"Un hombre ahí ved": la historia olvidada del boxeador Shakesperiano de Australia  | ES | Translation
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"Un hombre ahí ved": la historia olvidada del boxeador Shakesperiano de Australia | ES | Translation

Peter Jackson desafió los ideales raciales de 1860 con su inteligencia y poderío físico. Sin embargo, el legado del boxeador que recitaba a Shakespeare es casi desconocido en el mundo.

Ilustraciones por Michael Dockery

Un hombre de la diminuta isla de St. Croix en el Caribe fue el campeón de Australia de los pesos completos en 1886. Para 1901 había muerto de tuberculosis en un pueblo al oeste de Queensland. Pero esto es solo un fragmento de la historia completa del boxeador shakesperiano Peter Jackson.

En 1893, 28 años después de la abolición de la esclavitud en los Estados Unidos, un poster anunciaba un tour de producción teatral de La cabaña del tío Tom, basada en la popularísima novela del siglo XIX de Harriet Beecher Stowe. En el centro del poster se encuentra la encantadora figura de Peter Jackson —tan solo el segundo hombre negro en interpretar el papel del tío Tom— flotando hasta adelante, incongruente y con el pecho descubierto.

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Jackson aceptó a regañadientes el papel y manifestó que habría preferido interpretar a Otelo —un personaje más llamativo— ya que había "realizado un estudio sobre historia de Etiopia y Marruecos." Además, Jackson era experto en Shakespeare, pues siempre cargaba las obras del gran bardo las cuales citaba con regularidad al pie de la letra, al igual que literatura destacada de aquellos tiempos como Carlyle y Ruskin.

La participación de Jackson en La cabaña del tío Tom fue peculiar porque en realidad no había nacido en Estados Unidos, sino en la posesión colonial de St. Croix perteneciente a los daneses y poseía un acento distintivo. También fue especial por otra razón. Antes de que la producción se estrenara cada noche, había una exhibición de boxeo organizada sobre el mismo escenario inclinado donde se participaba el mismísimo Peter Jackson.

Jackson, entre muchas otras de sus coloridas vocaciones e intereses, era en realidad un boxeador profesional que viajaba a lo largo y ancho del Pacífico y Atlántico en busca de una oportunidad para contender para el título mundial de los pesos completos.

Como Bob Petersen, el biógrafo de Jackson, señala acerca de la producción, la combinación de Jackson a la hora de habitar el papel de un ágil pugilista dominando a su oponente sobre el escenario al principio de la función, y después aparecer serenamente como el tío Tom siendo golpeado, era una rara postal. En efecto, fue demasiado para un visitante que se presentó al espectáculo y quien, luego de ver a Jackson siendo azotando sobre el escenario como el tío Tom, saltó de su asiento y gritó "noquéalo Peter."

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Las carreras de los boxeadores fueron y siguen siendo notoriamente cortas e inestables, así que Jackson decidió que —al igual que sus compañeros Joe Choynski, Jim Corbett, y John L Sullivan— adentrarse en el mundo de la actuación no era una mala ideal si quería construir un perfil y seguir ganando dinero. Jackson obtuvo el personaje principal porque ya era, en términos modernos, "una marca."

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La llegada de Jackson a los Estados Unidos en 1890 (su tercer viaje) causó sensación, particularmente en la vida negra de dicha nación. Cuando llegó a St. Louis por tren, 500 personas llenaron la terminal para darle una calurosa bienvenida. En Louisville, Kentucky, recibió "un tumultuoso aplauso" por parte de "la galería donde los hombres de color eran amontonados como sardinas" y escenas como estas se repitieron en otros lugares como Ogden. A todos lados en donde Jackson se presentaba colmaba los recintos. En Brooklyn, Boston, Chicago, Cincinnati, Washington, entre otros destinos, gente de todos los colores acudía, algunos lo adoraban, algunos lo insultaban, pero nadie era indiferente.

Jackson era tan popular que parecía fusionar la "consciencia" negra con la fina egolatría. Frederick Douglass, en un principio desdeñoso sobre el valor del físico negro, cambió de opinión después de su visita a Haití en 1889 y por los pensamientos del líder nacional revolucionario Toussaint L'Ouverture. La idea de que un hombre negro podía llegar a ser alguien con intelecto y un físico imponente parecía funcionar para él, y Jackson llegó a ser ese ideal gracias a su perfil como individuo rudo e indestructible. Después de su haitiana epifanía, Douglass guardó una foto de Jackson en su oficina, donde se leía "Peter está haciendo mucho con sus puños para resolver la cuestión Negro."

