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Música

Un BudLab a tope en su primera noche

En la primera noche del BudLab, araabMUSIK destrozó la pista y el público vivió siete experiencias diferentes.

Después de controlar la ansiedad por varios días, finalmente todos los caminos conducían al laboratorio del que todos comentaban: el BudLab estaba en la casa. Ubicado en la tradicional localidad bogotana de Chapinero, la estructura futurista recibía en medio de un mapping brutal a los asistentes que de a poco iban llenando la entrada al laboratorio. Fruto del esfuerzo entre Budweiser, VICE y THUMP, el BudLab vendría siendo esa nave nodriza que abre sus puertas para que todos los curiosos se dejaran llevar por esta experiencia interactiva y la música.

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Y así fue. Al ingresar, lo primero que nos recibía era una barra de cerveza, y, como nos gusta a todos: gratis. Con pola en mano, el lugar se veía más fácil para recorrer. Al fondo de ese mismo primer piso se divisaba la pista que estuvo llena de gente desde el primer momento de la noche, así no estuvieran necesariamente bailando.

Al subir esas escaleras que unen los dos espacios de cada piso -construidas a partir de vigas y andamios que le daban un aire muy básico e industrial- nos encontramos con el pasado y presente de la fiesta electrónica colombiana. Por un lado, se desplegaba una exposición de memorabilia muy bien conservada sobre fiestas de años pasados. Flyers que nos invitaban al DJ set de Underworld, la primera presentación de Carl Cox, Terrence Fixmer, Jamie Ruskin y Deep Dish; flyers anunciando remates, inauguraciones de sitios, fiestas de despedida… Todo un bagaje fiestero para que los más veteranos recordaran, o para que los más jóvenes se sorprendieran. Al lado, haciendo contraste, estaban las fotografías de fiestas famosas y recientes: Marc Houle, Breakbot, o gente fotografiada en el vigor del baile, en lugares que siguen vigentes hoy en día.

La sala contigua estaba enteramente dedicada al sonido. Unos pads interactivos mappeados en la pared, dejaban al público mezclar y alternar entre dos géneros muy propios: la cumbia y la champeta. A su antojo, los presentes en la sala podían añadir y quitar bajos, percusión, tonos agudos, con solo poner una mano en la pared para comandar los sonidos.

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Arriba nos esperaban salas que también nos iban a dejar boquiabiertos. Primero la sala-museo, que exponía instrumentos clásicos encargados de darle un empujón a este género como el Roland Space Echo 201 y el Memory Moog cada uno con pequeños apartes históricos sobre cada uno.

Las salas y sus sorpresas parecían no tener fin. Mientras el público viajaba por ellas, Lunate armaba una atmósfera que catalizaría araabMUSIK con las manos más rápidas de la MPC. Con una dinámica brutal, el hombre de Rhode Island deplegó un show que impedía el parpadeo. En general, se viveron varios momentos que nunca se habían puesto en un mismo lugar, todo gracias al Budlab: un experimento de cultura, pensamiento y música electrónica.

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BudLab: Budweiser Electronic Culture Conference
Laboratorio de cultura, pensamiento y música electrónica
Dirección: Calle 48 # 6 – 14

Abierto al público todos los jueves, viernes, sábados (y un par de domingos) desde el 20 de agosto y hasta el 19 de septiembre, el BudLab es una experiencia de avanzada que incluye talleres, conversatorios y por supuesto, fiestas. Entrada gratuita a los eventos únicamente con registro previo. Para mayor información sobre programación y registro, consulte las redes sociales de Budweiser y aquí arriba en la sección dedicada de THUMP. Y no olvide poner "participar" en el evento en Facebook.