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Vice Blog

Rock con bigote hitleriano

El gobierno de Abdalá Bucaram en Ecuador, que sólo duró seis meses, de agosto 10 del '96 al 7 de febrero del año siguiente, debido a que el congreso de su país aseguró que presentaba una supuesta 'incapacidad mental', se caracterizó por su alto nivel de corrupción, su política económica de rigurosa escasez y por la excentricidad de su gobierno, que incluía acciones como la de hacer conciertos de rock en palacio presidencial, contratar a Maradona por un millón de dólares para jugar una noche en su equipo de futbol, o impulsar la carrera profesional de su hijo como futbolista de elite, que a pesar de que sus condiciones deportivas sobradamente precarias, llegó a jugar para clubes importantes como el mítico Chacarita Juniors de Argentina, el Barcelona de Guayaquil, Santa Rita de Ecuador, Colo Colo de Chile y Alianza de Uruguay.

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Desde que ostentó su primer cargo público, a los 28 años, como intendente de la policía de Guayaquil, Bucaram se convertiría en favorito de los medios de comunicación. El día en que asumió el puesto de gendarme inició una redada moralista con altas cargas de furor religioso contra prostitutas y homosexuales que finalizaría con un desfile grotesco en el que él mismo incitaría a sus fervientes seguidores a lanzar insultos, burlas y objetos a los detenidos.

Fue el comienzo de una carrera política marcada por la obscenidad y la desfachatez. Años más tarde, tras dos intentos de llegar a la presidencia, y después de dos exilios, el primero producto de un escándalo de corrupción, y el segundo resultado de un juicio por parte de las Fuerzas Armadas a las que había calificado de ineficientes porque solo servían para desfiles marciales, Abdalá Bucaram se convertiría en presidente de Ecuador.

Poco tardaron en salir a la luz pública sus primeros tintes de corrupción que escandalizarían a buena parte de la población ecuatoriana. Fue entonces cuando, en un esfuerzo por desviar la atención, Abdalá hizo lo que mejor sabía hacer: ser él mismo, comenzando con el lanzamiento de su primer disco, "El loco que ama", que constaba de 13 canciones de pop y rock interpretadas por él mismo, y arropadas por el grupo uruguayo "Los Iracundos" –sus teloneros musicales durante los actos de campaña electoral-, y cual durante una cumbre iberoamericana en Santiago de Chile repartiría a sus homólogos de otros países dejándolos con los ojos más cuadrados que los cristales de la sede de la ONU en Nueva York.

Su definición de realidad para distraer a la sociedad y mantenerla alejada de la descomposición de su gobierno continuó con la insólita retransmisión por televisión de la depilación de su bigote, ese que en lo cuadrado y recortado era tan parecido al de Adolf Hitler, y con el que recaudó 746 mil dólares para ayudar a una fundación encargada de atender a niños enfermos.

Para la hemeroteca ecuatoriana quedarán las frases que alguna vez pronuncio su querido presidente: "Me siento totalmente Rambo"; ¡Soy el loco 00!"; "Ya llegó papá más loco que nunca"; o "Yo soy el candidato de los que rayan con una chapa de cerveza los Mercedes Benz". Bucaram bien podría haber sido un personaje creado por Charles Chaplin.

SANTIAGO CORDERA