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Hay una escasez de tampones en Argentina

Los encargados de las farmacias y los supermercados locales no tienen idea de cuando volverán a abastecerlos de tampones.

Después de ir a seis supermercados y farmacias en busca de tampones, Catalina Moclov, una chica de 27 años que vive en Buenos Aires, simplemente se dio por vencida.

"Han pasado casi tres meses desde la última vez que pude comprar una caja de tampones", dijo Moclov hace unos días. "Nunca antes había pasado algo así. Como una amiga va a viajar al extranjero, le pedí que me trajera varias cajas".

"Estoy usando toallas pero son incómodas y antihigiénicas", añadió.

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La falta de tampones en los estantes de los supermercados y farmacias a partir de mediados de diciembre —justo al inicio del verano en el hemisferio sur— fue un recordatorio incómodo de los problemas económicos que enfrentó el país el año pasado.

Los líderes políticos y los funcionarios del gobierno se la pasan echándose la culpa unos a otros por la escasez. No obstante, el asunto de los tampones reveló una verdad incómoda: Argentina colmó la paciencia de los inversores extranjeros en 2014, lo cual repercutió en la falta de divisa extranjera, que a su vez hizo que la importación de ciertos productos se complicara.

Algunos analistas señalan que, aunque la escasez no ha llegado al extremo como en Venezuela o Cuba, la falta de tampones es un recordatorio para la población argentina de que aún falta mucho para que se resuelvan los problemas financieros en su país.

La mayoría de los tampones que se venden en Argentina se importan desde Brasil, y todo lo que entra al país tiene que pasar por revisión para que el gobierno argentino lo autorice. Sin embargo, la falta de divisa extranjera ha causado un retraso en la importación de algunos productos desde mediados del año pasado.

Los funcionarios responsables del área de importación acusan a las grandes empresas de empeorar la escasez para hacer que suban los precios. En respuesta, los negocios culparon al gobierno de regular en exceso las importaciones en un momento en la que la inflación aumenta cerca de 40 por ciento cada año, según una publicación de Reuters.

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Miguel Ponce, vocera de la Cámara de Importadores, señaló que la escasez se debe a la restricción de divisa que se implementó entre diciembre y enero.

"Esa fue la razón de que muchos productos se agotaran", dijo Ponce a VICE News.

La empresa Johnson & Johnson declaró en el periódico The Wall Street Journal que "esa temporada estaban teniendo dificultades para satisfacer la alta demanda de tampones OB debido a retrasos en el proceso de importación a finales de 2014". No obstante, Kimberly Clark, la empresa propietaria de la marca de tampones Kotex, declaró que la escasez se debe a problemas con la distribución.

Los encargados de las farmacias y supermercados locales no tienen idea de cuando volverán a abastecerlos de tampones. Pero las tiendas ya comenzaron a llenar los estantes de toallas sanitarias y pantiprotectores.

El secretario de comercio argentino, Augusto Costa, dijo durante una transmisión de radio que la verdadera causa de la escasez es el aumento en la demanda de los productos durante el mes de diciembre: "ante el incremento de la demanda no se pudo abastecer en todo el país este producto que es sensible para la higiene personal".

"Fue una especie de corrida contra el tampón, inducida por una operación mediática", dijo Costa, haciendo uso de una estrategia común en el gobierno que consiste en culpar de esta crisis a la prensa y a las grandes empresas.

"Nos pusimos en contacto con las empresas. Las tres firmas encargadas de abastecer el producto afirmaron que tuvieron un problema de logística que les impidió satisfacer la demanda", dijo Costa y añadió que las empresas "prometieron que pronto resolverían el problema".

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Algunas mujeres le piden a sus amigas que planean salir del país que les traigan unas cuantas cajas de tampones cuando regresen. Otras han optado por comprarlos en línea sin importar que cuesten mucho más de lo que costarían normalmente.

"La falta de tampones es un problema ahora que se aproxima el verano. Una no puede ir a la playa o meterse al agua", dijo María Genaro, de 29 años. "No hay tampones en ningún lado. De ninguna marca. Los pocos lugares que aún tienen cajas de tampones los venden a precios elevadísimos debido a la escasez".

En Argenzuela, góndola de tampones antes y después de q pase la langosta de mi bombón. Invierte en tampones la chica — Jose Luis Espert (@jlespert)January 17, 2015

Clarissa Perullini, una de las fundadoras de Maggacup, la única empresa argentina que produce copas menstruales, afirma que sus ventas se han elevado en los últimos tres meses porque las mujeres están buscando alternativas para sobrellevar la escasez de tampones.

"Las ventas de nuestra tienda en línea han crecido en 1,000 por ciento", dijo Perullini. "Muchas mujeres están interesadas en unirse a nuestra red de representantes de Maggacup para promocionar y vender copas".

Diego Pérez Santisteban, presidente de la Cámara de Importadores de Argentina, expresó su frustración por la escasez:

"No sé cómo sea en Cuba o en Corea del Norte pero, a excepción de Venezuela, ningún otro país en el mundo controla la importación al 100 por ciento como lo hace Argentina", dijo Pérez.

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