Como cada año, los Premios ESPY 2017, otorgados por la cadena ESPN a lo mejor del deporte estadounidense, estuvieron acompañados de un humor ácido. Todo atleta mediático y/o exitoso durante la segunda mitad del año pasado y la primera de este tiene garantizado aparecer, en mayor o menor medida, en el repertorio de chistes que aguardan para realizar su aparición triunfal en el discurso inaugural del presentador de la gala en turno.Para su edición 25, los ESPY dejaron de lado a los presentadores comediantes (quienes suelen "quemar" a los atletas más destacados del año) y encargaron la labor al exmariscal de campo de los Colts y Broncos, Peyton Manning. Después de escuchar a Manning contar chistes de todo tipo durante 10 minutos, podemos concluir en unanimidad que lo hizo bastante bien para ser un hombre relativamente serio. Cumplió con la chamba, nos hizo reír y logró una transición bastante orgánica para dar arranque a la ceremonia de premiación.Manning concluyó su obra maestra preguntándole a Russell Westbrook qué opinaba al respecto. La cara de Durant y Russ dicen más que mil palabras.Un consejo para la vida: No hay que tomarse la vida tan en serio. Sobre todo cuando tu vida está llena de lujos y fama.
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Sin embargo, algunas personas en este planeta no tiene sentido del humor; o como se suele decir en algunas partes, "se lleva y no se aguanta". Tal es el caso de Kevin Durant.La molestia de KD se originó después de que Peyton contara un chiste en el que, supuestamente, el jugador estrella de los Warriors le había confesado que el próximo año formaría parte del equipo de gimnasia femenil estadounidense, encabezado por Simone Biles, por su gran dominio en los pasados Juegos Olímpicos. (Por si no entendiste la broma, Durant fue duramente criticado por los fans y algunos medios luego de que fichara por Golden State en busca de un anillo de campeonato, dejando a Russell Westbrook y el Thunder con menos posibilidades de llegar a las Finales; es decir cambió la lealtad por el dinero y el éxito).