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Así es, era tanta la popularidad de Jackson, dice Bob Petersen, que fue abordado por algunos líderes negros para que dirigiera un estado negro —en otras palabras, pretendían sacar a los texanos y formar un estado ahí—. Pero esto ya se había intentado en Liberia, y además, Jackson no estaba interesado. Su ambición era ganar el título mundial de peso completo.

Jackson dejó a su nativa St. Croix en 1878 como marinero con la intención de encontrar a su hermano mayor James quien se había ido a Nueva York. Pero cuando Peter lo encontró, James había sido absorbido por la metrópolis, y sin un lugar donde quedarse o los medios para subsistir, Jackson tuvo que continuar viajando. Las difíciles condiciones fueron demasiado, y después de estar en Calcuta y Java, Jackson zarpó hacia el puerto de Sídney.

Luego de trabajar como leñador, bombero, maquinista, estibador y fogonero, la carrea boxística de Jackson se puso en marcha cuando llamó la atención de la famosa figura del box en Sídney, Larry Foley. En la tarde de una elección local en 1880, Foley vio a Jackson pelear y derrotar a un gran número de matones sobre un corredor. Impresionado, Foley invitó a Jackson a platicar, lo cual hizo como se esperaba —peleando básicamente todas las noches y ganando dinero como peón en la cantina de Foyle, la cual se convirtió en un recinto de box.

En 1886, Jackson ganó el cinturón australiano de los pesados y como no había quien lo enfrentara, se fue a Estados Unidos en 1888 por primera vez. A partir de entonces, continuaría viajando por el Pacífico y el Atlántico en busca de su cetro mundial: el Reino Unido en 1889, EE.UU de nuevo en 1890, Australia en 1890, y de regreso a EE.UU en 1891.

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Después de hacerse del título australiano de peso completo en 1886, Jackson derrotó a George Godfrey en California en 1888 para convertirse en el campeón mundial de color de los pesos completos. Después retaría al campeón del Reino Unido Jem Smith en 1889. Jackson ganó luego de que Smith fuera descalificado por agarrar a su contrincante, pero como no se trataba de una pelea de campeonato Smith retuvo su título. Al año siguiente en Brujas, Smith perdió su cetro ante Paddy Slavin, boxeador australiano pupilo de Jackson. En 1892, Jackson venció a Slavin pero tampoco fue una pelea de campeonato, así que Jackson nunca ganó el título británico.

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Este patrón de campeones blancos de peso completo haciendo las cosas más difíciles para los peleadores de color y evitando poner sus títulos de por medio es el caso incesante de la carrera de Jackson. Ya sea por odio racial o por simple evasión, un número de boxeadores campeones se negaron a darle una oportunidad a Jackson para el título mundial —el historiador de boxeo, Gerald Early, opina que este suceso tuvo que ver con su apariencia como el Emperador de la Masculinidad.

Jem Smith, Paddy Slavin, John L Sullivan, Jim Corbett, Bob Fitzsimmons (uno más enseñado por Jackson) y Jim Jeffries fueron todos campeones que se negaron a darle una oportunidad a Jackson, un hecho bien corroborado por el paso del tiempo. Al hacer esto, nos negaron la posibilidad de presenciar al primer campeón del mundo de raza negra en la división de los completos. Ese cinturón terminaría en las manos de Jack Johnson en Rushcutters Bay, Sídeny, en 1908.

Existen algunas historias en el boxeo con un final feliz, y Jackson no fue la excepción. Luego de no haber podido disputar el título mundial y pasado su apogeo como boxeador y actor, Jackson se mudó, a los 38 años, a las minas de Klondike en Canadá con Paddy Slavin para proveer algo de entretenimiento boxístico a los mineros, lugar en donde aventaban pepitas de oro al ring. Pero para entonces Jackson ya había contraído tuberculosis.

Regresó a Australia en mal estado. Pero la ciudad de Brisbane era muy fría y húmeda y empeoró antes de mudarse a Roma, Australia, donde falleció en 1901. Fue enterrado en el cementerio de Toowong, donde le fue construido un magnífico monumento con las palabras sacadas de la tragedia de Shakespeare, Julio César, que dicen, "Un hombre ahí ved".

Sam Fitzpatrick, entrenador de Peter Jackson y Jack Johnson, dijo que de los dos Jackson era el mejor boxeador. Es una pena que, a pesar de su talento, Peter Jackson haya sido un contendiente presente en la consciencia deportiva e histórica que nunca tuvo la oportunidad de ganar, y todo por intentarlo demasiado.