FYI.

This story is over 5 years old.

VICE World News

La actual lucha de los gobiernos contra las amenazas de seguridad en una era de ataques contra blancos fáciles

Los recientes ataques en París y Sydney destacan el abandono de los ataques terroristas a gran escala y el auge de los llamados "objetivos blandos" como cafeterías y colmados.
Imagen vía Francois Mori/AP

El tiroteo mortal que tuvo lugar en la sede parisina de la revista satírica francesa Charlie Hebdo la semana pasada, fue el último de una serie de ataques terroristas en lugares públicos como cafeterías, supermercados, calles abarrotadas de gente y mercados de todo el mundo.

Estos espacios son considerados como "blancos fáciles" ante la aplicación de la ley y la comunidad militar, y representan casi la totalidad de los lugares donde los ciudadanos acuden para trabajar y relajarse en la actualidad estadounidense. Su opuesto — los "blancos difíciles" — son lugares con estrictas medidas de seguridad que tradicionalmente han sido el blanco de ataques terroristas a gran escala como el 9/11.

Publicidad

El efecto llamada de los grupos militantes islámicos como Al Qaeda y el Estado Islámico, instando a seguidores y simpatizantes de todo el mundo a llevar a cabo ataques terroristas a pequeña escala en las regiones donde viven, ha llevado a que lugares que antes parecían poco atractivos para los terroristas, ahora se consideren más vulnerables de convertirse en escenario de tales ataques.

"Los Leones de Alá, actualmente presentes en todo el mundo, y también conocidos como lobos solitarios, son conscientes de que representan la peor pesadilla de Occidente. Así que no minimicéis vuestras operaciones. No menospreciéis nuestra Jihad," alertó el dirigente de Al Qaeda jeque Nasr Al Ansi en la revista yihadista Inspire en diciembre. "Porque algunas muertes son causadas por miles de heridas. Y un pequeño coágulo de sangre puede paralizar todo el cuerpo."

El Fiscal General de EE.UU, Eric Holder dijo el domingo en una aparición en el programa Face the Nation de la cadena CBS: "Creo que existe la posibilidad de que este tipo de ataques sucedan en Estados Unidos. La preocupación por el lobo solitario o por un grupo reducido de personas que deciden adquirir armas por su cuenta y hacer lo que vimos en Francia hace apenas unas semanas, es algo que, francamente, me quita el sueño por las noches."

Scott Stewart, vicepresidente de análisis táctico en la agencia de inteligencia global y consultoría Stratfor, dijo a VICE News que la transición de blancos difíciles a blancos fáciles se intensificó en 2004, cuando Al Qaeda pasó de ser un grupo cohesionado con terroristas profesionales en sus filas a convertirse en un movimiento sin una estructura clara, compuesto de muchos grupos dispares.

Publicidad

"Cuando llegas al amplio movimiento actual, empiezas a incorporar a personas a través de un movimiento sin líderes que realmente no cuenta con las herramientas necesarias para el negocio del terrorismo", dijo Stewart. "Tienen el deseo de llevar a cabo ataques terroristas pero no los medios. Es por eso que se centran en ataques simples contra objetivos o blancos fáciles."

Como parte de este proceso, se ha producido un movimiento cada vez más alejado de los atentados bomba y que ha dado paso a un incremento de los ataques con armas de fuego. Stewart atribuyó este hecho a una serie de atentados mediocres del lobo solitario y a la dificultad de conseguir materiales para fabricar bombas en un país occidental.

Lo realmente importante acerca de los blancos fáciles — así como de los grupos terroristas sin estructura definida y sin un líder — es que representan una amplia amenaza aunque no profunda, dijo Steward. Hay muchos lugares vulnerables a los ataques, pero los ataques son pequeños, pocos y distanciados en el tiempo los unos de los otros. "Hacen mucho ruido pero son poco sustanciales", clarificó.

