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Descansa en paz Joan Rivers

Nunca cerró la boca y es por eso que deberíamos estar agradecidos con ella.

Foto por Michael Loccisano/Getty Images.

Joan Rivers se me murió—en serio.

La amé desde la primera vez que la vi en la serie de televisión Kathy Griffin: My Life on the D-List en 2007, el mismo año que Britney Spears se rapó la cabeza y Lindsay Lohan posó para su primera foto de fichaje. Rivers carecía de decoro, por no decir que le encantaba decir groserías en público. Había querido entrevistar a Rivers por años, hasta que por fin, hace unas semanas, aceptó platicar conmigo. Ella iba a hacer un espacio para concederme una entrevista durante la Semana de la Moda, en que se iba a burlar de los horribles atuendos de los invitados.

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Sin embargo, dejó de respirar repentinamente durante una cirugía el 28 de agosto y murió una semana después, el día 4 de septiembre, en el Hospital Monte Sinaí de Nueva York. Tenía 81 años.

Aunque parezca de mal gusto burlarse de la muerte de Rivers, es lo que a ella le hubiera gustado que hiciéramos. Poco después de que su esposo, Edgar Rosemberg, se suicidó, River fue a cenar con su hija, Melissa, al restaurante Spago. Al ver los precios del menú, se dice que Rivers le dijo a Melissa: “Si tu papá estuviera aquí y viera estos precios, se volvería a suicidar”. Las dos rieron a carcajadas y los demás clientes las voltearon a ver como si estuvieran locas.

Al ser una de las primeras damas de la comedia, Rivers comprendía que los humanos (en especial los marginados, como las mujeres y los gays) deben reír en los momentos más duros si quieren sobrevivir.

La fama de Rivers comenzó en The Tonight Show dirigido por Johnny Carson en la década de los 60, donde actuaba de pie, y en ocasiones como invitada durante la década de los 90. El día 23 de abril, Rivers actuó de pie en el The Ed Sullivan Show, donde se burló de la forma en que la sociedad trataba a las mujeres.

“Por como es la moda hoy en día, me alegra estar casada por que si fuera soltera, nunca lograría casarme debido a mi apariencia”, comenzó Rivers. “Siento lástima por todas las chicas solteras en la actualidad, la moda y la sociedad en su totalidad no son adecuadas para las chicas. Para los hombres solteros, sí”. Por medio de la comedia, planteaba los problemas de equidad de género en uno de los programas de televisión más famosos de Estados Unidos.

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Estas actuaciones hicieron famosa a Rivers en todo el país, aunque nunca logro que la respetaran tanto como los comediantes del género masculino, como George Carlin. Cuando Rivers consiguió su propio programa en Fox, The Late Show presentado por Joan Rivers (cuyo productor era el esposo de Rivers), Carson dejó de dirigirle la palabra y no la dejó volver a actuar en The Tonight Show. Esta prohibición duro cerca de un cuarto de siglo, hasta que Jimmy Fallon la invitó al programa este año.

Su programa no logro tener la audiencia necesaria y Fox la despidió como conductora en mayo de 1987. Tres meses después, su esposo se suicidó. Para sentirse mejor, Rivers y su hija actuaron en una película para televisión de la NBC que trataba sobre el suicido de su esposo. La película se llamó La Historia de Joan y Melissa Rivers.

“La gente me sigue preguntando, ‘¿Por qué haces esto?’” dijo Rivers a la revista People en 1994. “Porque me hace sentir mejor. Mientras más hablas de algo, mejor te sientes al respecto”.

Durante los últimos diez años, Rivers ha mantenido su relevancia burlándose de las estrellas de pop en el programa Fashion Police en E! Y gritando en Celebrity Apprentice 2, donde Rivers se volvió loca y arremetió contra sus coprotagonistas después de que Doland Trump corrió a Melisa. El comediante llamó a la modelo de Playboy, Brande Roderick, un “pedazo de mierda y rubia estúpida” y le dijo a la jugadora de póker, Annie Duke: “¡Cariño, los que juegan póker son mierda!”

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“¡Llevo una trayectoria de 43 años!”, gritó Rivers en un momento. “¡No trabajo con escoria!”

Es probable que algunas personas menosprecien esta clase de lenguaje en los reality shows, pero a Rivers no le importa un carajo. Su humor siempre ha sido poco intelectual, o de plano nada intelectual. Ha participado en programas de entrevistas, reality shows, películas para televisión, escenarios en casinos, como invitada especial en Louie, ha hecho de todo, y siempre provoca muchas risas a donde quiera que iba. Además, siempre hacía bromas sobre las chicas solteras y todas las demás víctimas de las sociedad. Nunca cerró la boca y es por eso que deberíamos estar agradecidos con ella.

Apenas el mes pasado, Rivers causó controversia por dar su verdadera opinión cuando le preguntaron sobre la crisis en Gaza: “Los palestinos se lo buscaron”, dijo Rivers. “No se salieron. Si no te sales, eres un idiota. Al menos los que mataron”.

No estoy de acuerdo con el punto de vista de Rivers respecto a Palestina (nunca escojo a las celebridades que son mi modelo a seguir por sus creencias políticas). Sin embargo, admiro su valentía al momento de expresar su opinión en la era de las viejas estúpidas y los artículos de opinión”.

La lección que nos enseña Rivers es: a la mierda el decoro, no se hagan los intelectuales.

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