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Música

Slayer y su baterista original, Dave Lombardo, tienen un serio problema

Lombardo descubrio que 90 por ciento de los ingresos de la gira de Slayer habían sido deducidos como gastos, incluyendo las cuotas profesionales que se pagan a los administradores, lo que costó a la banda millones de dólares y los dejó con sólo diez...

El mundo de Slayer está repleto de asesinos seriales, atrocidades de guerra, blasfemias y discursos de odio. Durante sus shows, los miembros de la banda nunca sonríen, e interpretan sus clásicos de thrash-metal con la misma dosis de intimidación y malicia. Sin embargo, con Slayer, igual que con muchas bandas de metal, el show es una representación artística de la banda, un retrato atávico de los hombres detrás de la música.

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En persona, todos los miembros de la banda tienen un fuerte sentido del humor y son increíblemente relajados. Incluso Kerry King, el guitarrista, cofundador y vocero de la banda, habla con tranquilidad y sin violencia. “No soy un guerrero. Soy un guitarrista. Me gustan mis manos”, me dijo King antes de su gira Mayhem el año pasado. “Pero por mi aspecto, la gente que no me conoce me tiene miedo. Así que no tengo que pelear”.

Admitir que no busca peleas es lo más personal que se puede poner una conversación con King. Ninguno de los miembros de Slayer revela mucho durante sus entrevistas. No tienen problema para hablar de cosas básicas como su nuevo álbum o alguna gira. Se activa su piloto automático y responden estas preguntas como lo han hecho durante años. Pero si rascas la superficie en busca de algo ligeramente sensible y todo se vuelve ambiguo, desinteresado, incluso insensible; sensibilidad es lo que esperas de un grupo cuyo más grande éxito, “Angel of Death,” habla sobre los horribles experimentos del cirujano nazi, Josef Mengele.

Tomando en cuenta los recientes cambios en el mundo Slayer (actualmente están de gira por Australia con dos de los cuatro miembros originales), predecir el futuro de la banda es tan difícil como intentar descifrar el final de la siguiente temporada de Breaking Bad. Pero hay evidencia de que el camino que les espera será más pesado que su música.

El 21 de febrero, el baterista original Dave Lombardo escribió un mensaje en su página de Facebook en el que anunciaba a los fans que no tocaría con Slayer en Australia. El baterista sustituto de Anthrax, Jon Dette, está de regreso como remplazo; Dette trabajó con la banda en 1996. El problema de Lombardo con la banda no se debe a problemas personales, sino económicos. Y cuando se quejó con la banda y sus administradores de que sólo le pagaron un pequeño adelanto por todas las giras de 2012, le dijeron (el Día de San Valentín) que no empacara sus cosas para la gira en Australia.

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“Estoy triste, y para ser honesto sorprendido por la situación”, dijo Lombardo. “El año pasado descubrí que 90 por ciento de los ingresos de la gira de Slayer habían sido deducidos como gastos, incluyendo las cuotas profesionales que se pagan a los administradores, lo que costó a la banda millones de dólares y nos dejó con sólo el diez por ciento para los cuatro”.

Lombardo asegura que él y el vocalista Tom Araya contrataron auditores, pero se les negó el acceso a documentos financieros cruciales. También asegura que los administradores de la banda le dijeron que no le pagarían hasta que firmara “un contrato largo en el que no estaba por escrito cuanto se deduciría en comisiones, y tampoco me proporcionaba acceso a los presupuestos o registros para su evaluación. También me prohibía dar entrevistas o hacer declaraciones sobre la banda; básicamente, una orden de censura”.

King y los administradores de la banda parecen estar del mismo lado, acusa Lombardo, quien intentó resolver el problema proponiendo un nuevo “modelo de negocios”, pero King lo recibió con esa mirada fría y penetrante normalmente reservada para el público. “Kerry dejó claro que no estaba interesado en hacer cambios, y dijo que si quería discutir el tema, encontraría a otro baterista”, dice Lombardo.