"Es una gran amenaza, sin una estructura clara y difícil de gestionar, y aparentemente surge de la nada, pero no es una amenaza grave. Se trata de hombres que van por ahí con hachas y atropellando a soldados con los coches, no necesariamente al mando de un buque de guerra de la Marina", dijo Stewart.

Publicidad

Los expertos en materia de seguridad dicen que no hay forma real de garantizar la seguridad de los blancos fáciles. Marie-Helen Maras, profesora sobre Seguridad en el Colegio de Justicia Criminal John Jay, explicó que si hay policías o militares destinados en cada blanco fácil o cerca de él — incluyendo cafeterías o cines — la gente dejaría de ir a esos lugares. Tendrían el convencimiento de que corren más peligro con los agentes allí, y la policía necesita asegurarse de no estar generando más miedo del necesario.

"Tenemos que aceptar el hecho de que la seguridad absoluta como tal no existe", dijo Maras a VICE News. "Todos los que trabajamos en seguridad tenemos la elección de valorar qué parte de nuestros recursos utilizaremos. No hay forma de garantizar la seguridad de todos y cada uno de los blancos fáciles."

La aplicación de la ley debe priorizar sus recursos en materia de seguridad, explicó Stewart. Según el experto de Stratfor, el gobierno no debe permitir que se lleven a cabo ataques a instalaciones de almacenamiento de armas nucleares o a plantas de dióxido de cloro; las repercusiones podrían ser catastróficas.

"La cuestión es que la aplicación de la ley y de la seguridad no pueden protegerlo absolutamente todo. Esa es la paradoja con la que se encuentran", puntualizó Stewart.

Lo que sí puede hacer la aplicación de la ley, dijo Mara, es asegurar que se mitiguen los efectos de cualquier lobo solitario o ataque de un grupo concreto a un blanco fácil, empleando tiempos de respuesta rápidos y proporcionando la formación para todo el personal de seguridad privada de los centros comerciales, oficinas y hoteles.

Publicidad

Los departamentos de policía deberían trabajar con esas empresas de seguridad privada para proporcionar dicha formación, continuó Maras, lo cual es más fácil en ciudades o países con suficientes recursos destinados a la lucha antiterrorista y a la formación de las fuerzas policiales.

"La formación del personal de seguridad de hoteles y centros comerciales no es la más prioritaria, pero tienen que saber los básicos", afirmó.

Maras explicó además que muchos de los blancos podrían estar en zonas que no nos imaginaríamos, y los atacantes podrían enfocarse en zonas poco preparadas. Por esta razón, dicha formación debería implementarse en todos los casos.

"No todos los ataques se están produciendo en grandes ciudades. De modo que deberíamos pensar en ello desde la perspectiva de un grupo terrorista", dijo.

La aplicación de la ley y el personal de seguridad tienen que intentar imaginar los tipos de ataques que aún no han tenido lugar en otras partes del mundo, dijo Maras. Situaciones como los atentados bomba contra hoteles y la toma de rehenes en cafés como se han producido en otros países, proveen a las autoridades de EE.UU una oportunidad para estudiar dichas situaciones y preparar su respuesta en caso de que ocurran en terreno estadounidense; no obstante, el verdadero reto consiste en imaginar posibles situaciones de ataques sin precedentes.

Este desafío es menos concreto para los ciudadanos. Stewart dijo que aunque debemos aceptar que este es el mundo en el que vivimos ahora, esto no implica que vivamos con miedo.

"Es simplemente un hecho de la vida, y la gente tiene que ser consciente de que las cosas pueden ir mal, y aprender cómo deben actuar cuando se encuentren con una situación de este tipo", advirtió. "Procurad tener un buen conocimiento de la situación, y ser conscientes de lo que sucede a vuestro alrededor".

Entrevista exclusiva con Luz, dibujante de Charlie Hebdo. Ver aquí.

El Estado Islámico: Reportaje Completo.  Ver aquí.

Sigue a Colleen Curry en Twitter: @CurryColleen