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Los insultos de Trump unirán más que nunca a los atletas negros en 2018

El año pasado empezó un movimiento moderno en el que los atletas se negaron a hablar sólo de deportes, y comenzaron a usar su influencia para hablar de temas importantes.
Fotos vía Flickr

A pesar de que el mundo jamás conocerá, probablemente, el verdadero significado de "covfefe", resulta difícil no advertir la guerra verbal del presidente con los atletas negros. Recién en 2017, las personas comenzaron a criticar a Trump por lanzar indirectas vía Twitter a los atletas de color que usan sus plataformas para exigir y condenar injusticias sociales. Nos dio la sensación que los ataques de Trump en Twitter no eran más que una forma trivial de buscar atención o distraer al público de su fallida legislación y escándalos en la Casa Blanca. Pero sin saberlo, sus comentarios fuera de lugar crearon sin querer una atmósfera donde la política y el deporte empezaron a entrelazarse profundamente. Los atletas negros de la NFL y NBA tuvieron más iniciativa que nunca para hablar de temas sociales y políticos.

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Todo inició en septiembre del año pasado cuando Trump habló en un evento político en Alabama. "Saquen a ese hijo de puta del campo ahora mismo, está despedido. ¡Despedido!" Trump declaró estas desafortunadas palabras el 22 de septiembre, refiriéndose a cómo los dueños de la NFL deberían solucionar las protestas de los jugadores durante la entonación del himno estadounidense. También motivó a los fans a que se fueran del estadio como una táctica más para terminar con las protestas de los deportistas.

"Si los fans de la NFL se niegan a ir a los estadios hasta que los jugadores dejen de faltarle al respeto a nuestro bandera y país, entonces verán un cambio más rápido. Despido o suspensión", tuiteó el 24 de septiembre.

Un día antes, Trump publicó un tuit dirigido a Steph Curry, jugador de los Warriors de Golden State, por decir que no quería tomar partida en el viaje de su equipo a la Casa Blanca para celebrar su campeonato de 2017.

"No apoyamos lo que nuestro presidente ha declarado", dijo Curry. "Con mi rechazo espero inspirar un cambio en las cosas que toleramos en este país y defender en lo que creemos, lo que es aceptable y lo que no queremos ver".

"Se retira la invitación", tuiteó Trump como respuesta.

Las críticas que sucedieron a los tuits de Trump no se hicieron esperar, ya que en toda la NFL los jugadores protestaron como respuesta por lo sucedido el 24 de septiembre.

"Como hombre, como padre, como hombre afroestadounidense, como alguien en la NFL, como uno de esos hijos de puta, sí, fue personal", dijo el safety de los Dolphins de Miamia, Michael Thomas. "Pero esto va más allá de mí. Tengo una hija. Ella tendrá que vivir en este mundo y haré todo lo que me sea posible para asegurarme que pueda ver a su padre y decir, 'tú hiciste algo, tú intentaste hacer un cambio'".

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La estrella de la NBA, LeBron James, no se quedó callado y llamó a Trump un "zángano" vía Twitter. El jugador de los Cavaliers de Cleveland habló más a detalle en una conferencia de prensa un día después de las polémicas declaraciones. "No vamos a dejar —no voy a dejar, mientras tenga esta plataforma—que un individuo, no importa qué tan poderoso sea, use al deporte como una plataforma para dividirnos", comentó James, y no fue el único que lo pensó.

"Con todo lo que pasa en el país, ¿por qué te enfocas en quién se arrodilla y quién visita la Casa Blanca?", tuiteó el jugador de los Rockets de Houston, Chris Paul, antes de añadir, "Y dudo que sea suficiente hombre para decirles en su cara que son unos hijos de puta…"

El lenguaje peyorativo utilizado por Trump enfadó a jugadores y atletas por igual. Antes de que la controversia se calmara, Trump volvió a incendiar la discusión atacando al corredor de los Raiders de Oakland, Marshawn Lynch.


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"Marshawn Lynch de los Raiders de Oakland de la NFL se pone de pie para el himno mexicano pero se sienta para el himno estadounidense. ¡Vaya falta de respeto! La próxima vez, la NFL debería suspenderlo por lo que resta de la temporada. Los niveles de audiencia y asistencia cada vez peor", tuiteó Trump el 20 de noviembre.

Un día antes, Trump se enfrascó en una guerra de palabras con Lavar Ball, padre del jugador de los Lakers de Los Ángeles, Lonzo Ball, y LaMelo Ball y LiAngelo Ball. El último de estos tres, LiAngelo, exbasquetbolista de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA), fue acusado de robarse artículos de una tienda de ropa en China junto con otros dos compañeros de equipo. Trump aseguró que tuvo gran influencia en la liberación de LiAngelo de la cárcel, y dijo que su padre era un "ingrato", luego de que Lavar ninguneara la supuesta ayuda del mandatario de los Estados Unidos.

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La obsesión de Trump con los temas políticos y sociales de atletas negros no es una fascinación menor, sino un deporte de su propia creación. No hay duda que sus golpes bajos en contra de los atletas le ayudan a mantenerse fiel a su estilo y, al mismo tiempo, agita las aguas de la división racial en su nación. A pesar de ello, cuando se trata de estadísticas, los números no mienten en el deporte.

El 74 por ciento de los jugadores de la NBA que participaron en la temporada 2015-16 son de raza negra, de acuerdo con un informe del Institute for Diversity and Ethics in Sports. La NFL está conformada casi por un 70 por ciento de jugadores negros. Sin embargo, no hay dueños mayoritarios en la MLB, NBA o NFL.

Lo que Trump hace con cada uno de estos tuits es decirle a los jugadores que sus protestas, opiniones e indignación no importan porque son personas negras privilegiadas. Pero más allá de su condición financiera, la gente negra sigue siendo objeto de racismo y discriminación.


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"[Trump] ha sido constante. Por ello es importante que Steph [Curry] y LeBron den la cara y hablen del peligro y el daño de esta presidencia de la forma que saben hacerlo", comentó para Undefeated el activista por los derechos civiles, DeRay McKesson. "Esperamos que lo hecho por ellos abra las puertas para otros atletas, ya sea en la NBA o NFL".

James siempre ha dado la cara para temas de injusticia racial, pero ahora son cada vez más los atletas que están dispuestos a seguir los pasos de personajes como Muhammed Ali. Este año es el comienzo de una nueva era en el deporte, donde la lucha por la igualdad sucede bajo las luces de los estadios y fuera de éstos.

En 2018, los ataques de Trump contra personajes negros del deporte serán inevitables. El año pasado dio comienzo a un movimiento en el que los atletas se negaron a hablar sólo de deporte y alzaron la voz para condenar temas importantes. Esta nueva camada de atletas no tiene miedo de compartir con Trump lo que piensan.