En respuesta a las acusaciones de Lombardo, lo directivos de Slayer ofrecieron su comentario a Blabbermouth, convirtiendo el asunto en una diatriba reminiscente de los vaivenes entre Black Sabbath y su baterista original, Bill Ward.

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“Slayer no concuerda con las declaraciones de Lombardo ni con los tiempos de los eventos, más que para reconocer que Lombardo acudió a la banda a una semana de su viaje a Australia, para presentar sus nuevos términos, contrarios a los previamente acordados”, decía la declaración. “La banda no pudo llegar a un acuerdo sobre estas exigencias en el poco tiempo disponible antes de salir rumbo a Australia. Hay más a esta historia que lo que ha ofrecido Lombardo, pero por respeto a él, Slayer no hará más comentarios”.

Cumplieron su palabra y, en efecto, Slayer no quiso comentar más y Lombardo no respondió a una petición para que ahondar más en el tema.

Por más inestable que se haya vuelto la química entre la banda, la verdad es que Slayer lleva años con problemas de comunicación. Todas las noches en el escenario, son más unidos que los dientes de un tiburón blanco alrededor de una presa, pero detrás del escenario y entre giras, Slayer actúa como un equipo de trabajo que entiende la magia que pueden crear juntos, pero sin valorar el trabajo requerido para conjurarla.

Después de que Slayer cancelara dos giras en 2009 y 2010 (porque Araya fue se sometió a cirugía en la quinta, sexta y séptima vértebra para corregir el daño producido por años de agitar la cabeza), Araya dijo a AOL Noisecreep que había tenido poco contacto con los miembros de la banda durante ese tiempo. “Nos comunicábamos [pero] rara vez”, comentó. “He recibido tres mensajes de Kerry, pero Jeff no se comunica con nadie. Dave me envió dos mensajes. Pero nos vemos lo suficiente cuando estamos de gira. La nuestra es una comunicación poco frecuente. Basta decir: ‘Hola, cómo estás. Pasa esto. Pensé en mandarte esto’. Están pensando en ti”.

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“Some Kind of Monster”. Incluso los comentarios que King hizo sobre Hanneman después de que lo mordiera una araña reclusa y sufriera fascitis necrosante, una enfermedad que se come la piel y que puso en riesgo su vida, perjudicando su habilidad para tocar, no son los clásicos comentarios ácidos que se escuchan en Hollywood. “Simplemente no puede tocar la guitarra tan rápido”, me dijo King, con una completa falta de emoción cuando el pregunté que hacía Jeff. “No puede hacer las complejidades que Slayer necesita, así que eso es lo que está intentando lograr en este momento. Si no puede regresar al cien por ciento, entonces creo que no vale la pena hacerlo”. El guitarrista de Exodus, Gary Holt, ha remplazado a Hanneman desde el accidente.

Por ahora, Slayer sigue adelante sin Lombardo o Hanneman. No sólo están dando conciertos, también están componiendo. Durante una entrevista con Eddie Trunk para Q104.3 a finales de enero, King dijo que Slayer había terminado dos nuevas canciones que se habían planeado originalmente para un EP, y tenían una canción que necesitaba letra y una voz. Además, dijo haber escrito otras ocho canciones que sólo necesitaban ser grabadas. En ese momento, King dijo que trabajó en las canciones con Lombardo y que planeaban grabarlas una vez que Rick Rubin, dueño de una disquera, encontrar a un nuevo distribuidor para su American Recordings. Pero eso fue antes de que Lombardo se convirtiera en un ente desconocido.

Como toda buena historia de suspenso, cualquier cosa puede pasar. Si Hanneman logra mejorar su forma de tocar, podría regresar al estudio con Slayer y quizá contribuir a las nuevas canciones. Si Lombardo puede limar sus asperezas con la banda y su administración, regresará al estudio una vez más para anclar ese sonido colosal de Slayer. El futuro depende sólo de ellos.

Jon Wiederhorn es coautor del libro “Louder Than Hell: the Definitive Oral History of Metal”, que saldrá a la venta el 14 de mayo en !t Books/Harper Collins. Cuenta con una extensa gama de citas reveladoras de miembros de Slayer y cientos de otras bandas de metal.