registro on-line para saberlo?).

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Respecto a lo de estar con alguien for ever and ever, es curioso pero fue durante la veintena cuando tuve mis dos relaciones más largas (largas quiero decir de tres años una, y de unos cinco la otra, que en estos tiempos de Tinder estás un mes con alguien y ya es larga la cosa…). Con ambos novios conviví –y hasta con uno me compré un coche… (que luego se quedó él, acabó en siniestro total y como estaba a mi nombre lo acabé pagando todo yo… Bueno, con ayuda de mi madre: mamá, sí, te lo debo, ¡algún día te lo devolveré!)– y las dos fueron relaciones un poco tronadas, así que con eso ya tuve suficiente, muchas gracias. Y en la treintena, al contrario, no he estado con nadie más de unas semanas, alguna vez (pocos) meses, pero a cambio he podido catar gran variedad de especímenes y la verdad es que es la época en la que he sido más feliz.

Casi nadie de mis amigos y amigas se ha casado nunca, llevan más o menos la misma vida amorosa desordenada y existencia peterpanesca que yo, así que no me siento para nada un bicho raro. A lo mejor es que no leo las revistas femeninas adecuadas o que nunca vi Sexo en Nueva York (vaya tías pesadas esas cuatro pájaras, ¿no?) aunque me he tragado Girls enterita, o que resulta que en un par de años cuando cumpla cuarenta me despierto un día presa del pánico y me apunto a Meetic como una posesa para pillar marido, pero vaya, que me extrañaría mucho: mi compañera de piso acaba de cumplir cuarenta y cinco y yo no veo que la cosa –al menos en mi entorno– cambie demasiado con la edad. Pero, eso sí, ¿y lo bien que nos lo pasamos?

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Susana Gough. 39

Desde hace unos 6 años vivo en un estado intermitente en el que voy alternando etapas de soltera con pseudonovios que no son novios pero en realidad sí lo son.

Lo que más me gusta de ser soltera es vivir la vida 100% a mi puro antojo. Cuando estoy soltera aprovecho mucho más mi tiempo libre, ¡me faltan horas para hacer todo lo que quiero!

Quizás lo que echo en falta de tener una relación es el cariño, los mimos, hacer el amor con amor, compartir proyectos, alegrías, penas, ah! y compartir gastos!! ¿Lo que menos? Las discusiones y los celos… es lo que más pereza me da. Luego, esos compromisos a los que a uno de los dos no le apetece nada ir y hay que negociar y luego, si vamos los dos hay que disimular la mala cara, y si sólo va uno, hay que poner mil excusas…

Y si te toca un novio que ronca… ¡La lotería!

Disfruto de cada etapa de mi vida al máximo, tanto si estoy soltera como con pareja. Estar soltera me permite crecer, madurar y quererme de una manera incomparable. La verdad es que no me gustaría estar soltera de por vida. A mí me gusta compartir y querer, pero siempre y cuando la relación sea para sumar y no para restar. Sino, prefiero estar sola que estoy muy bien.

Voy a todas las exposiciones que puedo, pinto, estudio o leo mil cosas, me apunto a todos los conciertos y actividades para descubrir propuestas nuevas. Disfruto mucho de mis amistades y de conocer gente nueva, y viajo cuando me es posible. ¡Ah! Me gusta también la decoración de interiores y soy una apasionada del mar. Y cuando estoy cansada, me encanta ver pelis y dormir durante horas.

Nunca sé qué decir cuando me preguntan porqué no tengo novio. Y la frasecita de "se te va a pasar el arroz" me da especialmente bastante rabia.

Cada vez pienso menos y disfruto más del presente. Espero estar, dentro de 10 años, con una sonrisa de oreja a oreja.